Esposa Mia romance Capítulo 46

Axel.

Creo que me voy a volver loco con estas dos mujercitas, hacen lo que quieren, las traje para que compren el regalo de mama y ellas se ponen a fisgonear con sus amigas, son tan exasperantes y pensar que tengo que cuidar de ellas o ciertos niños se les pueden acercar y eso no lo permitiré, están muy pequeñas.

-Oye cielito, tus hermanas son un dolor de cabeza- comenta Lorena, mi novia, ella levanta sus cejas y mira en dirección a la tienda.

-Preciosa, si mantuvieras esa boquita cerradita te vieras más bonita, mientras hablas provocas tu más dolor de cabeza- espete molesto, me fulmina con la mirada. La amo pero jamás permitiré que nadie le hable de esa manera a mis pequeñas.

Soy el hermano mayor, tengo 18 años y ellas apenas 11, las quiero un montón, mi madre y ellas son mi debilidad y claro amo a mi novia pero ella es tan exasperante y ni idea porque.

Lorena es cuatro año mayor que yo, la conocí hace dos años. Es hija de uno de los amigos de mi padre, bueno ella fue adoptada por el señor Brayan, desde que la vi me gusto al igual que yo a ella. Fuimos amigos hasta que me confeso que le gustaba, me pidió que lo intentáramos, eso fue hace un año atrás desde entonces somos novios, nos queremos mucho. Cada vez que paso junto a ella me enamoro más, su cuerpo es endemoniadamente hermoso, tiene unas curvas que a cualquiera lo volverian loco.

-Hasta que por fin se dignaron a venir- murmura sacándome de mis pensamientos acerca de ella. Lorena es la única que ocupa mi mente y corazón, me parezco a papa cuando miraba a mama toda embobada.

-Axel, ya hemos comprado lo de mami- me dice Casseling.

-Vamos chicas ya es muy tarde- les ordeno a las dos.

-¡Ay si ya era hora!- exclama mi novia en tono sarcástico.

-Para que viniste de fisgona detrás de mi hermano si te ibas a aburrir de nosotras- espeta Cassandra con un tono molesto, bufo irritado, no entiendo del porqué estoy entre las mujeres.

-Si no se callan en este mismo instante las dejo aquí mismo para que cojan una ruta, me enferma sus berrinches- replique con dureza en mi voz, no entiendo porque Cassandra no se lleva bien con Lorena.

Ambas ruedan los ojos y deciden quedarse calladas.

-Axel, ¿Tu ya compraste los obsequios?- pregunta mi otro ángel.

-Si Casseling, descuida- sonríe de par en par, es igualita a mama, bueno ambas lo son pero Cassandra tiene la actitud fría de papa cuando se trata de otras personas.

Suspiro aturdido por andar con estas mujeres, enciendo el auto conduciendo en dirección a la casa.

Este día es especial, mis padres están de aniversario. Dieciocho años juntos, cada vez me sorprende verlos juntos y aun con esa esencia de amor que desprenden los dos.

Hace mucho cuando pequeño mis abuelos me contaron que mama no podría tener más hijos, si no mal recuerdo yo tenía alrededor de 7 años, mama a pesar de ser feliz con papa siempre tenía un semblante tristón, pero después de tantos tratamiento ella quedo embarazada de gemelas, ahora la veo con tanta felicidad brotar de sus ojos.

Siempre me dice que los milagros existen y lo sé ya que esas dos angelitas aparecieron en nuestras vidas, mama y ellas son lo que más amamos papa y yo.

-Amor estas muy pensativo- me dice Lorena sacándome de mis cavilaciones, se acerca a mi dejando pequeños besos en mi cuello.

-Deja eso, mis hermanas están cerca.

-Lo siento- susurra molesta.

Al llegar a mi casa guardo el auto en el garaje, bajo y saco todas las compras, mis hermanas salen corriendo del auto, Lorena toma mi mano la miro dedicándole una sonrisa de amor, entramos al interior de la casa, los empleados se encuentran decorando el salón para la fiesta de esta noche. Entrego las compras Nina y a mi Nana Rosa, pregunto por mis padres y me dicen que están en el despacho.

-Espérame sentada, iré al despacho de mi padre- mi novia asiente sonriendo, se acomoda en el sofá sacando su móvil, camino hasta el despacho pero me detengo antes de tocar, noto la puerta entreabierta, escucho mi nombre salir de los labios de mama.

-Él ya es todo un hombre y cuida de sus hermanitas, no querrán guardias a su alrededor Arthur, sé que jamás olvidaremos el pasado pero no lo revivamos- susurra mama sentada en las piernas de papa. De qué pasado hablan y para que guardias detrás de mis hermanas.

-Lo se mi amor, pero este viaje es por meses y no quiero dejarlas sin protección, no sabemos cuántos enemigos rondan por ahí, aun la voz de Xenia esta en mi mente y sabes muy bien que después de aquello hubo dos veces en que nos siguieron en auto, desconocemos de quienes se trataban, si no estaré yo almenos que ellos tengan seguridad.

Quien es Xenia, ya dos ocasiones los he escuchado hablar y también de un tal Demetrio. Papa suspira, besa la mano de mama, después de varios segundos en silencio mama habla.

-Ya está mi amor, está bien. Hablaremos con ellos, no se algo inventaremos.

Mis padres guardan tantos secretos. Suspiro hondo, toco la puerta con disimulo, ellos se estaban besando.

-Padres ya hemos vuelto- beso la frente de mi preciosa madre, sus ojos azules me miran con mucho amor.

-Y las niñas?- pregunta papá.

-Ya subieron a su habitación a arreglarse por horas supongo- comento negando.

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