Esposa falsa de Simón romance Capítulo 232

¿Divorciarse de ella? Al escuchar estas palabras, Simón frunció el ceño de inmediato, en realidad antes había pensado en divorciarse de ella, pero después de vivir juntos con ella por un tiempo, de repente descubrió que esta mujer no era lo que él pensaba, tal vez ...

-Sé que de toda forma te preocupas por el niño que está en su barriga, pero el estado de salud de su cuerpo no la permite abortar, por eso tienes que tratar de aceptarlo. -

Al escuchar de esto, Simón levantó los ojos y miró a Raquel, -Raquel quieres decir que tengo que obedecer lo que me arregló por la familia Freixa, ¿viviré junto con esa mujer en el futuro? Incluso... ¿no me importa si ella tiene la relación sexual con otro hombre y me traiciona? -

El gesto de Raquel se cambió un poco, y luego dijo impotente, - ¿De qué estás hablando de tener relación sexual con otro hombre y te traicionara? Recuérdate ella tuvo el embarazo antes de casarse contigo, solo porque ella conoció a alguien que era un malvado, si le gusta, debe sentirse lástima a ella y la trata mejor en el futuro. La veo ... ella tiene los ojos con mucha claridad y no tiene malas intenciones. Lo más importante es que ahora estás en una silla de ruedas, ella no te desprecia, sin embargo, te defendió muchas veces, no existe mucha mujer tan bondadosa como ella. -

Simón escuchó estas palabras y estaba de acuerdo con lo que dijo Raquel, pero también escuchó algunas palabras especiales, entrecerró los ojos y miró peligrosamente a Raquel, - ¿Quién dijo que me gustaba? -

Al inicio Raquel solo lo dijo casualmente, no esperaba que Simón disputara con ella por ese dicho, de repente ella pensó en algo y se echó de reírse, - ¿Qué pasa? Te he hablado tanto, ¿pero solo oíste a estas palabras? No sé si te gusta o no, pero en realidad estás dando importancia a ella, ¿de verdad? De lo contrario, ¿por qué la última vez dejaste a Rafael que me llevara allá para ayudarla? ¿Estaba entremetido o estaba haciendo beneficencia? -

Cuando Raquel criticaba a Simón, con una actitud implacable y Simón se quedó aturdido.

- ¿No has pensado por qué hiciste eso para ella? -Raquel le preguntó.

Después de ver que el gesto de Simón se cambió bruscamente, Raquel se quedó riéndose con triunfo, puso unos frascos de medicina sobre la mesa. -Las heridas de ella no se pueden tocar el agua en estos días y es necesario limpiar, desinfectar y echar los apósitos todos los días, tienes que cuidarla bien. -

Al escuchar esto, Simón frunció los labios, -Tengo mucho trabajo, la traeré aquí todos los días. -

-Estoy muy ocupada. Si no hubiera problema muy grave, no me molesta, puedes resolver estas pequeñas heridas, ¿No sabes cómo cambiar la medicina? Entonces dejas que las heridas de ella continúen doliendo o que se inflaman. -

Después de terminar de hablar, Raquel se dio la vuelta y caminó hacia el frente de la oficina para abrir el cajón, justamente una enfermera tocó la puerta para recordarle, -Raquel, tienes una operación en media hora y es la hora para los preparativos. -

-Está bien, voy enseguida. -Raquel asintió. La enfermera se fue. Raquel miró a Simón. - ¿Oíste? Voy a ejecutar una operación pronto. Ella está descansando en mi oficina, después de despertarse, llévala a casa. -

Raquel empacó sus cosas rápidamente y se fue, dejó a Simón solo en la oficina, él estaba pensando en algo, mirando a los frascos de medicina, y finalmente extendió la mano y regañadientes cogió los frascos de medicina en su palma.

Dentro de la oficina estaba tranquila y Frida debía aún estar durmiendo.

De hecho, Frida no estaba dormida. Después de que Raquel salió, se levantó de la cama y quiso salir, pero cuando se acercó a la puerta, de repente escuchó la conversación entre los dos, por eso escuchó de toda la conversación.

Después de escuchar, no se atrevió a salir, porque tenía la conciencia culpable, por lo que solo podía volver a la cama y acostarse con los ojos cerrados.

Pero ella se sentía mucho dolor, y todo el cuerpo estaba pegajoso después de aplicar el medicamento, y era muy incómoda acostarse, por lo que Frida frunció el ceño.

No sabía que había pasado cuánto tiempo, hubo un ruido repentino afuera, era el sonido de ruedas rodando, aunque el sonido era muy suave, estaba demasiado tranquila en la oficina, y Frida podía escucharlo con mucha claridad.

Al darse cuenta de que probablemente que Simón entró, Frida pensó en la conversación anterior entre Raquel y él, sus pestañas temblaron levemente, y luego se volteó su cuerpo silenciosamente, y se quedó su espalda hacia la puerta.

De lo contrario, cuando Simón entró más tarde y podía descubrir que ella no estaba durmiendo.

La puerta se abrió y Simón entró.

Sus ruedas rodaron suavemente hacia la cama, mirando a Frida que se estaba acostada en la cama, justamente vio a las cicatrices en su brazo blanco y su cuello.

Cuando vio a estas cicatrices, había una pizca de cruel en sus ojos oscuros.

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