Encuentro cercano romance Capítulo 10

Danitza estaba de mucho mejor humor después de ducharse. Estaba a punto de salir cuando de repente se dio cuenta de que se había olvidado su ropa.

«Sólo estoy yo en la habitación, así que no debería haber problema de que salga desnuda, ¿verdad?»

Con eso en mente, empujó salió del baño para dirigirse al armario y buscar algo para vestirse, pero apenas abrió la puerta cuando la luz se apagó de golpe.

«¿Se cortó la luz?»

Como estaba demasiado oscuro para ver algo en la habitación, Danitza renunció a buscar ropa limpia y se acercó de nuevo a la cama, con la intención de volver a dormir y así, estar de buen humor para encontrar trabajo mañana.

Danitza se dirigió lentamente a la cama y se metió bajo las sábanas de un tirón.

A pesar de estar a oscuras, seguía sintiéndose bastante avergonzada de estar desnuda.

Justo cuando se metió bajo las sábanas, Danitza sintió que algo iba mal. De repente, una mano la arrastró y arrojó directamente en un abrazo.

—¡Ah! ¿Quién eres?— preguntó Danitza, luchando con fuerza.

—Soy tu marido, el que te dio el dinero para el tratamiento de tu padre.

La voz del hombre en la oscuridad era extraña, pero hizo que Danitza dejara de luchar.

Cuando el hombre vio que Danitza ya no luchaba, su mano se dirigió directamente al pecho de ella.

Danitza parecía alguien de contextura delgada, pero en realidad estaba muy bien proporcionada, y a esa mano parecía que le gustaba mucho esa talla de 36D.

—Eso, Señor, ni siquiera estamos casados legalmente todavía, ¿no crees que te estás precipitando con esto? —preguntó Danitza tímidamente.

Alejandro acarició el cuerpo de Danitza, si ese cuerpo no le hubiera hecho sentir los beneficios de ser hombre el día anterior, no estaría tan obsesionado con su cuerpo como para extrañarla tanto después de sólo una noche sin estar con ella.

Después de todo, aquella mujer se había ido y su familia lo presionaba para que se casara, así que Alejandro simplemente buscó a esta mujer que fue tomada por él la primera vez, para así no arrepentirse, poder lidiar con su familia y poder tomarse su tiempo esperando que esa mujer volviera.

—No hay prisa, todo está bien —Alejandro terminó de hablar y montó sobre el cuerpo de Danitza, la deseaba y la deseaba mucho.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Encuentro cercano