Enséñame el placer romance Capítulo 6

Narra Amelia.

Llegué a mí habitación y me tiré sobre la cama. Cerré los ojos e inmediatamente el rostro de Daniel se plasmó en mí mente ¿Por qué debía ser tan difícil todo esto? Luego de unos minutos de debate interno, tomé mí celular, tenía tres llamadas perdidas de mí padre, me imaginé que quería saber cómo me encontraba, no era muy frecuente que él me diera permiso para salir con mis amigas, era un padre sobreprotector, suspiré. Luego vi que tenía un correo electrónico de la universidad donde deseaba estudiar, me enviaron su pensum académico. Mí padre era un gran inversionista y ha trabajado duro para conseguir lo que tiene, la administración y los números me gustaban y por eso estoy decidida estudiar Negocios Internacionales. Las inscripciones universitarias comenzarían en un par de semanas, luego del verano, así que tenía algo de tiempo para divertirme.

Decidí ducharme y cambiarme, cuando estaba lista bajé a almorzar, al llegar pude ver por la ventana a mí padre que estaba leyendo el periódico en el patio. Salí de inmediato, los domingos generalmente él pasaba más relajado y se olvidaba de su trabajo.

—Hola papi—le dije abrazándolo por detrás de su cuello.

—Hola princesa, ¿Hace rato llegaste?—me preguntó—. Cómo estuvo tu noche?—agregó con curiosidad.

En ese momento lo solté y me senté a la silla de metal que estaba frente a él.

—Bien, me divertí mucho con las chicas —le mentí, no le podía decir la verdad, esta causaría la tercera guerra mundial—. Perdón si no te regresé las llamadas—me disculpe.

Él me vio fijamente por un momento.

—No te preocupes por eso. Sé que soy muy sobreprotector contigo, pero soy así porque tu eres lo único que tengo en mí vida y no me perdonaría si algo te sucediera—dijo con amor—. Pero ¿Sabes? lo he pensado mucho y estoy dispuesto a no restringir más tus salidas, sé que acabas de cumplir la mayoría de edad y comprendo que quieras tener más libertad, así que estoy dispuesto a darte tu espacio comenzado a partir de ahora que comienza el verano-me informó.

No podía creer lo que me estaba diciendo.

—¿Es enserio?—le pregunté emocionada.

—Claro que si—afirmó—. Pero con una condición—comentó.

—¿Cuál?—quise saber.

—Debes poner toda tu energia en la universidad—dijo—. El estudio es importante, tu madre y yo siempre tuvimos como propósito darte las mejores herramientas para que tuvieras un futuro feliz y próspero—agregó.

Lo entendía perfectamente, sé que él quería un futuro para mí e internamente no quería decepcionarlo.

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