IntensaMente (COMPLETO) romance Capítulo 30

V E I N T I N U E V E

Una estructura de tres plantas, con varios cubículos, y sus respectivas instalaciones.

Tendido eléctrico, tuberías de aguas blancas y negras, y todo lo que necesita la obra para ser moderna.

Mi diseño fue escogido entre muchos y con ayuda de colegas de diferentes ingenierías dentro de poco se construirá. Un nuevo proyecto que junto al de Maricruz, si es que le aceptan el crédito, formará su microempresa.

—¿Manuel puedes explicar al grupo que sucederá, en resumen, cuando termine los siete meses de embarazo? —Maricruz hace la pregunta.

—Liberación de sustancia tensoactiva por los neumocitos tipo II. Además, el lanugo comienza a desaparecer y las uñas de las manos alcanzan las puntas de los dedos.

—Excelente...

Estoy acostada con una cinta que rodea a mi abultada barriga, ésta cinta tiene unos electrodos que transmiten a  otro dispositivo con forma de televisor, la frecuencia cardiaca de mi hijo y la mía.

Mari me regaló un dispositivo de forma de teléfono, el cual al pasarlo por mi barriga, se puede escuchar el corazón del bebé.

También utiliza como un Doppler.

Fue su regalo por ayudarla con su anterior tesis, ahora es un proyecto que se va a convertir en su empresa.

La ciencia ha avanzado, le conté mi historia y el problema que tenía Aaron de concebir, ella me orientó y me dió a saber que mediante tratamientos efectivo, y perseverancia, el podría tener hijos.

Claro, con otra mujer. Yo ya no formo parte de su vida.

—Ya puedes bajarte de la camilla.

Trato de levantarme, y me cubro cuando  la toalla que tapaba mis piernas y parte de mi zona íntima se me cae.

—Para que te tapas... todos somos científicos que estudia la anatomía humana y sabemos que hay debajo de allí —me señala mi sexo.

—Bueno... mi anatomía es mía y no te la enseñaré —le digo con chulería a Manuel y los otros chicos que se ríen.

—¡Ahhhhh! ¿y qué harás cuando paras?

—¿Que voy hacer? No entiendo...

—Tendrás que abrirte de piernas a cualquier médico que esté de guardia y te verá y verá la entrada del paraíso y la llegada de un ángel...

—¡Bobo...! será en una circunstancia que lo amerita. Y nadie —señalo a los cinco hombres que hay en el laboratorio— ninguno de ustedes me verá, no verán la puerta de éste paraíso...

—Claro bebé, nadie sabe nada, mañana estás arriba y después abajo, un día es blanco y otro es negro, nunca digas de esa agua no beberé... quizás te de sed.

—Mira galán... —iba a callarlo con una de mis peculiares respuesta pero decidí tranquilizarme.

—Dejen tranquila a Venecia... Venecia vámonos deja a estos idiotas aquí.

Salimos y escucho las risas de ellos.

¡Estúpidos!

—Son insoportable...

—Insoportable es el pico... y lo demás es monte y culebra.

—¿Desde cuando estás en el país? —le pregunto a Maricruz.

—Desde los dieciocho, soy de Puebla. Me salió la beca, mi tía se casó pero enviudó, el gringo era de familia acomodada y le quedó una pequeña herencia, nunca tuvo hijos, soy como su hija. Luego de la visa de estudio, con unas gestiones salió mi nacionalidad.

—Mi papá me ayudó en eso. Ya tengo la nacionalidad. Vi ayer cómo el ingeniero Peter Robinson te invitaba a salir y tú le dijiste que ibas a trabajar cuando eso es falso.

—No quiero... o sea, si quiero pero temo qué no se dé.

—El miedo es normal. Pero tienes que dar el paso o sino vendrá otra y se llevará a tu príncipe azul.

—Lo pensaré.

—Hacen linda pareja... y estoy feliz que te hayan contratado como profesora, eres la mejor de tu clase ¿debería llamarte profesora? O sea, profesora de  la  Facultad de Ciencias de la Salud y Tecnología Whitaker, suena cool.  ¿Asi es como dicen aquí? ¿Cool...?

—Yo soy para tí Mari, ok Nechi.

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