La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 5

Sasha se asustó cuando estaba sobre el sofá, pensó lo peor que alguien había entrado a la casa para pedir rescate por Samantha o sólo robar algo, casi sentía que la iba a estrangular.

—¿Por qué estas tomando cuando deberías de estar cuidando a Samantha?

Gritó Jacob quien al ver los tequileros con la luz del relámpago, estaba realmente preocupado por Samantha, y como era que Sasha la cuidaba en estado de embriaguez, lo que no espero es que Sasha al reconocer la voz de Jacob buscó con su mano algún tequilero, al principio quería estrellárselo en la cabeza, pero sólo le echó el agua en la cara justo cuando un relámpago y trueno se hicieron presentes, yo me tapé la boca con las manos nunca habría imaginado que Sasha haría algo así, al oler el agua Jacob se alejó de Sasha

—Nunca vuelva a hacer lo que hizo, o la próxima vez si le reventaré el tequileros en la cabeza.

La respiración de Sasha era irregular por el susto, y podía ver cómo su pecho subía y bajaba rápido.

—Cariño, Sasha no bebió nada, y la asustaste, discúlpate por favor.

Jacob aún estaba aturdido, y cuando me escuchó, pareció recobrar el sentido y la luz fue restaurada, dejando ver a Jacob las jarras de agua y se sintió avergonzado.

—Discúlpeme señorita Herrera, no debí hacer un juicio antes de saber los hechos —Jacob se levantó y fue directo a mí—. ¿Estás bien?, ¿no te asustaste?

Por lo menos se disculpó conmigo...

Fue lo que pensó Sasha.

Y yo sólo le asentí a Jacob: —Estoy bien... de hecho me estaba divirtiendo gracias a Sasha.

Sasha quien recogía los tequileros, volteó a vernos cuando la nombré y sonrió, después se fue a la cocina.

—Maldición, pensé que me iba a estrangular —se quejó Sasha en cuanto dejó las cosas en el fregador.

—Todo fue falsa alarma y sólo te acento al sofá.

Sasha miró a Ramón y luego un escalofrío recorrió su cuerpo: —No lo digas así, Ramón, que parece otra cosa.

—¿Sasha ni me digas que no has fantaseado con el jefe? —preguntó Marcelo con picardía.

—Oh no no no, es como fantasear con tu padre ¿no?

—Y ¿quién sería su padre señorita Herrera?

—Este... este... Fernando el hijo del señor Roberto —dijo nerviosa Sasha, se veía linda cuando se oponía nerviosa, hasta parecía una niña sin mencionar que sus mejillas se sonrojaban.

Por lo menos no me cachó diciendo otras cosas.

Pensó con alivio Sasha.

—Señorita Herrera.

—¿Sí?

—¿Ya está la cena?

Sasha miró la hora y aún faltaba una hora para la hora de la cena: —Aún falta una hora para cenar.... pero podríamos preparar algo rápido si le apetece.

—No, así está bien, cuide a Samanthas.

Jacob se fue, Sasha y yo nos quedamos en la cocina. Ella ayudaba a Marcelo a cocinar mientras yo los miraba, la verdad es que yo ayudaba pero con Jacob en casa me dejaban de lado, en la sala supe que era por su mal genio, si llegaba a cortarme quizá les haría lo mismo.

—¿Ramón en que llevo el señor?

—En auto, señora, el helicóptero se quedó en la ciudad capital.

—Bien, ¿sabes si Orlando regresó?

—El joven ya debió de bajar del avión.

—Gracias.

Sasha estaba tan concentrada en cocinar que no prestó atención a mi conversación con Ramón.

—Sasha, ya llevas una semana trabajando aquí, ¿verdad?

—¿Eh?.. Sí, se pasó rápido la semana —dijo con una sonrisa, no había sentido que este fuera un trabajo aunque no pudiera salir del rancho, ella estaba feliz y yo también en ese momento, pero debía de tener un día libre.

—Si mañana no está lloviendo, puedes tomarte el día libre —Sasha se me quedó mirando y al parecer iba a decir algo pero antes hablé yo—, estaré bien, Ramón me cuidara como lo hacía antes, y aunque me agrada tu compañía, debes de tener tu día libre, recorrer la pequeña ciudad y ver chicos.

—Jajaja sólo tenías que decir que es una orden, tómate el día libre —dijo entre risas, tanto Ramón como Marcelo también rieron.

Esa noche Sasha no podía dormir pensando en qué haría mañana, ya que cuando vivía con el señor Roberto, ella sólo se quedaba en casa y nunca antes podía salir a su voluntad, hasta que al final decidió ir al cine y fue como concilio el sueño.

La mañana llegó, y con ella trajo un bello día soleado como si la lluvia del día anterior fuera sólo un sueño, pero el suelo evidenciaba que había llovido mucho, Sasha preparó el desayuno sólo para nosotras, ya que Jacob había salido de madrugada a trabajar o eso creía. Sasha salió del rancho muy sonriente, ya que el chófer tenía que hacer unas diligencias en la ciudad así que la llevó. Yo por mi lado le hablé a mi hermano, si tengo un hermano menor y si se preguntan cómo es que yo era heredera única, pues fue porque mi hermano había decidido estudiar derecho y tener su propio Bufet de abogados, pero ahora él será quien tome mi lugar.

—Hola hermanito.

—¿Hermanito? jajaja sabes que no necesitas usar el chantaje, sólo dime lo que quieres hermana.

—Quiero que hagas lo que te pida por favor —hice súplica en mi última palabra.

—De seguro no es algo bueno, sólo dime.

—Quiero que Jacob tenga puras secretarias y que les digas que lo seduzcan.

—¡Estás loca! —gritó y me aparté el celular de la oreja.

—Orlando, necesito buscarle una mujer que sea el pilar de Jacob cuando yo parta, además su carácter es cada día peor con los empleados, ellos no tienen la culpa que yo vaya a morir.

—No digas que vas a morir, encontraremos un donante compatible.

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