La mate de Hades. romance Capítulo 8

—Eso es trampa, no se vale. —La voz de Ónix salió enojada, miraba a los chicos frente a ella y pedía apoyo mirando a su amiga también. —¡Apóyame! —El coraje estaba apoderándose de ella, era muy competitiva y más en ese momento.

—No puedo apoyarte, estoy de su lado. —La chica bufo enojada soltando las cartas.

—Mala perdedora. —Le dijo David, uno de los alfas que eran parte de su círculo de amigos, aquel chico había sido el primero en el que se había fijado, había robado su atención desde que tenía catorce, pero en el momento en que encontró a su omega ella desistió de ello.

—Juguemos otra cosa mejor. —La voz de su amiga salió emocionada y todos asintieron en su dirección, Ónix tomo de su jugo y miro a su frente encontrándose con los ojos de David en ella, le regalo una sonrisa y el de inmediato se la devolvió.

—Juguemos verdad o reto, ¿sí? —Propuso uno de los chicos y todos asintieron eufóricos.

—No, yo creo que no. —La voz de alfa resonó en el lugar y todos bajaron la cabeza con sumisión, ¿hacia cuanto estaba allí? —Vamos a casa Ónix, ahora. —En aquel momento no se podía permitir pedir perdón, ya que, nadie podía ayudarla. Se puso de pie enfrentando a Hades, este la miraba serio, sus ojos la repasaron y gruño ante su vestimenta. Se sintió pequeña en su lugar.

—¿Qué carajos llevas puesto?

Ella lo miro seria, enojada, más bien aún celosa —Pregúntaselo a Eda —Su voz salió enojada, hizo que Hades se confundiera acercándose a ella. —No hagas una escena. —Todas las personas vieron la escena boquiabiertos mientras que ella simplemente salió de lugar sin siquiera despedirse.

Para aquel momento estaba sentada en el mueble de la sala de la cabaña de Hades, estaba celosa, muy celosa y enojada, muy enojada. La mirada de Hades estaba sobre ella, analizándola y tratando de descifrar que pasaba, era un completo estúpido, ¿Cómo no se había dado cuenta que su omega estaba celosa?

—¿Me dirás que te sucede?

—Me iré a dormir Hades —La chica se levantó al igual que él, sus cuerpos chocaron al igual que sus miradas, la tensión reinaba ahí y ninguno trataba de hacer algo para arreglarlo.

—Cachorra —Su voz de alfa salió, la hizo detener un momento, pero siguió su camino. Se había quitado la ropa que llevaba puesta tomando una blusa ancha colocándosela de inmediato.

Estaba tan enojada, pero su alfa no permitiría que su omega se dejara caer en el sueño de esa manera, era Hades, no se lo permitiría. Los pasos de él llegaron a los oídos de ella y esta cerro sus ojos de inmediato, deseando dormirse solo por hacer aquello, pero no, no lo logró, porque todo lo que deseamos no se cumple.

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