Esposa Mia romance Capítulo 24

Cariza.

Que debería de hacer, llevo días sin saber cómo sentirme con lo que me ha dicho Demetrio.

Arthur planeó comprarme, pero yo lo amo y no lo quiero dejar, seré masoquista no importa lo hecho, hecho esta además el me confeso que me ama desde la primer vez que me vio, ósea desde los doce años y yo apenas meses que me enamoré de él.

Creo que mejor dejo de pensar, me está doliendo la cabeza. Desde que he escuchado ese nombre Destiny mi cabeza duele horrible, está intacto en mi mente ¿Por qué me he sentido de esta manera?

Me levantó de mi pupitre y salgo del aula de clases sin notificarle al maestro, muchos de mis compañeros murmuran cosas pero no les prestó atención, la cabeza me va a explotar si sigo en esta aburrida clase de matemáticas.

Llego hasta el estadio pero me detengo a unos metros al ver una chica con el maestro de inglés, él nunca me ha dado clases ya que pertenece al otro pabellón 5to año, ambos se besan desesperados, él susurra no sé qué cosa y ella sonríe. Él se va pero antes niega y levanta las manos en el aire.

Suspiro y pienso como es la vida de loca, cuando se trata del amor.

-¡Oye tú!- grita la chicha al verme. Dios se me había olvidado no esconderme seguro y me pilló.

Camino hasta ella, me senté en el banquillo de abajo. La veo es muy bonita, cabello castaño largo, ojos azules como el cielo y tiene un raro tatuaje en su brazo, (es un camaleón).

-¿Te encuentras bien?-. Dice moviendo su mano en mi frente, dejo de verla para suspirar y recostarme.

-Si estoy bien, Hola-. Extiendo mi mano, ella me mira levanta las cejas y sonriente me saluda extendiendo su mano. Se recuesta, levantando sus pies y luego los cruza, sin querer vi su ropa interior.

-Me llamó Karla, no soy muy amigable pero tú me hiciste saludarte cosa que no hago-. Dice chasqueando la lengua.

-Me llamó Cariza, lamento golpear tu orgullo-. Digo riendo.

-Es la primera vez que te veo ¿Eres nueva?-. Pregunta levantando la cabeza.

-No para nada, estoy aqui desde que empecé el año, estoy en 5to(A) y tú

-Ay yo en 5to (B) pero odio las clases me aburro ojalá y acabe pronto.

-Pues a mí me gustan pero la de Mate, la odio.

-Yo odio todas, bueno odiaba ahora me gustan dos, inglés y psicología.

Ah me imagino que la de inglés por el profe.

-Ya veo-. Digo suspirando e inhalando la brisa por mis fosas nasales. Que agradable.

Karla y yo pasamos una hora charlando como si nos conociéramos de hace tiempo, ella es una chica algo ruda pero muy linda, es la primera vez que habló con otra chica que no es de mi misma clase de aula. Pero hay una rara conexión con ella... me encogí de hombros sin entender porque la confianza nació entre las dos.

Una chica aparece junto a nosotras ella es relinda, cabello castaño rojizo, ojos Marrones, muy delgada y de piel blanca su sonrisa la hace ver radiante.

Karla nos presentó y ella se llama Stella, entablamos una conversación amena. Luego se fue a su última clase, quedamos en charlar otro día.

Al salir del colegio me quedo de pie al ver a mis amigos darse un beso fugaz.

Dios ellos no tienen vergüenza.

-Y tú papasote no vendrá por ti, Cari.

-Sí, debe estar por llegar.

Es la primera vez que Arthur vendrá tarde, cada que salgo él ya se encuentra de pies con aires de superioridad.

Mientras mi amiga Keyla sigue hablando de ella y Joel, segun se irán a la playa este fin de semana, mi mente divaga en el sueño del lunes donde veía sangre y a una niña llorando desesperada ella llamaba a un tal Artic pero luego.

-¡Cariza! Por Dios nena baja de tu nube, mira tú hombre está ahí viéndote.

Miro a Arthur, me mira con total seriedad, él no cambia esa mirada que me cautiva es encantadora y dominante.

-Me voy-. Le digo a mi amiga, bajo las gradas de concreto, mi esposo se acerca y me abraza, luego deja un beso en mis labios.

-¿Nos vamos?-. Inquiere con su sonrisa torcida.

-Si-. Musite tomando su mano.

El saluda a Keyla con la mano, mi amiga sonríe coqueta y le guiña un ojo, ruedo los ojos por su manera de ser.

Arthur abre la puerta del copiloto, entro y luego me abrocho el cinturón, él entra y a los segundos arranca el coche.

Toma mi mano mientras conduce, su mirada es de seriedad.

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