incitame a pecar romance Capítulo 35

APRENDER A PERDONAR Y AYUDAR

MONICA

Ya pasaron dos días desde el encuentro con Maxwell y todavía no deja de pensar en él, él dice que yo soy la bruja pero yo creo que es el, al principio lo quería que sintiera todo lo que yo sentí cuando me dejo y quería que me viera con inferioridad y demostrarle que soy más que el pero ahora todo ha cambiado, ahora siento ganas de ir ahorita mismo a su empresa solo para besarlo, tengo ganas que me abrace y me diga cosas bonitas y ocurrentes como él lo sabe hacer, y sé que ha cambiado, ya no es el hombre fiestero y despreocupado de antes que malgastaba la fortuna de sus padres 'por diversión y que me destrozo el corazón aunque lo oculte estudiando y trabajando diario.

Antes de que él se dignara a "conquistarme" creía que era peor que antes pero " el demonio no es tan negro como es pintado".

Cuando estoy viendo unos informes en mi computadora mi secretaria me llama.

-Disculpe señorita Mónica pero un joven la busca, dice ser su hermano- fruncí el ceño ya que yo no tengo hermanos a menos que sea....

-Me podrías decir el nombre del joven por favor- tengo algunas dudas, pero espero que no sea lo que creo que va a decir y sea solo alguien que quiere estafarme.

-El nombre del joven es Lucien y dice que la quiere ver urgente- eso me saco de dudas.

-Déjalo pasar pero si viene otro día no lo dejes pasar por ninguna circunstancia a menos de que yo quiera- aun sin verlo me da dolor de cabeza.

-Entendido señorita- cuelgo.

Cuando veo pasar al muchacho de como unos veintidós el cual es mi medio hermano y en pocas palabras es un idiota.

-Buenas tardes hermana- ahora si soy su hermana no que antes de ser rica ni siquiera me saludaban.

-Al grano, que no tengo tiempo- él se sienta sin ser invitado, al parecer todas las personas ya agarraron esa costumbre.

-Que humor, se ve que a alguien no ha tenido un buen polvo- está colmando mi paciencia, él es el hijo mayor de mi padre, el orgullo de su padre, el cual es un inútil que se porta, viste y es un vago.

-Mi vida personal no te importa además yo si tengo una vida ocupada-en los tiempos cuando a su padre le iba bien de abogado el era el niño mimado que en las pocas veces que nos vimos siempre me molestaba porque su padre no me quería, nunca me quiso y ahora que han pasado los años aprendí que no lo necesito.

-Si me importa ya que quiero ser parte de tu vida- eso ni él se lo cree, y creo que nadie en su sano juicio lo creería.

- A si, pues yo no quiero, además hablas rápido o llamo a seguridad, tienes dos minutos y corriendo.

-Pues te quería pedir un favor- ya lo sabía.

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