incitame a pecar romance Capítulo 46

Maxwell.

Todos estos años que han pasado son lo mejor que he vivido, mi esposa es lo más grandioso que me pudo haber pasado, desde el primer momento que la vi me enamore de ella y cada día que pasa siento que este amor florece más, sintiéndome también un idiota por mis acciones de juventud.

Hoy es el nueve de septiembre, el día en el que nos conocimos por primera vez y ya han pasado diez años desde ese entonces, ahora tenemos una gran familia, tenemos dos hijos un barón y una niña, Jean el mayor va a cumplir cinco años y mi bella flor Mónica que va por los tres y debo aclarar que es el vivo retrato de su madre, y en unos siete meses va a venir mi otro hijo.

- Te amo- me dice Mónica recostada en mi pecho.

- Y yo te adoro- le beso el cuello, mientras acaricio su muslo interno.

-Eres un pervertido no puedo creer que vamos a tener otro hijo, todo por tu calentura- me separa con una sonrisa.

-Si no mal recuerdo tu querías es más me lo suplicabas, ahora que lo pienso me violaste casi casi en varias ocasiones, creo que el pequeñín que viene en camino así se creó- me golpea en el brazo a lo que me echó a reír.

-Eres un idiota- sabe que tengo razón.

-Pero así me amas- la beso y me lo sigue, esa es la forma de encontentarla.

-Te amo aunque seas un idiota- me besa.

-Si seguimos así no en mucho tiempo voy a tener mi equipo de futbol- me mira mal pero yo me pongo arriba de ella y empiezo a besar su clavícula.

-Mamá, papá, jean me quito mi muñeca- nos separamos cuando vemos como Mónica viene hacia nosotros con su hermano mayor persiguiéndola.

- Jean dale la muñeca a tu hermana- ordena Mónica, tan mandona como siempre.

-Pero mamá ella rompió mi muñeco- se pone a llorar a lo que su madre se acerca y lo abraza.

- Ya mi amor no llores, y tu Mónica pídele perdón a tu hermano.

-Pero él no me dejaba jugar con él por eso lo rompí- se pone a llorar a lo que su madre también la abraza.

-Está bien, Jean cuando tu hermana quiera jugar contigo déjala jugar- mi nena le saca la lengua a jean- y tu Mónica no debes de romperle sus cosas a tu hermano, ahora dense un abrazo y a dormir- ordena y ellos se abrazan a lo que me da mucha ternura.

-Abracen a su padre- digo a lo que ellos vienen a abrazarme a las risas.

-Abrazo grupal- grita mi pequeño a lo que Mónica se nos junta en un tierno abrazo el cual me enseña que no podría cambiar esto por nada del mundo y que son todo lo que un hombre podría pedir.

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