IntensaMente (COMPLETO) romance Capítulo 15

C A T O R C E

El trabajo sigue igual, aún no le he contado nada a nadie de mi pequeño desliz con el jefecito.

—Los nuevos materiales serán importados desde Inglaterra, ya que son los mejores...

—Ajá...

De verdad no presto atención a lo que dice América, estoy pensando en el exámen que tendré hoy, depende a ese exámen tendré una mínima a mi previa de nota para pasar el semestre, es muy importante mantenerme un promedio para que me reciban en la universidad en donde pedí intercambio.

—Venecia hoy en la noche haré una fiesta en tu departamento...

—Ajá...

—Tú pagarás todo...

—Ajá...

—¡Venecia...! —me grita, por el susto salto en el asiento.

—¿Qué sucedió...?

—Llevo horas hablando y tú nada que me paras pelotas

—Estoy... pensando.

—¿Y que piensa tu pequeña grán mente?

—Que falta poco...

—¿Para que?

—Para…

—Venecia, el gerente de proyecto te necesita -me dice la secretaría de este.

Miro a América y está pérdida y me pide una explicación a la que le respondo con una negación con la cabeza.

Subo poco a poco pensando en lo que dirá el asiático.

Toco antes de pasar y él está sentado en su sillón.

—¡Siéntate! —me ordena.

—...Dime —hago lo que me dice.

—Lo de ayer…

—¿Lo de ayer?... —me voy hacer la desentendida.

—Lo que hicimos y mis padres percibieron..

—¡Ahh tu dices el masaje que se extendió...!

—Eso y lo otro...

—¿Lo otro...?

—Si... deja de hacerte la bruta... —me regaña y le regalo una pequeña sonrisa, es fácil de enfadar.

—¿Y...?

—Mis padres piensan que tenemos algo...

—¿Quien no? ¿eh? si te vieron con tu amigo en acción... —digo con gracia, mejor dicho en erección, pero me reservo eso.

—Es enserio... sólo quiero pedirte un favor.

—Dime entonces...

—No le digas a nadie lo ocurrido entre ambos... yo convencere a mis padres que no tenemos nada pero quiero que tú no le digas a nadie de eso...

—Por mi nadie sabrá ...Descuida.

—Entonces, gracias puedes retirarte.

Idiota.

Volvió el idiota de mi jefe.

Salgo, ya son las cuatro; voy a la universidad, un exámen de física me espera.

No duré ni media hora en llegar. Repase y presente la evaluación.

Gracias a Dios, lo aprobé. Sólo me falta poco.

Regresé al departamento y hice mis quehaceres.

Ha pasado muchos días desde que dejé mi trato con Mauro, no quiso ser mi amigo.

De Aaron Lovecraft, digamos que me dió una conmoción y no recuerdo lo que hicimos dos semanas atrás.

En el trabajo me encontré a Shadia y me invitó a un compartir que acostumbran hacer cada año la familia Lovecraft y los Holmes por la empresa, como un aniversario.

No me negué, ahora estoy haciendo mi maleta y dentro de poco vienen por mí para ir a Kingston.

El viaje fue cortó, las niñas no dejaban de hablar de lo que harán y lo que hicieron años atrás.

En el camino me enteré de que los Lovecraft tienen una hija como de veinte años, que estudia medicina. Imagino que por los genes debe ser bellísima.

Llegamos en la tarde a una cabaña de dos plantas, cerca de un lago.

Estaba estacionado un Jeep y una camioneta, imagino que es por la familia Lovecraft.

Nos abajamos y entramos a la espaciosa cabaña.

Es todo de madera, con artefactos modernos, con decir que tiene ese objeto que da energía eléctrica a la casa por energía solar. Simplemente me recuerda que estoy en el siglo donde la tecnología predomina. Y más en ingenieros arquitectónicos.

Nos encontramos con los otros en la sala.

—Hay un problemilla... —dice el señor Kim, por fin escucho su voz.

Miro y están todos los Lovecraft incluyendo a la hija que es bellísima, con su cabello largo y figura perfecta, y esta también la afamada Stefanía.

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