¡Jefe, pronto seremos tres! romance Capítulo 23

¿Qué si sentía culpabilidad por decirle a Jillie, del tiempo que debe esperar Owen, para que le dé una respuesta? ¿Ya sea positiva o negativa?

No, solo que necesitaba una vía de escape, fue la que usé y solo así podía dejarme tranquila, la podría llamar una solución temporaria, que si bien me pongo a pensar también va a ser una sorpresa para ella, dos días me parecen lo justo, no es que me vaya a hacer del rogar, a estas alturas del partido no estamos para eso. Me parece que estoy haciendo lo correcto.

Atravieso la pequeña puerta del baño y termino de quitar los accesorios, equilibrando el móvil entre el hombro y la oreja, le doy unos minutos para que pueda aceptar y pueda procesar la información, lo que demuestra haciendo el siguiente comentario.

‒ Lo bueno es que ya no estás con ese remedo de hombre, era una basura humana, lo peor que te pudo haber pasado en la vida.

Sé que Jillie, siempre sintió ese odio desmedido hacia Justin, muchas veces fuente de su imaginación, más en estos momentos no puedo discutir lo que acaba de decir, mucho menos defenderlo, aun hoy sigo sin entender cómo antes lo hacía, pero lo hacía, admito que esa etapa ya está a punto de salir de mi sistema, borrarla para siempre, no se puede estar toda la vida sufriendo por alguien, pero tampoco voy a hacer creer a los demás que no existió, por eso vamos teniendo tropiezos en la vida, para que levantemos los pies y para recordar que no volvamos a cometer el error dos veces.

‒ Ya basta de amargos recuerdos, quién sabe qué hubiera sido de los dos si continuábamos con esa farsa.

Farsa en la que él fingía amarme y donde yo creía amarle, pero los dos estábamos equivocados, nos mentíamos a nosotros mismos, cada uno suponiendo un hecho que no estaba pasando; bajo esa premisa de suposiciones no se puede cimentar una relación, por eso muchos noviazgos llegan a su fin, primero se debe estar seguro del paso que se va dar antes de llegar a dar el paso final y desafortunada o afortunadamente este llegó a su fin antes del matrimonio.

‒ Qué bueno Livy, yo estoy siempre contigo, siempre de tu lado, no importa que decisión tomes, lo que sea, menos que regreses con Justin, te juro que dejo de hablarte por el resto de nuestras vidas.

Ya le salió lo dramática que lleva adentro, lo dice como si no nos fuéramos a hablar nunca más, que es difícil en su caso, necesita estar en constante comunicación con todos, y lo del otro asunto es que ni siquiera eso ha pasado por mi mente, sería retroceder en vez de avanzar, además no tengo tiempo para unir los pedazos de algo demasiado roto, porque Justin con cada una de sus acciones fue quebrantando mi confianza, mi corazón; como diría el dicho, tanto va el cántaro al pozo, hasta que se rompe.

‒ Te prometo que eso no va a suceder, dudo que vuelva con él ¿acaso me he echado para atrás en algo? ¿Me has visto flaquear ante alguna adversidad?

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Jefe, pronto seremos tres!