Esposa falsa de Simón romance Capítulo 241

Después de hablar, la otra parte colgaba directamente la llamada.

Frida solo podía escuchar un sonido de llamada ocupada, y no había tiempo para decir una palabra más.

Después de quedarse un rato, Frida colgaba el teléfono y suspiraba.

No estaba normal.

Debía haber algo anormal.

Cuando Rafael la envió de regreso durante el día, fue como si tuviera algo de decir pero no podía decir, obviamente algo se escondía de ella, pero él no se atrevía a decirle.

Pero Frida no podía adivinar cuál era la cosa concreta.

Además, Simón salía repentinamente de la reunión y desaparecía todo el día, ¿Qué significaba esto?

Se ocupaba en un asunto importante, aunque ella no sabía qué era.

Pero todo el mundo tenía curiosidad.

Especialmente después de que Frida decidía hacer lo que quisiera, esperaba poder meter en la vida de Simón y poco a poco ser querida por él, por lo que naturalmente quería saber todo sobre él.

Pero... ella no tenía pistas, no había forma de encontrarlo en absoluto.

Olvídalo, era mejor que volviera a la habitación y lo esperara.

Esperando a que Rafael lo encontrara, Frida regresaba a la habitación.

Tumbada en el mullido sofá, Frida miraba el techo blanco como la nieve, inconscientemente ponía la mano sobre su vientre para acariciarlo y murmuraba, -Bebé, si mamá quiere estar con él, él... ¿te aceptará?-

Frida sabía que el bebé en su vientre aún no se había formado y no podía escuchar lo que estaba diciendo, pero todavía esperaba que Simón pudiera aceptar al bebé.

Pensando en esto, Frida sonreía levemente.

Se acordaba de los ojos simpáticos de Óliver de repente, Frida se sobresaltaba, ¿cómo podía pensar en él en este momento? Sacudía la cabeza con mucha fuerza.

Recordaba el sueño que tenía anoche.

-¿Una mujer como tú merece mi amor?-

Una voz fría sonaba en sus oídos sin piedad, en su sueño, los ojos de Simón estaban tan fríos, no era exagerado decir que eran como hielos y nieves.

De repente Frida pensaba que era una ilusión, estaba embarazada de otro hombre, pero esperaba que Simón lo aceptara, ¿era posible?

Por supuesto imposible, todo era un deseo delirante.

Frida se sentía decepcionada, se levantaba y volvía a su cama, acostándose sin dormir.

No era hasta que amanecía que Frida se dormía somnolienta.

Cuando se despertaba, era casi mediodía, Frida se daba la vuelta y el sol brillaba violentamente por la ventana, se levantaba y miraba el teléfono, eran las diez de la mañana y aún sin noticias.

Rafael... no le había llamado.

Frida volvía a mirar a su alrededor, todavía estaba vacío, Simón... ¿no regresaba?

Ella lo pensaba por un rato, finalmente llamaba a Rafael.

Después de conectarse, la voz de Rafael sonaba cansada.

-Señora Frida.-

-Rafael, Simón... ¿cómo está? ¿Lo encontraste?-

-El señor Simón está ahora en la empresa.-

Al escuchar que él estaba en la compañía, Frida finalmente se sentía aliviada, ella daba un suspiro de alivio y decía, -Bueno.-

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