La mate de Hades. romance Capítulo 7

Los pies de Ónix se movían lentos, estaba cansada y se le veía. Ella se había alejado de su alfa completamente y esa lejanía le estaba afectando. Tenía ganas de ir a donde estaba Hades, frotarse sobre él, sentí su olor, su cuerpo, sus grandes manos en su trasero.

—Vaya...—Sus oídos escucharon una voz y sus ojos cayeron rápidamente en una mujer. La omega supo que era una beta y por ello trato de volver a su habitación.

—Eda —La voz de Hades hizo que la omega se volteara, sus hormonas habían sido provocadas y por ello estaba a punto de pedirle atención a su alfa, pero lo que vio la enojo de inmediato.

—Cariño —Respondió la mujer. Ambos se abrazaron dándose el uno al otro besos en la mejilla, frente a ella, sin pudor. Jodida perra aquella chica y que hijo de puta él.

Las mejillas de ella se incendiaron y sus ojos reflejaban su enojo, la tensión se había creado y los tres se habían dado cuenta de ello. Ónix por su parte los miro con atención como ellos lo hacían con ella, luego de unos segundos ella se cansó de estar ahí de pie y salió de casa chocando con Hades. Su cuerpo se transformó rápidamente corriendo en dirección a casa de su mejor amiga Liz, no tenía más a donde ir, ya que, si iba a casa de sus padres tendría que salir de inmediato.

—Debiste quedarte, ese es tu lugar ahora. —El simplemente hecho de escuchar reproches sobre Hades hacia que se enojara, el no mentía cuando dijo que sería mi todo. Ahora literalmente todo trataba del jodido alfa Hades.

—¿podríamos pasar de él y hacer algo? —La pregunta de Ónix llamo la atención de su amiga.

—Salgamos, podríamos encontrarnos con alguno de los chicos —La omega asintió efusiva. —Espera y busco algo de ropa para ti.

La mirada de Ónix fue a la de su amiga agradeciendo, luego de transformarse fue que pensó en la ropa, la había destruido y no había cambio para ellas. Se dejó llevar de los celos, los cuales obvio no debía de sentir.

Ambas se vistieron. Su mejor amiga llevaba un vestido corto suelto sin mangas el cual era negro mientras que ella tenía un pantalón corto que un top amarillo. —Me encanta esta ropa. Me la quedo —Ambas se carcajearon asintiendo.

—Hija —La voz de la madre de Liz se escuchó y como ambas saldrían ya, bajaron juntas.

—Dime ma —La voz de Liz salió cansada, aburrida mas bien. —Hola pequeña. —La chica le sonrió dulce en respuesta con un ligero sonrojo en sus mejillas.

—No tarden, ¿ok? —Ambas asintieron y la mujer vio a Ónix. —El alfa sabe que saldrás.

—Él no es mi padre y no, no lo sabe. Tenía una cálida visita. —La mirada de la madre y la hija se conectaron sabiendo que había celos de su parte.

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