Entre Mafias romance Capítulo 28

Mía

Salgo de trabajar de buen humor.  Marcus y yo nos llevamos mejor que antes. Parece que ha comprendido que no puede tratarme como si fuera un súbdito suyo.

Cada vez se parece más al Marcus del que me enamoré, el que convertía mi pecho en mil mariposas revoloteando. Poco a poco voy olvidando la mañana que me dejó y todo mi cuento de hadas se vino abajo como un  castillo de naipes

- ¡Joder! - Dice Dante mirando por el retrovisor.

Me giro sobre mi misma para mirar por el cristal, hay un coche azul pegado a nosotros. Frena un poco para acto seguido acelerar. Su morro choca contra nuestro coche. La fuerza del impacto me impulsa hacia atrás.

- ¿Quién es? ¿Qué quiere? - Pregunto nerviosa sin perder de vista el coche.

Dante quita una mano del volante y llama con el manos libres.

Marcus contesta al otro lado del teléfono.

- Tenemos  problemas, un coche nos está persiguiendo.

- ¿Cómo está Mía? Voy hacia allí ¿Por donde vais?

No puedo apartar la vista del coche que intenta constantemente adelantarnos para cerrarnos el paso. Dante se adelanta a sus intención y le bloquea el paso obligándolo a ponerse detrás de nosotros constantemente.

Un hombre sentado en el asiento del copiloto saca la cabeza y parte del tronco por la ventanilla, lleva una pistola en la mano. Intenta apuntar durante unos segundos y después, decidido, dispara todas las balas.

Grito y me tapo los oídos. Me hago una bola en el asiento. Vamos a morir, no podemos escapar del coche que nos persigue y yo no soy de ayuda, no valgo para disparar a una persona. Cierro los ojos fuerte. Por favor Marcus, ven pronto, es lo único que soy capaz de pensar.

- Hemos tenido que desviarnos ¡mierda! - Grita Dante.

El conductor consigue ponerse en paralelo a nuestro coche, justo a la altura de Dante. El compañero saca la pistola y dispara.

La cabeza de Dante cae hacia un lado y el coche sigue la misma trayectoria, nos vamos a salir de la carretera. Sin pensarlo demasiado salto hacia delante y cojo el volante.

- ¿Dante?¿estás bien? Dante, despierta por favor - Me sorprende mi propia voz. Como si no fuera mía.

Lo zarandeo un poco pero no logro que despierte.

- Mía ¿qué ocurre? Estoy llegando ¿vale? - grita desde el otro lado del teléfono.

- Marc.....

No tenemos cobertura y la llamada se ha cortado. Con la mano libre le pego a Dante una bofetada con todas mi fuerzas.  Abre un poco los ojos, sin fuerzas.

- Gracias a Dios, Muévete - Lo empujo hacia el asiento del copiloto sin soltar el volante.

Tengo el pelo revuelto por el aire que entra a través de la ventanilla y la frente empapada en sudor, pero lo que más noto es mi corazón, jamás me había ido tan rápido. Nunca había tenido la certeza de que vivir o morir iba a depender de lo que yo hiciera. Si me tumbo detrás a llorar como un bebé, Dante y yo moriremos y eso no puedo permitirlo.

Con muchos esfuerzo se deja caer sobre el asiento de al lado. Me coloco frente al volante y tengo que girarlo noventa grados para impedir que vuelvan a revasarnos.

Miro de reojo la herida  que tiene el hombre que siempre me protege. Le han herido entre el hombro y el cuello. Está perdiendo demasiada sangre, si no hacemos algo rápido podría morir.

Volvemos a la autovía y piso a fondo. El velocímetro marca ciento setenta. Yo soy  como una abuelita al volante, rara vez voy a más de cien. Y aquí estoy ahora, haciendo como en las carreras de coches. La única diferencia es que en el cine todo es falso, en la realidad todo se ve como borrones que pasan demasiado de prisa a nuestro lado.

Estoy segura de que en cualquier momento me dará un infarto.

- Dante ¿Qué hago? Ayúdame, por favor - Suplico.

- A.. Acelera - se esfuerza en contestar - Y no p... Pares

Cambio de carril para adelantar a un  coche que va a una velocidad normal, pero no para mi ahora mismo. Suenan disparos a nuestro alrededor e instintivamente me agacho sobre el volante, uso una de mis manos para taparme la cabeza.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Entre Mafias