Esposa bajo contrato romance Capítulo 16

Carlotta se sentía indignada, sabía que su amiga era impulsiva, pero esto que había hecho era inconcebible «¿Qué bicho raro se le metió a ella? ¿Cómo se le ocurre decir esas barbaridades a los medios?» se dijo mentalmente, porque lo que había hecho le parecía una completa locura. Por un momento se quedó pensativa y de pronto una idea le vino a la cabeza.

«¡Mierd4! ¡No puede ser! ¿Será que se enamoró de Mike? Solo de esa manera se puede explicar esa irracionalidad por su parte, porque definitivamente esto es demasiado, incluso para ella».

—¡Préstame tu celular! —le ordenó Carlotta a Mike—. Debo hablar con esa mujer, a ver si está loca y por eso pretende tirarle piedras a los aviones.

Marcó su número con rapidez y antes de ella hablar, escuchó al otro lado de la línea una histérica Katy.

—¿Pensabas que no iba a atreverme a denunciarte porque eres el todopoderoso Hamilton? Pues esto te enseña a que no le temo a nada, y más para defender a mi amiga ¿Qué le hiciste? ¿La mataste y la descuartizaste cómo hiciste con esa otra chica? Y no vengas a decirme que no es así, o que mi amiga está bien, porque no te creeré hasta verla o escucharla… —su amiga hablaba con mucha rapidez, casi no respiraba —. La llamé y su teléfono no contestó y hoy apenas se conectó por unos pocos minutos y no respondió, ella jamás me dejaría en visto. Sabes su familia es poderosa. Su papá es un ex campeón de un deporte y voy a decirles lo que hicieron con ellas y verás que te volverán nada, los va a destruir a todos los Hamilton.

—Katy ¡¿Por qué carajos hiciste eso?! ¿Sabes lo que has provocado con ese escándalo? —habló Carlotta molesta y enseguida un grito ensordecedor de alegría se escuchó al otro lado.

—¡Amiga! ¡Mi Carlotta estás bien! —exclamaba feliz con una mezcla de emoción, sorpresa y llanto, fue tan extraño que Katy terminó llorando, como si fuese una gran actriz, o como si en verdad estuviera sorprendida y alegre de haberla escuchado.

—¡Por Dios Katy! ¿Qué te pasa? Estás hablando como si de verdad hubieses creído que yo estuviera en peligro —manifestó Carlotta con desconcierto.

—¡Claro que lo creí! No tienes idea del alivio que estoy sintiendo —sollozó—. Es que me encontré casualmente a un amigo cuando salí de preguntar por Mike en su club, y ese hombre me contó lo que pasaba allí, fue muy amable conmigo, me dio hasta los contactos con los periodistas para que los trajera y me dijo que no debía dejar a los Hamilton salirse con la suya, que ese tal Mike fue el causante de la muerte de su hermana y que hasta su padre era un sinvergüenza. Al oír eso me aterré, si te llega a pasar algo me muero… solo de pensar que no tendré a nadie más a quien joder me causa terror.

Katy la escuchaba hablar, sabía que su preocupación era sincera, y como siempre le pasaba, la rabia se disipó, y dejó de estar molesta con su amiga, esa capacidad de hacer eso, solo se la había conocido a ella, te podía hacer sentir en un momento con ganas de matarla y cuando te hablaba, te terminaba convenciendo, que hasta terminabas llorando con ella y entendiéndola, por eso allí estaba ella, deseando estar a su lado para abrazarla y consolarla.

—¿Qué estás diciendo? ¿Cómo es eso de no dejarlo salirse con la suya? ¿Puedes ser más específica? Porque no estoy entendiendo del todo —expresó; no obstante, su amiga, seguía sollozando, por eso no la entendía, muy bien, hasta después escucharla hablar en un tono moderado, algo muy poco característico en ella, a menos que tuviera contando un chisme.

—Brandon, así se llama ese hombre, me dijo que Mike fue el causante de la muerte de su hermana melliza Berenice y que cuando a ella se la llevaron, él no quiso creer, pensó que se iba a ir por voluntad propia y una semana después ella apareció muerta… me dijo que nunca pudieron conseguirse prueba, que las autoridades alegaron que solo se trataba de pruebas circunstanciales y no lo podían encerrar por eso… tenía mucho miedo, por eso lo hice, perdóname. Lo siento mucho, he metido la pata hasta el fondo… soy una rolitranco (*) e loca —pronunció con un tono de pesar y Carlotta se conmovió.

—Tranquila, no te preocupes, solo espero que mi familia no haya escuchado nada de esas noticias, porque seguro se va a armar la tercera guerra mundial entre ellos y los Hamilton, y esa familia mía que son tan vengativos, los volverán papillas en apenas unas horas —habló Carlotta con un suspiro.

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