Esposa falsa de Simón romance Capítulo 147

Dicho esto, Simón le quitó bruscamente el pijama que acababa de ponerse.

- ¡Ah!- exclamó Frida, con su pequeño cuerpo temblando de miedo en sus brazos. Mientras observaba cómo las manos de Simón comenzaban a recorrerla de nuevo, pensó en aquel momento de vértigo de la mañana, cuando aún le dolía alguna parte del cuerpo.

Si volviera a ser como de la mañana…

-¡No, no lo hagas! - Frida agarró sus manos a tientas y casi lloró, - ¡No me hagas esto! -

Si volvían a tener un sexo intenso como el de esta mañana, Frida no estaba segura de poder conservar a su bebé.

La reacción exagerada de ella sorprendió un poco a Simón, pero aun así aumentó la fuerza de sus manos amasando sus pechos, tenía ojos feroces, - ¿Qué? ¿Has hecho algo malo y tienes miedo de que lo compruebe? -

Frida se atragantó con la voz, - ¡Simón, esta mañana he ido al hospital para una revisión médica! -

Al oír estas palabras, Simón dejó de actuar.

-No puedo tener sexo contigo, o… el bebé abortará. -

Finalmente, Frida sacó esas palabras, esperando que Simón dejara de forzarla.

Simón, cuyo rostro había sido frío, estalló en cólera tras escuchar la palabra bebé, y la fuerza de sus manos se hizo más pesada mientras arremetía, - ¿Cómo te atreves a mencionarme al bebé? Es sólo un bastardo, quería que abortaras, ¿crees que me importa? -

A Frida le arrancó el pijama.

Bajo los ojos de Frida apareció algo de desesperación mientras tiraba de la manga de Simón, - ¡No! Claramente me prometiste quedarme con el bebé antes. -

Las lágrimas habían brotado bajo sus ojos, y en ese momento estaba mirando a Simón. Sus ojos eran como lagos fríos, sólo que estaban rojos.

Simón se quedó congelado por un momento, ablandándose de repente un poco.

De repente, sonrió, - Está bien, si me lo ruegas. -

Frida no dijo nada.

Simón la tentó, - Me lo ruegas y te perdono a ti y a tu hijo. -

Frida le miraba estupefacta, con las lágrimas aún colgando de las comisuras de los ojos.

- ¿Me perdonarás si te lo ruego? -

No estaba muy convencida, porque Simón era temperamental y temía que si se retractara de su palabra.

Pero si no lo pedía, no tendría ninguna oportunidad. El médico le había dejado muy claro que si Simón iba a forzarla esta noche…

El bebé sería definitivamente abortado.

-Eso es si ruegas. -

Y así es.

Las promesas de Simón no vuelven a ser las de antes.

Frida no tenía muy buena cara. Su agarre de la mano de Simón se tensó un poco antes de susurrar, -Vale, entonces te ruego … que me dejes en paz esta vez, ¡déjanos a mí y al bebé en paz, por favor! -

Las pupilas de Simón se tensaron de repente.

En realidad, le había rogado.

Como quería mantener al bebé en su vientre, no tuvo ninguna queja cuando él le pidió que organizara tanta información por la mañana. Cuando la humillaron delante de todos en la sala de conferencias, tampoco opuso resistencia. Ahora, incluso por el bien de este bebé, le rogó que los dejara en paz.

Simón se burló.

-Una mujer del segundo matrimonio, eres tan fiel como una idiota. ¿Tu matrimonio se ha divorciado y todavía quieres quedarte con el bebé para ese hombre? ¿Es porque quieres volver con él algún día? -

Al final de la frase, el tono de Simón se impregnó de severidad y la temperatura a su alrededor pareció bajar.

¿Por qué siempre mencionaba a Kevin?

Frida quería gritarle a Simón que ese bebé en su vientre no tenía nada que ver con Kevin.

Pero … volvió a pensar en lo que le había dicho Sofía.

¡El traje era de Óliver!

Es el hermano mayor de Simón, Óliver.

¿Podría … el padre del bebé en su vientre ser Óliver?

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