ENTRE LAS GARRAS DEL ALFA romance Capítulo 12

— Cómo enfrentar el sentimiento de los celos, ese que te quema la piel, experimentar la posesividad de que ese alguien no se visto ni tocado por nadie más que no seas tú

— Ese sentimiento era el que el Alfa Alexander, no había conocido jamás hasta ese día — el lobo quizo entrar a reclamar, a castigar o a lo que sea que pudiera, a Temperace, pero ella había puesto el seguro a la puerta

— ¡Ábreme, mujer, ¿por qué le pones seguro a mi m*****a puerta? ¡esa es mi jodida habitación! si no me abres voy a derribar la puerta, ¡te lo advierto!

— Temperace, estaba demasiado asustada, quería poder esconderse donde no la encontrará pero ¿dónde? tampoco quería abrirle y enfrentarlo, tenía que le hiciera daño, lo único que pudo hacer es subir a la cama y ponerse a llorar en un rincón

— Alexander, dejala un momento, está asustada, no puedes torturarla así, ella es tu luna y lejos de que busques como ganarte su corazón, la estás alejando cada vez más, ¡por la diosa luna, la doctora te tiene miedo! ella no merece pasar por ésto

— ¿Por qué la defiendes? ¡ella nunca será tu reina luna! !es solamente una humana que buscaré la manera de desaparecer!

— ¿Qué harás con ella? ¿matarla solo por qué no es una loba o por qué no tiene ningún poder que te ayude para ganar guerras? pues déjame decirte que tú luna, tiene mucho más que eso, ella es capaz de hacer lo que ninguna mujer en la faz de la tierra puede, * encender tu corazón* ese corazón frío que llevas en el pecho, solamente puede latir de amor por ella, si la pierdes, nada podrá darte felicidad

— El beta Igori, dió la vuelta para dirigirse al despacho, esperaba que sus palabras lograran que el Alfa, recapacitara un poco sobre su comportamiento, no quería que perdiera a su luna, sin ella solamente quedaría condenado a vivir un infierno en vida

— El Alfa, dejó escapar un gruñido y bajó también al despacho, se sirvió un vaso de vodka, no lograba calmar su enojo, el quería poder desquitarse del mal rato que su luna le había hecho pasar, dejarle claro que no debía volver a salir desnuda de su habitación o la castigaría severamente, pero escucharla llorar detrás de la puerta le causaba una extraña sensación de pesar

— No se que hacer con ella, Igor, es demasiado rebelde, me desafía a solas y delante de quién sea, no sabe quién soy ni lo que ella es para mí y aún así me enfrenta, no sé de dónde se le puede llamar una humana débil

— Alfa — Igori sintió, tú luna es lo que sea menos débil, aunque está aterrada de ti y de nuestro mundo, te desafía, no duda en decirte tus verdades en tu cara, apenas la e visto unos días y puedo decirte sin temor a equivocarme, que su fuerza está en la bondad y en el amor por el prójimo que hay en su corazón

— Lo sé, la humana antepone a los demás primero quea ella misma, es un corazón puro, de esos que la diosa luna crea muy de vez en cuando — el Alfa se había dado cuenta de la verdadera esencia de su luna, pero eso le hacía más difíciles las cosas, debía rechazarla por qué no tenía poderes para ayudarle para la guerra, esa que él sabía iba a llegar pronto, pero por otro lado, ella era un valioso tesoro, la diosa luna le envío un ser tan valioso pero no la merecía, Alexander estaba demasiado corrompido cómo para amarla como ella se merecía

— Alfa, recién llegaron noticias del Alfa greco y su beta Stefan — Igori, interrumpió los pensamiento de Alexander

— ¿Qué dijeron los informantes? ¿qué está haciendo ese maldito lobo traidor?

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