Esposa Mia romance Capítulo 11

Antes que leean, les agradezco mucho por leer nuevamente esta historia de mis personajes Favoritos, espero les guste y ya saben capitulo 18. Solo para adultos, esta bajo su responsabilidad leerla y quedarse traumados ?

Cariza.

¡Muerta! Así debería de estar. Ya no quiero sentir nada por ese mal hombre, me enamore del sin saber el porqué, quizás si lo sé pero me rehusó a reconocerlo, ya no vale la pena sentir lo que estoy sintiendo en mi corazón, tengo que sacarlo como sea y desecharlo. Por otro lado no comprendo cómo se llegó a enterrar que estuve llamando a Maximiliano toda la semana. ¿Qué tipo de fenómeno es mi esposo? Sabe todo referente a mí.

Llevo días con el corazón en la boca. Bueno exagero un poco. El día de ayer pensé que moriría al caerme en la alberca, por suerte la Bestia me rescato y logre salir con vida pero luego de eso empecé a tener una extraña pesadilla de una niña y un niño. En fin ni idea.

Suspiro aburrida, cansada y desganada, los domingos solía salir con Keyla y Joel ibamo al parque de villa feliz o a ver una buena película en estreno. Pero ahora estoy cautiva, ni siquiera puedo salir a caminar.

Observo la habitación y me pregunto si deseo estar encerrado todo el bendito día. Arthur entra con una Sonrisa estampada en sus labios. ¿Qué le sucede?

-Cariza, dentro de poco Nina traerá un vestido de noche. Quiero que te pongas bella, esta noche tenemos una cena benéfica en el Hotel Real Continental de Tegucigalpa. Ya sabes debes actuar como mi novia, eres muy joven para parecer una esposa.

Parpadeo por todo lo que me ordena, sus posos verdes son realmente cautivadores. Sin embargo es un idiota, manipulador pedófilo. Él sabe muy bien que soy una niña, bueno lo era ya que ya no soy más una señorita.

-Ya era hora que me sacaras de este infierno- comento sin importar lo que él me diga o haga, ojala y no me venga a tomar del cuello como lo hizo ayer. Por un momento llegue a pensar que me mataría. Niego dejando todo ese mal pensamiento.

Arthur se encuentra recostado y muy concentrado en la televisión, y yo solo lo miro sin entender del porque es un hombre tan duro y con mucho rencor en su corazón, quisiera saber qué piensa de mi o que lo llevo a comprarme, dejo de lado mis pensamiento al oír la voz de Nina llamar al otro lado de la habitación, le digo que entre, ella entra apenada, en sus manos trae dos cajas blancas, lo deja sobre la mesa.

-Puedes retirarte Nina - le ordena Arthur sin dejar de ver la televisión

-Con su permiso- responde ella con la cabeza baja.

-Gracias Nina- agradezco sin desviar la mirada de la Bestia. Es un odioso. Me levanto de la cama, abro una de las cajas. El vestido es de color negro mangas larga, las orillas es de color dorado, el vestido es de mi estilo, fruncí el ceño sorprendida. Desconozco muchas cosas de Arthur, en cambio el conoce mucho de mí, suspiro hondo y negué aturdida por tanto misterio. Abro la otra caja encontrándome con un par de sandalias altas color dorado.

Me duche por media hora, al finalizar me coloque el albornoz y salí del baño, noto que Arthur no está, me encojo de hombros restándole importancia. Seco mi cuerpo y luegñ aplico crema y loción, después me pongo ropa interior a juego color negro... deslizo el vestido por mi cuerpo acomodándolo, seco mi cabello con la secadora, aplico un poco de maquillaje en mi rostro, dejo mi melena suelta una vez lista observo mi reflejo en el gran espejo.

Satisfecha sonrió al verme radiante.

La puerta de mi habitación se abre dejándome ver a un Arthur con traje de gala lo cual lo hace ver jodidamente Sexy y guapo y como siempre con su cara toda seria.

-¿Lista?-pregunta elevando sus gruesas cejas.

-Así es ¿Dime esposo mío como me veo?- le pregunto pero de nada me sirve porque no ve eso en mí. Sin notarlo se acerca a mí, tomándome del rostro delicadamente junta sus labios con los míos provocando miles de sensaciones placenteras. Quedo sorprendida por su acto. ¿Desde cuándo el besa de esta manera?

-Estas hermosa mi pequeña- comenta pasando su lengua por mis labios. Su sonrisa me hace sentir mariposas revoltosas en mi estómago. ¡Dios mío que hice mal para enamorarme de esta Sexy Bestia!

***

-Llegaremos en 3 horas- me informa sin dejar de ver la autopista.

-Ah sí que bien- respondí recostándome en el respaldar del asiento. El silencio de ambos reinaba agradable, observaba de vez en cuando a mi esposo el cual lucia tranquilo, cerré mis ojos para relajarme.

Llegamos al hermoso Hotel Real. Arthur me ayuda a bajar, entrega la llave al encargado de los autos, toma mi mano apretándola como si no me doliera. ¿Qué demonios le sucede? Entramos al lujoso lugar esta se encuentra repleta de personas a dineradas, todo es lujo en este gran hotel.

Cuando llegamos a una gran mesa por cierto muy bien decorada, mi esposo empieza a saludar y a presentarme como su novia. Después tomamos lugar en las delicadas sillas de maderas bronceadas y acolchonadas. Unos que otros comentarios me hacían sentir incomoda, decidí observar el lugar y no prestar atención a los comentarios. Tres hombres al ver a mi marido lo saludan y se sientan, junto a ellos están tres mujeres muy elegantes, nos saludaron con una sonrisa falsa, una de ellas no desviaba su mirada de Arthur hasta se mordía el labio. ¿Será perra? Porque motivo mira tanto a mi esposo.

-¿Cariza sucede algo? - cuestiona mi esposo apretando los dientes.- Por lo menos saluda con una sonrisa.

-Disculpa- respondí con la mejilla colorada. Me sentía avergonzada al ver a uno de los hombres extender su mano en mi dirección para que yo lo saludara.

-Hola... mucho gusto me llamo Cariza Golddi.

-Es usted muy linda señorita Cariza, el gusto es mío, Christian Pellas para servirle- saluda tomando mi mano.

Increíble, es uno de los Pellas, lindo nombre y muy guapo, le sonrió y de reojo observo el rostro de mi esposo el cual lo miraba con total seriedad. Seguro le molesto el comentario del guapo. La mano del tal Christian aprieta la mía con fuerzas, su agarre no me agrada, me suelto de él rápidamente.

Arthur me presenta con los demás hombres, incluso con las damas la cual no dejaban de cuchichiar comentarios sobre mi edad. La que me calló hasta la patada es la de pechos y labios operados, su nombre creo que es Araña o Irina, algo así creo que escuche. Aunque no le quedaría mal nombrarse Araña. Sin duda tiene bonitos ojos y rostro limpio, pero juro que no me agrada peor a como mira a mi hombre, si dije MI HOMBRE.

-Cuanto tiempo Arthur Miller y ahora estas acompañado- comenta la tal Irina con coqueteo.

-Exacto, estoy muy acompañado con mi prometida- replico mi Bestia con su típica voz.

Chúpatela Araña operada.

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