Esposa Mia romance Capítulo 34

Cariza.

Agotada, cansada y aburrida cual sería la correcta. Ha pasado tres meses de haber recibido la mejor y la peor noticia, bueno la mejor fue la noticia de mi embarazo y la mala fue la enfermedad de mi madre.

Hace un mes tuve que dejar la escuela Bautista para incorporarme en la sabatina, no quise pero tenía que hacerlo, se hubiera visto mal que una alumna de turno regular estuviera embarazada y con uniforme puesto. Okey no soy ni la primera ni la última. Que abrumador es pensar tanto.

Mientras leo un capítulo de MIRAME. El celular vibra indicándome un mensaje de Keyla.

Estaba tan buena la historia y la otra que me interrumpe.

Leo lo que dice y lo borro inmediatamente, no sé porque él sigue llegando a buscarme al colegio, lo bueno es que ya no estoy ahí.

¡Ah! Pronto estaré de cumpleaños y ya estoy de 4 meses de embarazo (si lo se soy muy chica) pero igual estoy emocionada, mi bebé está creciendo sanamente gracias a Dios. Ah y otra cosa, mis dos nuevas amigas mayores me han regalado muchas ropitas muy lindos para mi bebé, gorros, suéter y licras etc. La señora Melani se ofreció en querer ser la madrina y la señora Martha me dijo que ella estaría encantada de ser la abuela. Eso me hizo sentir triste ya que por un momento pensé en mi madre. Me pregunto cómo estará con su tratamiento, suspiro cansadísima, ya que quiero que venga mi esposo.

Llamo a Nina para pedirle una merienda, mi estómago gruñe de hambre. Por Dios bebé cálmate o me harás engordas como una vaca. Miro el jardín perdiéndome en ese extraño árbol de repente se me viene un recuerdo en mi cabeza.

Una mujer llorando y pidiendo ayuda ¿Porque no la puedo ver? Solo puedo oírla. Sigo viendo al exterior y se me viene a la cabeza el sótano que está metido entre el pequeño montoso bosque, dejo todo sobre la cama y bajo por el balcón, sólo espero no caerme. Caigo de pies sin lastimarme, miro para todos lados por suerte el jardinero no me ve, me escabullo por las vallas de Rosas, me detengo para ver si nadie observa este lado, por suerte no.

Camino con pasos rápidos, hasta llegar al portón de madera, mis piernas tiemblan al caminar con rapidez.

¿Por qué no recuerdo nada de esta casa, si antes eran de mis padres? Debería de recordar mi infancia en esta casa, de por sí está casa nunca la tuve presente en mi niñez.

La puerta de madera vieja cruje por lo podrida que está, me preguntó si ese escalofriante sótano le pertenecía a mis padres. Camino hasta el fondo del pequeño bosque al llegar me detengo y empujó la puerta vieja.

Entró con mucho miedo, me detengo al entrar a un cuarto sucio lleno de telarañas, un escalofrío invade todo mi cuerpo, miro alrededor, me abrazo a mí misma, de repente un dolor se instala en mi cabeza provocando que me caiga de rodillas, me levanto con dificultad y antes de sostenerme resbaló con varias sabanas viejas, el dolor en mi cabeza se intensifica, gritó al sentir como si la cabeza se me va desmembrar de mi cuello, cierro los ojos por inercia. Varias imágenes aparecen como película. Un niño llorando y una niña junto a él, son los mismo de mi sueño, golpes y más golpes, llantos, gritos... ¡Nooo! Que pasa me duele toda la cabeza, la vista se me nubla.

-¡Ay!-. Me quejo.-Que me está pasando-. Susurro.

Nuevamente las imágenes se instalan pero diferente, la niña le dice al niño más grande que ella lo quiere, la imagen de esos dos están iluminándose estoy a punto de verlos.

Rubia, ojos azules, vestido azul, ella... ella se parece a mí... Dios mío soy yo de pequeña y él es Artic el hijo de mi nana. Oh por Dios Artic.

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