Jefe Atrevido: Amor Retardado romance Capítulo 29

Se decía que los hombres indiferentes eran más atractivos que los hombres considerados.

Vanesa no lo creía antes.

Pero ahora viendo cómo era Santiago, de repente sintió que eso era bastante razonable.

Pero todo con la base de que ese hombre se veía hermoso.

Simplemente la espalda de Santiago emanaba un aura en la que la gente no se atrevía a acercarse.

Pero inexplicablemente Vanesa fue seducida por él.

Vanesa cerró los ojos, sintiendo que era una inútil.

Al lado de un hombre así, no podía obtener más qué decepción para sí misma.

Después de esperar un rato más, alguien llamó a la puerta, luego en voz baja y con tentación, dijo,

—¿Jefe?

Santiago volvió la cabeza y se dirigió directamente a la puerta.

Vanesa estaba desnuda, pero no tenía miedo, seguía sentada en el sofá sin intención de esconderse.

Santiago abrió un poco la puerta, bloqueando las vistas, entonces cogió la bolsa de ropa que le daba desde fuera.

La voz de Adam sonaba cautelosa.

—Bueno, ¿Vanesita está todo bien?

Santiago frunció el ceño y Adam cerró la puerta apresuradamente.

Vanesa escuchó las palabras de Adam a pesar de que bajó la voz.

Había un ligero rubor en su rostro, Vanesa frunció los labios.

Podía ser putilla con Santiago y podía decirle las cosas atrevidamente, pero eso se limitaba a que era con Santiago.

No podría con otros.

Adam trajo ropa para los dos.

Santiago se acercó y le entregó la bolsa de ropa de Vanesa.

—Póntelo.

Vanesa lo tomó con pereza.

Santiago se paró junto a la mesa, puso la bolsa encima y sacó su ropa.

El de Santiago era un pantalón, una camisa blanca y un par de zapatos.

En ese momento Vanesa miró hacia abajo para ver lo que tenía.

Había muchas cosas en su bolsa, lo echó directamente sobre el sofá.

Eran ropa interior, una manga corta, unos pantalones cortos y un par de zapatos blancos.

Santiago se puso la ropa tan rápido como se desnudaba.

Se apoyó en el alféizar de la ventana para abotonarse la camisa mientras miraba las cosas en el sofá.

Adam tenía un gusto que iba muy por delante, la ropa interior que eligió para Vanesa eran todos de estilos sexys.

Santiago directamente frunció el ceño.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Jefe Atrevido: Amor Retardado