La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 67

José estaba terminando el trabajo de oficina, ya que hoy tendría que haría guardia hasta mañana a las 6, en parte sentía que era mejor así, Elisa no lo odiaba más, le llamó a su madre.

—Hijo, qué milagro ¿sucedió algo? —le preguntó su madre preocupada.

—Algo así.... —José se rascó la nuca—, ¿podrías enviar a alguien a mi departamento para que cocine?

—Bien, pero quiero saber la razón.

—Hay una mujer... mi prometida y quiero que coma saludable, ya que se quedara en mi casa y yo estaré de guardia en el hospital —dijo un tanto incómodo José, ya que aún no hablaba con su familia y menos con su madre sobre las estupideces que hizo.

—¡¿Nuera?! ok, enviaré a Cristina —dijo animada la madre de José.

Al colgar, se quedó tranquilo de que alguien estaría al pendiente de Elisa, salió a dar una ronda, saludó a algunos pacientes que ya tenían tiempo hospitalizados recibiendo algún tratamiento, después regresó a su oficina, la cual tenía la luz apagada, lo cual le pareció raro, pero después pensó que su asistente la había apagado cuando terminó su turno, pero cuando encendió la luz, se topó con Sasha sentada en su silla, avanzó unos pasos.

—¿Qué haces aquí tan tarde?

—Bueno, tenemos un asunto pendiente tú y yo, amigo mío —dijo Sasha, subió los pies al escritorio como si fuera una Gangster y empezó a jugar con la macana de periódico, y antes de que José diera un paso atrás, Jacob cerró la puerta de un golpe.

—Ya sabía yo que no me salvaría de esto, pero me podrías decir ¿qué es eso que traes en la mano?

—Esto es una macana que Sánchez me enseñó a hacer para golpear a los perros —Sasha se puso de pie y José quería reírse de Sasha por la forma en que se movía, y también estaba un poco nervioso de que si fuera a usarla y más si sería como una macana, Jacob también quería soltar una carcajada.

—Admito mi culpa, no hice las cosas bien y también hice sufrir a una buena mujer y esto y pagando muy caro.... No podrías hacer una concesión.... —dio un paso atrás y Sasha le dio un golpe en la costilla.

—No, sabes que también perdí a una amiga por tu culpa, maldito perro, infi... sólo perro —le dio otro con más fuerza, pero ahora debajo de las costillas lo que le sacó el aire a José, y al agacharse Sasha le dio un golpe en la nariz y la sangre le salió a José, y Sasha se asustó, ya que ella jamás pretendía dañarlo así, incluso Jacob se acercó al ver la cara de pánico de Sasha—, lo siento, lo siento, yo no quería golpearte en la cara.

Se acercó a José y este la alejó.

—Tráeme un trapo, Sasha.

Sasha buscó algo y encontró una toalla y también un gel congelado que se usa para bajar la inflamación.

—Oh José Ángel Keiler ¿por qué te agachaste? —Sasha regalaba a José.

—Me sacaste el aire ¿qué querías que hiciera?

Los ojos se le llenaron de lágrimas:

—Yo sólo quería golpear tu cuerpo, no tu nariz, ¿no te la quebré?

—No me la quebraste.

Sasha decidió ir por un doctor, y Jacob y José se quedaron en la oficina.

—¿Estás seguro que no te quebró la nariz?

—Claro que sí, esa Gangster se asusta con la sangre, sólo espero que ya no trate de darme una golpiza.

—No lo hará, además te extraña, eres su mejor y único amigo.

José sonrió un poco, después Sasha llegó con un médico que le puso unos taponamientos nasales que le pararon la sangre y lo envió a casa, Sasha y Jacob lo llevaron, lo dejaron en la puerta del edificio donde estaba su departamento.

—Lo siento, José, pero sabemos que te merecías una golpiza —aunque las palabras de Sasha eran duras, su expresión era de preocupación.

—Hazme un pastel y quedamos a mano —dijo José. Sasha asintió y trató de sonreír. José entró al edificio, subió hasta su piso, abrió la puerta y se topó con Cristina.

—¿Joven, qué le pasó?

—Nada, sólo un accidente —cuando lo dijo, entró en a la sala. Elisa al verlo casi dio un grito al verlo con la nariz pinchada y morada.

—¡Por dios! ¿qué te pasó? ven a sentarte.

—Solo un accidente, nada serio, ¿cómo te has sentido hoy?

—Bien, pero como que nada serio ¿ya te viste la nariz?

—Me imagino, ¿Cristina podría prepararme un sándwich antes de irse a dormir?.

—Yo se lo preparo, descanse Cristina —dijo Elisa mirando a la mujer de mediana edad que había venido a prepararle la cena, estaba preocupada por José, además que él había cuidado de ella la noche anterior, para José fue bueno que Sasha le diera en la nariz, ya que ahora sabía que Elisa no lo odiaba tanto.

—Me iré a dar una ducha.

José se fue a la habitación y se dio una ducha rápida. Elisa había preparado el sándwich y lo llevó a la habitación de José, esperó a que saliera, pero se llevó una sorpresa al verlo salir sin camisa y miró unos moretones.

—Te traje el sándwich.... te golpearon ¿verdad?

—Sí, pero no es para tanto, tengo una piel algo sensible y me salen fácil los moretones, y Sasha lo sabe, por eso siempre me golpea en cualquier parte del cuerpo menos la cara, estaba muy asustada la pobre.

Elisa frunció el ceño y miró a José:

—¿Ella te hizo eso?¿Por qué?

—Porque acerté acosado y dudar de ti, creo que ya me extraña, por eso vino a golpearme.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA)