La mate de Hades. romance Capítulo 5

El cuerpo de ella estaba tendido en la cama, en la cama de su alfa. La paz que sentía al aspirar su olor la hacía enojar, ya que, no. No debería sentir eso.

—¿Por qué tan tensa estando tan temprano? —La voz de su alfa salió tan ronca que hizo que su cuerpo temblara y que su zona intima se mojara por causa de él. —Cachorra—gimoteo Hades en su oído haciendo que esta apretara sus muslos tratando así de contener su deseo, pero logro lo contrario.

Su rostro se pegó a la almohada aguantando las ganas de pedir los toques de su alfa, pero este sabía perfectamente lo que su omega deseaba. —Cachorra, no lo hagas más difícil. —Reprendió Hades gruñendo, ella aún seguía despaldas por lo cual agradecía.

—Quisiera ir a casa con mis padres, han de estar preocupados por mí. —Su voz salió ahogada ya que su rostro aún seguía contra la almohada, su alfa lo lograba entender por lo que de inmediato tomo fuerte a su hembra poniéndola sobre él. —Alfa—jadeo en sorpresa Ónix, sus mejillas llevaban un pequeño sonrojo en estas por lo que sus manos fueron a su rostro.

—Tus padres saben que estas aquí, ya se hizo el comunicado de que el alfa ha encontrado a su luna, por lo que saben que es la hija de la familia O.—La chica frunció el ceño bajándose de su cuerpo seguido de la cama. —¿Acaso te di permiso de que te alejaras de mí? —riño Hades, esta simplemente buscaba espacio personal.

—¿Por qué lo hiciste? Yo no te di mi consentimiento para hacer eso. —Reprocho la chica y era cierto, no le había dado un: sí, te acepto como mi alfa.

—El mundo sería mío si me lo propongo ¿y crees que te pediría a ti permiso para algo tan estúpido? —Las cejas de ella se alzaron en sorpresa.

—Considera usted que mi pensar es estúpido... vaya—Los brazos de ella se cruzaron en su pecho y los brazos de él se cruzaron sobre su cabeza. El alfa en cambio estaba pensando en otras cosas, la camisa que llevaba la chica la hacía ver tan sensual y sus piernas largas relucían en su dirección.

—Ven aquí —Su voz fue demandante, pero ella no cedería ante él, eso nunca. Antes ser valiente que ser omega.

Era evidente que rechazaría aquella petición por lo cual salió de la habitación corriendo, pero prácticamente huyendo ya que al salir de la cabaña del alfa se transformó corriendo a casa. Sus padres estaban en la sala y le habían reprochado diciéndole que debía empacar.

—Sigo siendo adolescente pa y me estas echando de casa prácticamente. —Soltó la chica en dirección de su padre.

—Son leyes y costumbres, la ley de tu naturaleza. Ya hablé con el alfa Hades, él es tu alfa y tu su omega. —Los ojos de la chica se incendiaron, su madre tenía la cabeza gacha, era una omega perfecta. Sumisa ante su alfa, menuda mierda.

—Yo te...—no lo dijo, en el rostro de su padre hubo miedo ante las palabras que podía soltar y no quiso si quiera decirlo. Se sometería, pero ¿a qué costo?

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