La llegada de Felicidad romance Capítulo 20

-¿Me has investigado?-

Estrella salió del baño con su camisa blanca, con su pequeña cara un poco roja, sin saber si era por el calor y el vapor o por el enojo que sentía.

El hombre la miró detenidamente.

-¿Cómo me atrevería a llevarte a casa para dormir juntos sin antes investigar sobre ti?-

Su voz estaba claramente sin ningún tipo de emoción, incluso fría y dura, pero los latidos del corazón de Estrella se aceleraron de repente al oír las palabras "dormir juntos".

Frunció los labios y preguntó con calma -Si el Señor Adán me ha investigado con tanta claridad y sabes que he tenido un hijo de otra persona, ¿por qué me sigue eligiendo?-

La mirada tranquila y concentrada del hombre estaba en ella -Es porque has tenido un hijo y serás más paciente y cariñosa con los niños. No busco una mujer que pueda ser mi esposa, sino alguien que pueda cuidar de la Paulita y darle el amor maternal que le falta-

Estrella frunció el ceño e inconscientemente abrió la boca para preguntar -¿Y la verdadera madre de la Paulita?-

Por lo que dijo la Paulita, esta pequeña nunca había visto a su madre desde que era bebe, ¿su madre se divorció de Adán después de tenerla?

Los ojos oscuros de Adán dieron una pausa, frunció sus finos labios y la miró fijamente durante cinco segundos, Estrella pensó que no quería responder a una pregunta tan personal, tal vez en su opinión, ella no estaba apta para conocer sus asuntos personales, después de todo, en ese momento no se conocían muy bien todavía.

-Si no quieres hablar de ello, asume que...-

"No pregunté" estas dos palabras no se habían dicho todavía, sólo se escuchó la voz fría y tranquila del hombre sin un rastro de emoción respondiendo -Falleció por complicaciones en el parto-

Estrella quedó atónita -Lo siento, no sabía que te recordaría algo tan triste-

-Duerme-

Adán evitó el tema y se fue directamente a la cama, Estrella que estaba parada entró en pánico por un momento -¡Entonces, entonces dormiré en el piso!-

Adán le tiró de la muñeca -¿Qué crees que pensarán las sirvientas que limpian la habitación cuando te vean durmiendo en el piso mañana por la mañana?-

-Yo, me levantaré mañana temprano a ordenar todo-

La mano grande y delgada que agarraba su muñeca no la soltó, sino que la sujetó con aun más fuerza -No es cosa de un día o dos, tendrás que acostumbrarte tarde o temprano-

Si las cosas se dan a revelar, tendría que marcharse y la Villa Berrocal sería recuperada por Adán, pensando por esto, Estrella se quedó sin otra opción y subió lentamente a la cama.

Apagando la luz, Estrella tiró de la colcha y se acercó al borde de la cama poco a poco hasta que el hombre le tomó por la cintura y la tiró hacia atrás -¿Quieres apartar para ti toda la colcha?-

Una presencia masculina por encima de su cabeza, era tan cerca, bajo la luz tenue, ella levantó los ojos ligeramente mirando a la mandíbula del hombre, la voz temblaba por nerviosismo -Yo... yo no...-

Estaban tan cerca el uno del otro, tan cerca que con un ligero movimiento, los labios de ella podían besar los finos labios de él.

Apretó el puño -¡Adán...! ¡Suéltame!-

-¿Tanto te gusta este tipo de bromas?-

Unos ojos oscuros miraban con burla a la mujer que tenía debajo.

Estrella sólo se sintió humillada, mordiéndose el labio y mirándole con indignación -Señor Adán, ¡no soy una de esas mujeres que tienes fuera! ¡Ni tampoco como Olivia! Si tienes una necesidad fisiológica... ¡desgraciado…!-

Adán la miró fijamente con una mirada densa y dijo -Primero, no tocó a las mujeres de fuera, segundo, Olivia es mi cuñada, no dejes que te oiga calumniar de nuevo mi relación con ella, tercero, eres alguien que compré con cinco millones euros, ser responsable de mis necesidades fisiológicas está dentro de tus obligaciones-

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