- En realidad, a Denis ya le ha mirado una pareja de Alemania...", dice, ladeando la cabeza en tono desagradable. - Deberían llegar en cualquier momento.
- No me importa. Nos lo llevamos. Yana, vamos.
Damir hizo un gesto con la mano, dándole la espalda a la gorda.
- ¡Espera! ¡Sólo puedes llevarte al niño si consigues su custodia! ¡Es la ley!
Miro a Damir con desesperación, los ojos de un cachorro abandonado se llenan de lágrimas. Susurro:
- Por favor, por favor...
Damir hace una mueca.
Frotando sus dedos entre sí en grandes puños cerrados y tensos.
- Por favor, Damir...
Grita. Todavía responde.
- Muy bien. Haz el papeleo.
- ¡Muchas gracias! ¡Gracias, gracias, gracias! - Estoy dispuesta a lanzarme a su cuello y hacer cualquier cosa, absolutamente cualquier cosa que me diga.
No dejaré a Denis a punta de pistola en este infierno otra vez. ¡Me llevaría a todos los niños de aquí! Si tuviera la oportunidad.
- Ve al coche, yo firmaré los papeles.
No tengo que decírtelo dos veces, agarro a mi hermanito y salgo volando.
Un tipo grande de la seguridad del multimillonario se reúne con nosotros cerca del porche y nos ayuda a subir al coche. La puerta se cierra de golpe y exhalo con alivio. Denis se sienta en mis brazos, sus puños agarrando mi jersey. Le doy un beso en la parte superior de la cabeza, lo acerco a mí y le susurro suavemente:
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