Esposa falsa de Simón romance Capítulo 43

-He salido para lo privado, de veras.-Hasta el trance, se advertió a sí misma que no podía contarlo. Era el mandado de Leonardo, si lo dijo a Simón, era igual que traicionar al él. Eso haría empeorar la relación entre el nieto y el abuelo.

Al pensarlo, Frida se mordió el labio y negó.

-Ejem.-Simón se le fijaba entrecerrando los ojos con una señal peligrosa.-Te doy la última oportunidad. Dímelo.

La voz era indiferente llevando la gran autoridad. La chica mordió el labio con más fuerza-Lo que he dicho es verdadero, yo he salido de compras solamente. Y además, ya me has retenido el sueldo de un mes, ¿no? No me lo he opuesto. Señor Simón, no hace falta saber qué he hecho, ¿sí?

El hombre se suspendió, los ojos estrechos se le fijaban peligrosamente-Di lo que has dicho de nuevo.

Frida retrocedía afuera cogiendo el móvil, mientras tanto, le decía-¡No!

Simón se encapotó-¿A dónde vas?

-¡A apartarme de ti!

Terminadas las palabras, la chica se volvió y corrió afuera.

Salió corriendo rápidamente de la habitación, ella se dispuso a buscar a aquella sirvienta. Se volvía la cabeza mientras andaba, se le fue un suspiro de alivio cuando vio que simón no le alcanzó. Sacó el móvil y echó una mirada, descubrió que hubo un mensaje enviado por Sofía.

-Yo me he puesto en marcha, espérame la buena noticia. Un beso.

Parecía ella ser imperativo, por eso Frida pensó que no debía preocuparse tanto.

Se quedaba afuera un buen rato para esperar la llamada de su amiga.

Llevaba mucho tiempo esperándola, Sofía le llamó-Todo está bien, no te preocupes.-

Frida se emocionó por la noticia, le preguntó en voz baja-¿Ya has tomado el botón?-

-Por supuesto, ahora está en mi mano ,¿si te tomo una foto?-

-No hace falta, está bien conseguirlo. Pero, ¿cómo lo hacéis? ¿si se lo descubre?-

-Tranquila, estás segura de lo que hago, ¿no? Querida, descansa con placidez. Ah, otra cosa, debes saber cómo contestar si algien te echa la pregunta, ¿no? Eso es todo, todavía me queda algo que resolver. Hasta luego, un beso.-

Terminadas las palabras, Sofía colgó el móvil. Frida estaba en pie allí sin otra reacción. Su esa amiga era una persona confiable, creyó que podía despedirse del asunto.

Mientras pensaba, la sirvienta que hubo limpiado la habitación corría resoplando hacia ella.

-Dama.

Al verla, Frida guardó el móvil y ajustó bien la expresión.

-¿Qué pasa?

La sirvienta estaba bastante nerviosa, le dijo mordiéndose el labio-Dama... yo... Perdóneme, Lluvisa me ha contado que ella ha perdido su botón sin querer...-

Frida se encapotó y le preguntó-¿Qué? ¿No se puede encontrar el botón?-

-Ella ha chocado contra un coche en el camino de regreso después de comprar, todo lo que se lleva se ha extendido por el suelo. Pero lo ha encontrado sin el botón.-

Un accidente...

Los párpados de Frida saltó fuertemente, ella adelantó deprisa-¿Ella ha chocado contra un coche? ¿Está herida?-

La sirvienta se asombró por su repente, le contestó con tartamudeo-No... Solo ha perdido el botón, no es grave.-

Frida suspiró de alivia.

¡Qué loca estaba Sofía que hubo causado un accidente! ¡Vaya asusto!

-Dama, Lluvisa no se ha herido, pero ha perdido su botón, no sé qué hacer...-La sirvienta no olvidó a aquella persona que se hubo marchado antes, según dice, la cual se hubo echado debido a que ella hubo vertido la leche sobre la dama. A la hora de salida, ella hubo hablado mucho mal de Frida, pues todos podían inferirlo sencillamente.

Por eso en la opinión de la sirvienta, la dama recién casada merecía el respeto.

-Vale.-Frida se desarrugó el ceño después de meditar un buen rato encapotándose,-Solo un botón, a pesar de que no se lo encuentra, piensa que no lo he visto.

-Pero... para usted, aquel botón posee mucha importancia, ¿no?

-Sí, pero vuestra seguridad también es muy importante, no puedo exigiros hacer algo más para un botón. Olvidadlo si no se puede encontrar. Pero no lo mencionaréis, si no...tal vez provoquéis mi tristeza.

La sirvienta asintió con la cabeza sucesivamente-No se preocupe, Dama, no lo haré, y voy a transmitirlo a Lluvisa. Dama, ¡qué amable usted es que no nos indaga la responsabilidad! Muchas gracias.-

-Pues me voy.-

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