Esposa falsa de Simón romance Capítulo 149

A Óliver le pareció extraño y se quedó helado durante unos tres segundos mientras salía del coche y la alcanzaba.

- ¿Frida? -

Óliver le bloqueó el paso y la miró con desconfianza, - ¿Qué te pasa? -

Frida no fue muy amable, -Hermano, no está lejos de la oficina, iré andando. Me saltaré el hospital, gracias por hoy. -

Dicho esto, Frida ignoró a Óliver y se marchó directamente.

Óliver no la persiguió más, ya que se quedó quieto y vio a Frida alejarse.

Frida tardó en llegar a la oficina, pero la mayoría de la gente aún no había venido a trabajar y se dirigió a su despacho.

El escritorio seguía apilado con un montón de información como ayer, salvo que algunas zonas se habían despejado para dejar espacio libre. Estaba a punto de ir a mover la información cuando se dio cuenta de que tenía las manos cubiertas de pomada y eso era un inconveniente.

Sólo pudo usar su otra mano para ordenar la información primero, hasta que el calor de su mano desapareció y fue al baño a lavarse la pomada.

Por suerte, sólo era la sopa caliente, no una quemadura especialmente grave. Llevaba más de una hora aplicando la pomada y la herida estaba mucho mejor.

Cuando Frida volvió a la oficina, se encontró con Simón, que había venido a trabajar.

Como ayer, se mostró indiferente a ella y ni siquiera la miró.

Estaba en una silla de ruedas y fue llevado a la oficina por Rafael.

Frida volvió a su asiento para seguir ordenando la información. Probablemente por el cansancio y la falta de descanso de los dos últimos días, Frida no tardó en quedarse dormida sobre su escritorio.

No estaba claro cuánto tiempo llevaba dormida cuando Frida oyó que alguien la llamaba por su nombre.

-Frida, ¿por qué sigues durmiendo? Levántate y vamos a comer. - La persona que la despertó fue Naomí, que llevaba mucho tiempo esperando en el comedor sin ver a Frida, así que subió a buscarla.

Quién iba a saber que dormía en su escritorio.

Frida estaba medio dormida cuando oyó que alguien la llamaba por su nombre y abrió los ojos con dificultad para mirarla, - ¿Naomí? -

- ¿Por qué duermes aquí? Démonos prisa y bajemos a comer, si vas más tarde, el comedor se quedará sin comida. - Dijo Naomí, e ignorando su estado, la sujetó directamente del brazo y tiró de ella hacia arriba.

-De acuerdo. - Frida, que también tenía intención de ir a comer, se levantó con su arrastre.

Acabó dando dos pasos cuando su visión se volvió negra y su cuerpo cayó sin control.

Naomí gritó, -¿Qué te pasa? No te caigas sobre mí, tú tampoco te caes en el suelo … No, mejor que te caigas sobre mí. -

La fuerza de Naomí era bastante fuerte y la ayudó durante un tiempo. Finalmente, Frida cayó sobre el cuerpo de Naomí, Naomí la miró sin palabras, sólo para descubrir que los ojos de Frida estaban cerrados.

-¿Frida? ¿Frida? -

-Mierda, ¿te has desmayado? ¿Qué te pasa, tengo que llevarte al hospital? -

Naomí miró a su alrededor y sólo pudo suspirar con impotencia cuando se dio cuenta de que no había nadie en absoluto.

Puso a Frida de espaldas y luego se esforzó por dar un paso adelante.

Cuando llegó al ascensor, una voz surgió de repente detrás de ella.

Fue como si la puerta de la oficina se hubiera abierto, y Naomí miró hacia atrás para ver a Rafael empujando a Simón fuera de allí.

Las miradas de los tres se cruzaron en el aire, y Simón vio a Frida de sus espaldas, y sus hermosas cejas se fruncieron.

Naomí se acordó de los rumores en la empresa antes y habló para explicar, -Señor … sólo vine a buscar a Frida para que comiera conmigo, pero quién sabe si se desmayó de repente después de unos pasos, al parecer, tenemos que llevarla al hospital. -

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