La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 12

Sasha estaba atónita por lo que escuchó en el vídeo, y miró a mi madre con horror y a la vez asustada y confundida. Orlando miró a Sasha y al querer tocarle el hombro, esta se puso de pie y retrocedió unos pasos.

—Tranquila, no haremos nada que no quieras... así que no temas.

Dijo mi madre con gentileza mientras le rodaban lágrimas por la mejilla, aún recordaba la plática que tuvimos aquel día todas las preguntas que le hice, y al ver a Sasha, tenía la esperanza de que su hija fuera ella.

—Gracias, señora Martínez —al escuchar cómo la llamó, Sasha le partía el corazón pero no podía hacer nada por ahora.

El abogado se despidió al dejar una carpeta y una caja. Sasha se fue a la cocina a ayudar con la cena y tratar de procesar esa información. Por una parte sabía que su madrastra era muy mala y quería creer que no era tan desarmada, pero al recordar que la quiere muerta, sólo podía pensar en que era cierta mi suposición.

—Aunque no fueras mi hermana, yo te adoptaría, solo para tener de cuñado aún a Jacob y hacerlo sufrir.

Al escuchar a Orlando Sasha se sobresaltó y luego se rió un poco.

—¿Qué te hizo? para que lo quieras hacer sufrir.

—Nada, pero como cuñados, tiene que contener su furia.

—¿Ah sí? quizá quieras que te arregle una cita a ciegas —dijo Jacob en un tono de advertencia.

— Siempre tan simpático —Orlando sólo sonrió y salió de la cocina.

—Son buenas personas, te agradará ser de la familia.

—Sí, se nota que lo son y seré afortunada de pertenecer a ella... —Sasha miró a Jacob—, no creo que sólo viniera a asustar a su cuñado.

—Sasha, no tienes que hacer lo que dijo Sam.

—Hice una promesa y me preocupa usted... señor Jacob ¿cree que mi madrastra me quiera ver muerta por mi madre? independiente si es Sara.

Jacob no sabía si decirle la verdad, pero al verla abrumada sólo dijo:

—Sí, lo creo, ¿te importa si averiguo la verdad?

—Claro que no, en cuanto sepa algo, me dice.

Jacob asintió y vio que Sasha tenía ojeras, quizá él estaba igual o peor, ya que él bebió aunque no mucho, ya que Sasha siempre lo detenía, así que hoy la haría ir a dormir. Cuando la cena estuvo lista, todos cenaron y contaron algunas anécdotas vergonzosas mías y otras no tan vergonzosas, lo que los hacía sonreír aunque no estaba con ellos. Después de cenar y repasar un poco la comida, todos se fueron a las habitaciones incluido Jacob, aunque sólo lo hacía para no preocupar a los demás. Sasha esperó hasta que Jacob se metió a la habitación y cerró la puerta, quería estar segura que si se metería.

Una hora había pasado desde que todos se fueron a dormir. Sasha y mi madre lloraron antes de quedarse dormidas. Jacob aún no podía dormir sólo se daba vueltas en la cama, así que decidió salir de la habitación, se metió en el estudio y empezó a beber.

—¿Sam, por qué te fuiste tan rápido?... son tres días desde que no escucho tu voz y aún siento que en cualquier momento te escucharé.... mi amor, no sé cómo puedo seguir adelante, quiero ir donde ti...

La bebida fue su compañía esa noche al igual que una foto mía, pero aunque él me extrañaba y me amaba, no se daba cuenta que Sasha ya se había metido dentro de su corazón, quizá como una amiga o una compañera, pero allí estaba, y poco a poco iría cambiado sus sentimientos. Un amor no se puede reemplazar, porque aún estará en tu corazón esa persona, sólo puedes amar a alguien casi igual.

Eran las 4:30 cuando sonó el celular de Sasha. Aunque había dormido de corrido, aún se sentía cansada, quizá por las noches en vela junto a Jacob, prendió la lámpara y buscó su celular y contestó sin ver el remitente.

—¿Bueno?

—Hablamos de la compañía....

Sasha colgó la llamada al saber que eran de alguna compañía telefónica diferente a la suya y bloqueó el número. Intentó dormirse, pero le fue imposible, así que se levantó y salió de la habitación, bajó las escaleras con cuidado y vio luz en el estudio, al principio le dio miedo, creía que quizá era un ladrón, pero recordó que había bastante seguridad cuando llegaron ayer, así que se armó de valor y caminó hacia el estudio, el corazón le latía con fuerza subiendo la adrenalina, tragó saliva al acercarse a la puerta, la abrió con cuidado sin hacer ruido y lo que vio la asustó, Jacob estaba sobre el escritorio con un vaso en la mano y mi foto. Sasha corrió y se aseguró que aún respiraba y así era.

«Ya sabía yo que haría esto»

Pensó y dio un suspiro.

—Señor Jacob, Jacob, vamos, tienes que irte a la cama.

Pero Jacob no respondió, estaba tan dormido por la ebriedad, y puso ansiosa a Sasha que caminó en círculo pensando qué hacer, se quitó la bata que llevaba y se la puso a Jacob en la espalda y salió del estudio. La madrugada era fría, pero la casa se mantenía a una temperatura agradable, sólo el estudio estaba un poco más frío, subió al segundo piso y tocó la puerta de Joel y la de Orlando cruzando el pasillo, ambos abrieron al mismo tiempo.

—¿Qué sucede?

—¿Qué pasa?

Preguntaron al mismo tiempo.

—Es el señor Jacob, se emborrachó y está en el estudio, sé que es muy temprano pero no quiero dejarlo ahí, ¿me ayudan a subirlo?

Ambos suspiraron y dijeron que sí. Los tres fueron al estudio. Joel y Orlando tomaron a Jacob en brazos, a pesar de ser hombres los dos, Jacob también era hombre y más pesado que una mujer y más aún estando inconsciente. Sasha les abrió la puerta tanto del estudio como de la habitación, hicieron malabares para dejar acostado a Jacob.

Sasha le quitó los zapatos y lo tapó con cuidado, también retiró el celular. Joel y Orlando sólo la miraron. Al verlos ella les sonrió.

—Debe de dormir bien, así que hasta que no despierte por sí solo, no lo molestaremos.

Ambos asintieron y dejaron la habitación los tres. Sasha cerró con cuidado la puerta, Joel y Orlando veían con buenos ojos a Sasha, ya que se veía que lo cuidaba. Sasha bajó por un vaso de leche y cuando regresó se encontró a Orlando.

—¿Se despertó?

—No. Sasha, si Jacob te hace la vida difícil, ve a casa de mis padres o la mía.

—Lo tendré en cuenta, si me hace algo.