Esposa Mia romance Capítulo 2

CAPITULO 1

Cariza.

Cada día que pasa entiendo menos las intenciones de mi padre. Dice que deje mis estudios ya que jamás lograre terminarlos, según él estoy perdiendo mi tiempo. Definitivamente no lo entiendo, pero como dicen por ahí, es mejor que haya un loco y no dos.

Me llamo Cariza Golddy. Me falta poco para terminar la secundaria y unos seis meses para cumplir mis diecinueve años de edad, quizás ya soy mayor edad en este país, pero mientras viva con mis padres sigo siendo una mantenida hija de papi y de echo debo obedecer y hacer cada cosa que ellos me digan. Dejando atrás a mi papi les contare un poco de mí, bueno estoy fascinada con el chocolate y las Uva son dos cosas que amo, a pesar que el chocolate tiene demasiada grasa, en fin ¡me encanta!

En mis pasatiempos la paso dibujando o bien leyendo alguna historia de amor. Me encanta leer esa es una de las cosas que no dejaría jamás.

Tengo novio, su nombre es Maximiliano él es dos años mayor que yo. Es nacido en el Salvador, pero vive acá en Managua ya que estudia en la Universidad Politécnica. Nos amamos mucho y llevamos un año de ser novios. Aparte de eso tengo dos mejores amigos; Keyla y Joel ambos son únicos.

Bueno dejando de lado todos, les diré que pronto me graduaré y mi deseo es estudiar Diseño Gráfico, Arquitectura o pintura. Estoy colada con todo lo que se base en dibujo, arte o diseños de ropa. Al salir de clases me reúno con mi novio Max él me lleva a la heladería más cercana al colegio, los dos estamos tomando un rico helado de chocolate. Mi preferido.

- ¿Cuándo aceptarás irte conmigo un fin de semana? - pregunta Max jugando con mis manos.

-No lo sé- respondo con tristeza. -Mis padres son estrictos y a ellos les desagrada la idea de que tenga novio.

Sólo mis amigos saben que tengo novio, si mis padres se enteran, serían capaces de encerrarme en mi habitación por meses, luego me prohibirían ver a Max. Es lo que menos deseo. Lo mejor es mantenerlo en secreto y así nadie podrá separarnos.

Observo a Max algo frustrado y para calmarlo le doy un suave beso en la mejilla.

-Pronto- sonrió. Al salir de la heladería, me quedo esperándolo ya que se ha ido a comprar una malteada para llevar. Entonces siento esa extraña sensación como si alguien estuviera observándome, pero sin dudas que así es, un auto lujoso esta estacionado a unos metros de donde estoy. Me tenso cuando el parabrisas baja y veo como un hombre me observa. Me hace sentir extraña, es como si lo conociera de antes ¿pero de dónde? Definitivamente es un tipo muy guapo, se nota que es algún rico de estos rumbos.

Miro a mi alrededor para ver si está mirando a alguien más, sin embargo, es a mí a quien observa detalladamente, provocando que se me erice la piel. Luego alza un dedo apuntando en mi dirección. Sonríe de lado y sin más arranca su auto a gran velocidad. Me abrazo a mí misma al sentir escalofríos. ¿Qué fue eso? Una mano rodea mi cintura me estremezco algo asustadiza al sentirla.

- ¿Pensando en alguien más? - pregunta Max besando mi cuello. Niego. -No es eso sólo vámonos. Son más de las dos de la tarde y mi padre es capaz de echar un grito al cielo -bufo y Max se ríe.

-Claro mi amor, vamos te llevo.

***

Al llegar a mi barrio le digo a Max que me deje en el parque como siempre. De aquí son tres cuadras más para llegar a mi casa. Nos despedimos con un suave beso que me deja tonta y más enamorada.

- ¿Te veo mañana? -pregunta.

-Sí -prometo dándole otro beso corto. Me gustaría pasar más tiempo con él, pero sé que es imposible. Mis padres controlan mi vida porque soy menor de edad con dieciocho años, pero no falta mucho para que cumpla los diecinueve. -Nos vemos.

Llego caminando a casa y tardo unos diez minutos, ya que soy lenta y algo a tontada. Mi padre dice lo mismo. Siempre me recuerda todos mis defectos. Sólo espero que no me regañe. Respiro hondo y saco todo el aire contenido por la caminata que me eché.

-Hola mamá -saludo entrando a la sala. - Ya estoy en casa.

-Hola mi amor, llegas tarde-me reprende. -Sabes muy bien cómo se pone tu padre cuando vienes tarde.

-Lo sé mamá, pero deben entender que estoy en último año, debo reunirme con mis compañeros para hacer algunas tareas. - Me quejo. -Por cierto ¿dónde está él?

-Intenta no llegar tarde la próxima vez. - mamá insiste suspirando. -Tu padre está en la empresa trabajando, avisó que llegaría tarde, sabes que es socio a pensar de habernos quedado en la calle. -La última parte lo dice sonando triste.

-Oh, bien-susurro sin querer comentar nada, si hubiera sabido que papa tardaría en su trabajo habría pasado más tiempo con Max. -Iré a cambiarme.

Entro a mi habitación y dejo mi mochila a un lado, pienso en la vida que teníamos antes. Yo era una niña de 12 años cuando papá al hacer un mal manejo, perdió su empresa. No sólo eso, sino que lo despojaron de la mansión y otras cosas que para él eran de suma importancia. Paso el día haciendo un par de tareas y cuando llega la noche decido tomar un baño, a salir me pongo el albornoz y caigo rendida en la cama, mama pregunta si quiero cenar a lo que le respondo diciendo que no.

Cierro mis ojos y estos se cierran al instante, lo primero que se viene a mi mente una vez más son momentos que nunca pasé en mi vida o eso creo, son recuerdos de un niño, una alberca y un horrible sótano.

-Eres mía Cariza. -Su voz suena molesta y autoritaria- Recuérdalo, no lo olvides.

Sus ojos brillan con posesión, y asiento porque me da miedo. ¿Por qué me observa como si me odiara?

Al despertar escuchó voces en la sala, deben ser mis padres. me despabilo de la cama algo asustada por esa pesadilla ¿Por qué sigo soñando con este tipo? No entiendo. Enciendo la lamparita y entro al baño, lavo mi rostro, pero me detengo al oír unos ruidos al otro lado de la habitación estos llaman mi atención. Camino con sigilo, me acerco a mi puerta y escucho como mis padres discuten.

-El desea cobrarme mujer replica mi padre con voz autoritaria. -La compro y es nuestro deber entregársela.

¿De qué hablan? Mamá se pone nerviosa y muerde sus uñas nerviosas.

-Pero... Dios mío, esto es muy...-mamá ni siquiera es capaz de terminar de hablar.

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