¡Jefe, pronto seremos tres! romance Capítulo 31

Al escuchar las palabras de Jeremy, mi mente viaja en automático a esa extraña conversación con la chica del acento francés.

‒ De seguro me estás hablando de la chica francesa.

‒ ¿Tu cómo sabes de ella?

‒ Precisamente te quiero comentar sobre eso, me llamó reclamándome no sé qué, me confundió contigo ¿acaso no sabía tu nombre?

-Hermano, no sabes en la que me he metido y te juro por los cinco dedos de mi mano derecha que nunca le di un beso a esa mujer que me pudiera comprometer, me la presentaron, sí, fui amable con ella y no pasó de ahí, desde ese momento comenzó a asediarme, a perseguirme como mi propia sombra. Te pido una disculpa, no sé cómo obtuvo tu número, me siento acosado, por eso opté en regresar, aun así la tengo un paso detrás de mí, claro que sabe mi nombre, lo que no sabe es que somos dos. Les hice prometer a mis amigos que no le dirían nada de mí, me informaron que había estado haciendo preguntas sobre mí, contactó a varios de mis amigos, me la encontré en varios sitios a los que yo acudí, pero no se acercaba, eso lo consideré un poco perturbador.

Me parece que no encontramos ante un grave caso de obsesión, no es el primero que se me ha presentado; las pruebas en su contra deben ser concisas y seguras, no nos podemos arriesgar a que nos tome la delantera, comenzaremos investigando en su país, mis contactos son de lo más discretos, no debe quedar un cabo suelto.

‒ Ponle una orden de restricción, es lo más prudente para estos casos.

Puse a maquilar como sería el procedimiento a seguir, tenía los contactos necesarios para llevar a cabo la operación, este caso tenía que terminar cuanto antes, si se dejaba pasar mucho tiempo, se podría poner en riesgo al bebé y a la propia madre, sobrino mío o no, teníamos que salir de dudas lo antes posible, es duro para mis padres recibir una noticia como esta y que resultase fruto de un engaño o algo peor.

‒ Lo iba a hacer en París, aquí no me ha dado tiempo, tan solo llevo cinco días aquí, no lo puedo creer, solo debo esperar a que desista del tema.

‒ No creo que sea tan fácil, si te siguió desde Europa, no desistirá como dices, me vio en una revista y supuso que eras tú, por eso está aquí ¿qué fue lo qué hiciste con esa mujer? Insisto, porque en muchos de los casos solemos olvidar pequeños detalles que pudieran haber desatado el acoso, alguna insinuación, un coqueteo mal interpretado, no sé, algo que le diera una falsa señal a la chica.

‒ Eso es lo peor del caso, no le he hecho nada, pero tiene fotos de los dos juntos en unas tomas muy sugestivas, creo es un montaje, no soy de los que se emborracha y se olvida de lo que hizo. Incluso ese día en especial recuerdo no haber tomado, fue el día que la conocí en la galería de Antoine. De un momento a otro me dice que está embarazada. Un día llegó a la galería con fotos de un ultrasonido a su nombre, está obsesionada, dice que el bebé es mío.

‒ Eso es grabe hermano, solo pídele una prueba de ADN. Con la tecnología de hoy, se puede saber si lo que dice es verdad o no.

Se queda un segundo en silencio, Jeremy es de los que en muchas ocasiones no piensan antes de actuar, es impulsivo y a la vez sensible, la parte estética y artística de los dos, mientras que yo soy más racional, concienzudo, calculador, todo tiene que ser evaluado, no me voy con la primera impresión, todo tiene un trasfondo, me pueden llamar desconfiado, pero así soy.

‒ No me he acostado con ella, he llegado a pensar que esa loca me pudo haber drogado o contratado a alguien y me tendieron una trampa, esto no me puede estar sucediendo, no quiero pensar otra cosa, necesito esconderme por un tiempo, ya me localizó en el hotel, hoy salí por la puerta trasera, huyendo como una vil rata. Cuando quiera tener un hijo, primero debo estar casado y con mi esposa planearlo, no puedo ir por la vida de irresponsable, aunque sea mi pinta.

‒ Puedes quedarte en casa el tiempo que quieras, también debes hablar con mamá y papá. Por lo que veo esa mujer no te va a dejar en paz, es mejor tener las cosas claras, antes de que se presente en casa de nuestros padres y se arme la de Troya.

Mis padres siempre han querido tener nietos, no nos han apresurado, pero sabemos que ese es su sentir con respecto a la descendencia Kewlyn.

‒ Te juro que ni siquiera me fijé en esa loca.

No puedo estar escondido todo el tiempo, tengo que finiquitar lo de la galería de arte, la exposición es en un mes. Tú ayúdame con lo de la orden de restricción por favor.

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