La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 7

En el desayuno Sasha mantuvo la cabeza agachada, no era raro que esquivara la mirada de Jacob, pero ahora incluso a mí me esquivaba, no dije nada enfrente de Jacob ya que no quería avergonzar a Sasha, así que hablaría con ella después.

—Sasha, está bien que sean los jueves tu día libre o ¿prefieres algún día de fin de semana?

—No tengo un día preferencial, así que no importa.

—Bien, por cierto no regresaré hasta el jueves por la tarde, cualquier cosa me llamas.

Esto hizo que me pusiera ansiosa, no lo vería por varios días y mi plan con Sasha se retrasará.

—¿Tienes mucho trabajo? —le pregunté.

—Sí, no creo terminar temprano para estar de vuelta en casa, así que es mejor quedarme con Orlando o tus padres estos días, ya que la nueva temporada primavera/verano está por llegar.

Jacob se marcha y sólo nos quedamos. Sasha y yo en el comedor después nos vamos a la sala. —Sasha ¿por qué no me miras?

Sasha se avergüenza, ya que recuerda cómo vio a Jacob: —Tengo vergüenza, miré a tu esposo en boxer por accidente.

—Eso ya lo sé —Sasha se sorprende y se pone roja de vergüenza.

«¡Dios! ¿qué pensará de mi?»

Pensó Sasha y luego le puse la mano en el hombro: —¿Se ve bien mi esposo?

—¿Por qué me preguntas eso?... deberías de gritarme o ponerte celosa.

—Sasha, no creo llegar al verano... creo que apenas pasaré un poco la primavera...

—No digas... —la interrumpo antes de que siga hablando.

—Mi esperanza de un transplante de médula a caducado... Yo estoy buscándole una esposa a mi marido, alguien que me reemplace y lo ayude a salir adelante cuando me valla.... ya le envié mujeres a su oficina pero ninguna es de su agrado, él prefiere a alguien como tú y yo que sin importar que le tengas miedo ambas lo ponemos en su lugar cuando es necesario.

—Creo que están ambos equivocados, soy una persona sin carácter... si lo tuviera quizá mi padre aún estaría con vida.

—Sasha no digas eso —le digo ya que me dolía ver y escuchar como se miraba a sí misma. —Quizá fue supervivencia lo que te hacía dejar que otros te molestarán... pero vi con mis propios ojos que sólo necesitas un empujón para ser alguien con carácter, y creo que Jacob podría sacar a esa Sasha de carácter que llevas dentro y está dormida.

Sasha comenzó a reír: —Es raro ver a una esposa venderle su marido con palabras a otra mujer.

—Bueno, es porque las circunstancias lo ameritan, a partir de hoy te vas a maquillar ligeramente para que el jueves que llegue Jacob te mire diferente.

—No dije que aceptaba... además nunca he seducido a algún hombre.

Me solté riendo: —A Jacob no le gusta que hagan eso, pero podemos irte metiendo en su entorno poco a poco, hay días que trabaja en el estudio hasta noche, incluso aveces duerme allí, por lo que le llevarás leche tibia o una manta, o lo mandas a dormir, cosas así.

—¿Pero si se enoja?

—Le dices que yo te pedí que hicieras eso si lo veías en el estudio...

Hablamos sobre Jacob lo que le gusta, lo que no y qué comida de la que no le gusta, podría invitarlo Sasha así, no sospecharía que le dije todos sus gustos, aunque le había dicho a Sasha que sería poco a poco, realmente será más rápido ya que Jacob pondrá de su parte o eso me dijo aún así quería que fuera rápido, no creía que hubiera mucho tiempo.

Esa noche el timbre del teléfono interrumpió el sueño de Sasha y el mío.

—Rancho Ferrero —contestó Sasha.

—Sasha, pásame al señor Martínez —dijo el doctor Mendoza.

—Doctor Mendoza, el señor Jacob no se encuentra en casa, él volverá hasta el jueves por la tarde.

—Demonios... Sasha la sangre para la señora Martínez fue extraída del Banco de sangre.

—¿¡Qué!?

Sasha estaba sorprendida y nerviosa, porque sabía vagamente que mi tipo de sangre era difícil de encontrar.

—No sé como sucedió esto, pero necesito hablar con el señor Jacob ahora mismo.

Por teléfono se escuchaba la angustia del doctor, ya que sabía que Jacob descargaría toda su furia con él, y Sasha estaba más angustiada por si necesitaba de nuevo una transfusión.

—Doctor, el señor Jacob se queda en la casa de los familiares de Samantha, si no contesta su teléfono, quizá ahí le podrían dar información.

—Bueno, lo buscaré ahí.

El doctor colgó y Sasha subió las escaleras angustiada.

—¿Sasha, quién era? —le pregunté al a ver llegado a la puerta.

—Samantha, no debiste venir hasta acá intentó llevarme a la cama.

—Dime Sasha.

—Era tu doctor... —dijo con un suspiro mientras íbamos a mi cama—, tu sangre fue extraída del Banco de sangre de la clínica y estaba buscando al señor.

Le alcé una ceja para que rectificar cómo llamaba a Jacob: —Buscaba a Jacob para informarle.

Suspiré, ya que mi intuición no se equivocó y no tenía más tiempo, una hemorragia podría ponerme entre la vida y la muerte.

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