Enséñame el placer romance Capítulo 16

Narra Amelia.

Durante el dia disfrutamos de la playa, pero ya era de noche y era hora de irme al club. No queria desvelarme mucho ya que debiamos regresar mañana a Santa Clara. Mi padre llegaria en dos días al país. No me gustaba por completo ir sola al club, parecia que habia un espacio entre nosotros, lo cual era una tontería porque Daniel ha estado dentro de mí sin parar desde que llegamos aquí.

—Solo necesito una cosa más ante de que comiences a vestirte — dijo él interrumpiendo mis pensamientos—.Abre las piernas —pidió. Me deslice  hasta el borde de la cama, hice lo que me ordenó, abrí mis  mis piernas.—No me hagas preguntar—comentó—.Sabes lo que quiero. Ahora mismo quiere ver tu pequeño coño—agregó. Tire de mis bragas a un lado, mostrándole lo que queria. Me estaba emocionando. Me encantaba cuando se ponia todo mandón.

Se lamió los labios, haciéndome desear que pusiera la boca allí, pero en cambio se desabrochó el cinturón, sacó la polla y se acarició lentamente. Él disfrutaba de la vista que tenia para él, y yo disfrutaba de la vista de él tocando su polla—.Recuéstate, pero mantén las piernas colgandas del costado de la cama y las bragas hacia un lado—ordenó. Hice lo que me pidió me deje caer sobre la cama. Al instante, él estaba encima de mí. Colocó una de sus manos al lado de mi cabeza, apoyando su cuerpo. La  otra estaba en su polla, sus piernas entre las mías. Frotó su punta sobre mi clítoris, de un lado a otro, haciéndome gemir.

—Dentro de mí— le suplique, pero ignoró mis súplicas y continuó acariciándose, frotando la punta de su polla contra mi clítoris. Sin embargo, no me estaba presionando lo suficiente para poder salir si quiero—. Te lo ruego de nuevo—pedí.

—No—dijo—.Dime, ¿de quién es este coño? —preguntó.

—Es tuyo—respondí—. Ahora por favor—pedí de nuevo.

—Más fuerte—su voz era más áspera de lo normal. Una vez más, se siente ... apagado.

—¡Es tuyo.Todo tuyo Daniel!—respondí. Esperaba que me diera lo que necesitaba, pero también queria que supiera que era completa y totalmente suya.

—Joder, sí, lo es—, gruñió, sentí su cálida liberación golpear a mi coño. Eyaculando afuera. Gotas me salpicaron los muslos. Luego tomó una toallas húmedas y me limpió—.Si te portas bien en el club, te follare como se debe cuando regreses, así que si fuera tú, me comportaría de la mejor manera—dijo.

—Pero te necesito  ahora mismo—dije.

—No—respondió.

Él ignoró mis súplicas y me hizo señas para que me comenzara a cambiar. Me puse otras bragas, use un vestido mas fiestero, no me gustaba mucho enseñar mi cuerpo a los demás pero debía acostumbrarme a vestirme de otra manera. Una vez que estaba lista salimos, poco después caminando, ya que el club estaba muy cerca. Pronto llegamos a las afueras del local.

—¿Estarás pendiente de tu celular cierto?—le pregunte

Un sentimiento de inquietud se infiltraba en mi sistema. No era que no haya hecho cosas por mi cuenta antes, pero ahora todo era diferente.

—Claro que si. Llámame cuando te quieras ir y vendré por ti—dijo.

—Está bien—dije.

Me incline para darle un beso, lo sentí susurrar contra mis labios. 

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