La llegada de Felicidad romance Capítulo 19

-Olivia, fingiré que no he oído lo que acabas de decir. A pesar de que eres la cuñada de Adán para siempre.-

Después, Estrella salió sonriendo.

Olivia todavía se alzó aquí, enfadada. Y apretó los puños.

Olivia pensaba que Adán todavía le quería, aunque ella era su cuñada. A pesar de que Estrella era la esposa de Adán, no podía hacer nada.

...

Estrella salió del baño con sus tacones altos y se encontró con Adán.

Ella dijo-Es muy tarde. ¿Puedes llevarme a casa? -

Mirando a ella, Adán dijo-Quédate esta noche. Mañana voy a llevarte para que hagas las maletas. -

-Adán… Necesito tiempo. -

-¿Y? -

Adán echó una mirada fría a Estrella, que era como una pregunta silenciosa, -¿No quieres la casa? -

El tono de su voz se cambió. Frotándose el cuello y mordiéndose el labio, ella respondió con vacilación, -Vale, ¿en dónde puedo dormir? -

-Somos una pareja. Por supuesto dormimos juntos. -

Ella sorprendió que ella tenía que estar en la misma cama con Adán.

...

Estrella se sentó en la cama de la habitación, escuchando el sonido desde el baño, con la corazón acelerado. Estaba muy nerviosa.

“Ya he tenido un bebé. ¿De qué tengo miedo?” ella pensó.

Estrella respiró profundamente. Al mismo tiempo, se abrió la puerta del baño y Estrella miró hacia la puerta inconscientemente.

Adán tenía las pantorrillas fuertes y llevaba una toalla de baño alrededor de la cintura, sin zapatillas. Su cuerpo era como el de un modelo, con los músculos y el pecho firme.

Las gotas de su pelo se deslizaron hacia abajo, cayendo en su clavícula y luego deslizándose por su pecho hasta su espalda. Se desaparecieron finalmente en la toalla.

La única palabra que Estrella se le ocurrió para describirlo fue sexy.

La sensualidad no era la de una mujer, sino la de sensualidad salvaje que tenía un hombre atractivo y maduro.

Ella vio en Adán los dos temperamentos contradictorios de la nobleza y el desenfreno mezclados armoniosamente.

Estrella sintió sus ganas sexuales en ese momento y se notó el pulso acelerado.

Adán secó su pelo con la toalla. Estrella olió el olor de gel del baño cuando Adán se acercaba a la cama. Estrella se alejó un poco subconscientemente y preguntó, -¿Voy a dormir en el suelo? -

Adán hizo una pausa y la miró, sonriendo-¿Por qué no te atreves a dormir conmigo cuando tienes confusión sexual? -

-Eres un desaforado mariposón, un Donjuán. No es imposible que puedas controlarte.-

Sonaba como si estuviera bromeando, y también como si fuera en serio.

-¿Qué dices? -Adán se encapotó.

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