La llegada de Felicidad romance Capítulo 13

En el edificio de Rouco, en la oficina del presidente.

Después de que Adán colgó el teléfono, Santino se frotó la nariz y preguntó con curiosidad, -Jefe, usted le dejó a Paula a la señorita Berrocal, ¿ ella es confiable? En los últimos tres años, aunque las medidas de secreto de Paulita han sido bastante buenas, muchas personas todavía intentan a secuestrar a Paulita para amenazarte...-

El hombre se sentó tranquilamente en la silla negra, con sus delgados dedos entrelazados en el escritorio al azar, y una luz oscura brilló en sus ojos negros, -Solo aprovecho esta oportunidad para ver ¿qué fue exactamente su propósito? por el dinero, o realmente no sabe nada. -

...

En KFC, Paula se llenó y eructó con el estómago lleno.

Estrella tomó un pañuelo y limpió las comisuras de la boca de la chiquita, -¿Estás llena? ¿Nos vamos?-

Estrella estaba a punto de levantarse, sonó el teléfono y el identificador de llamadas mostró que fue Adán.

Al contestar el teléfono, la voz masculina era clara y magnética, y sonaba muy agradable...

-¿Dónde están?-

Estrella miró a su alrededor y dijo, -Estamos aquí en KFC al lado de centros comerciales. -

El hombre respondió con indiferencia, -Ahora voy.-

Después de colgar, Estrella dijo, -Paula, ya viene tu padre, salgamos a esperarlo.-

Vio que la chiquita se quedó en silencio, sus dos grandes ojos negros brillantes y lindos se fijaron directamente en la coca que tenía frente a ella, Estrella miró la coca y sonrió, -¿Aún quieres beber coca?-

En el combo de niños había solo un jugo, aparentemente que ella también quería beber Coca-Cola.

Puso sus dos pequeñas manos sobre la mesa, su pequeña barbilla en sus brazos, y su boquita estaba insatisfecha y dijo, -Papá nunca me deja beber cola a Paula, solo quiero probarla. Mi amigo dijo que Coca-Cola era deliciosa.-

Estrella se rió a carcajadas, ¿por qué Adán no le dejó comer esto y lo otro? Aunque estas cosas no eran buenas para la salud de los niños, ni siquiera podían comer un bocado, ¿verdad?

-Entonces siéntate aquí y espérame, te ayudaré a comprar otro vaso.-

Mientras hacía cola en la fila, Estrella ocasionalmente miraba a la chiquita sentada aquí, por temor a que se la llevaran los traficantes, y cuando regresó después de comprar un vaso de Coca-Cola, la chiquita saltó alegremente de su asiento, -Estrella, ¡Qué bien me tratas!-

Estrella le entregó la Coca-Cola, -Pero no puedes beber demasiado. Acabas de comer y estás llena. Beber demasiado te hará sentir incómoda.-

-Sí, tomaré un sorbo.-

No pasó mucho tiempo después de que Estrella llevó a Paulita a salir de KFC, un Range Rover se detuvo frente a ellas.

La puerta del copiloto del Range Rover se abrió y una mujer joven que llevaba una bolsa de Chanel bajó. Estrella miró hacia arriba y vio que la mujer no era otra persona, sino la hija de su madrastra, Irene.

-No esperaba encontrarme contigo aquí. Me sorprendió cuando escuché que Iván me dijo que habías vuelto. ¿Qué pasó? No aguandaste más afuera, así que volviste a la ciudad N?-

Irene tocó deliberadamente el diamante grande en el dedo anular de su mano izquierda y la miró provocativamente, -Iván me propuso matrimonio hace unos días, y Iván y yo tendremos una boda el próximo mes.-

Iván salió del auto, puso sus brazos en los hombros de Irene y dijo, -Estrella, espero que puedas venir a nuestra boda, después de todo, eres la hermana de Irene.-

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La llegada de Felicidad