Ella es mi medicina romance Capítulo 60

— La muy desgraciada conoce todos nuestros movimientos –dice Aidan estresado—.

— Y lo peor es que no tenemos nadie que este siquiera cerca de ella –comenta Harry—.

— Un momento –comenta Fred— según mis fuentes José se encuentra aquí en Inglaterra, en el hotel que siempre se hospeda –dice mostrando la portada del hotel—.

— Bien, Fred encárgate de averiguar si verdaderamente esta allá, y si lo está tráelo con vida –comenta Pablo— llévate a todos los hombres que nos quedan. No podemos cometer errores otra vez.

— Cof, cof –se escucha a sus espaldas— a—a—yuda –dice Joseph en un susurro—.

— ¡Oh por Dios! Aún sigue con vida –comenta Estiben mientras toma su teléfono para llamar a la ambulancia—.

— Ok, ves con Joseph –dice Pablo señalando a Estiben— nosotros nos ocuparemos del resto.

— Pero... –dice Estiben—.

— Pero nada, Estiben – lo que vamos a hacer a partir de ahora es mucho más grande que torturar a dos personas, y con eso no te quiero ver involucrado. Así que por favor, mantente lejos de esto. –Toma su teléfono y escribe algo— ya le escribí a alguien que es de mi confianza en el hospital. Él recibirá a Joseph, después que salga de peligro te lo tienes que llevar para México contigo ¿ok?

Estiben sin más asiente y sale con Joseph en una camilla improvisada por Javier y Aidan.

En poco tiempo ya se encontraba la ambulancia llevándose a Joseph y Estiben al hospital.

— De acuerdo, chicos –dice Pablo— es hora de la verdad. Es todo o nada con Ximena. Sé que esta guerra me concierne solo a mí, ya que todo lo que ha sucedido es por culpa de mi antigua relación con ella. Así que ahora les digo, si se quieren salir de esto no los voy a culpar. No les puedo decir que estén en esto sabiendo que algo malo les puede pasar y todo por mi culpa. Así que...

— ... así que nada Pablo –dice Aidan firme— estamos juntos en esto o ninguno lo hará.

— Es cierto –comenta Javier y Harry al unísono—.

— Es hora de darle una buena lección a esa perra –dice Javier—.

— Exacto Bro – comenta Harry—. Tenemos que hacer justicia.

— Sin mencionar que Paulina y Yohana están entre todo esto –comenta Aidan— y ellas no lo merecen.

Todos asienten e inmediatamente se retiran.

— Ahora ¿Qué vamos a hacer? –Pregunta Aidan—.

Todos suspiran, pero de un segundo a otro Pablo abre los ojos como plato.

— Ya sé — dice mientras se dirige hacia la sala en la que el observaba todo.

Él presiono unos cuantos botones apareciendo en las pantallas las grabaciones del día.

— Allí esta –dice cuando ve a la mujer que dispara a Joseph y Daniela sin vacilar—.

— Pobre Daniela, estaba en el bando equivocado –dice Harry mientras niega—.

En otras grabaciones estaban los autos en los que había venido Ximena y sus hombres.

— No puedo creer que una mujer tan inteligente hubiese olvidado las cámaras de seguridad –dice Harry confundido—.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Ella es mi medicina