La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 27

Después de salir del Banco, Jacob y Sasha fueron a la empresa, secretario, secretaria y asistente los saludaron, y notaron que Jacob caminaba despacio para mantenerse a la par de Sasha, Benjamín empezó a decirle los pendientes como siempre, pero ahora le sobró tiempo.

—Entren todos, les daré un anuncio —dijo Jacob y Sasha se sonrojó al pensar que haría público su noviazgo.

Sasha pretendía irse a sentar a uno de los sillones, pero Jacob la agarró del brazo y la mantuvo a su lado:

—Primero a partir de este momento, Teodoro y Elisa serán mis asistentes, y Benjamín será mi mano derecha, sus funciones serán las mismas pero con un poco más de trabajo y por supuesto un generoso aumento de sueldo, ¿por qué hay los cambios?... bueno, a partir de hoy tendremos el control de la empresa Herrera, la señorita Sasha Herrera, aquí presente, es la accionista mayoritaria, y como no sabe llevar una empresa, seré su representante, también uno de ustedes se encargará de poner un escrito para Sánchez y su compañero, son los encargados de la seguridad de la señorita Herrera quien estará por aquí casi la mayor parte del tiempo

Jacob se sentó en la silla, lo que hizo que Sasha soltara un suspiro, ya que no había dicho nada sobre ese noviazgo que más bien es como algo nominal, pero su alivio duró poco.

—Ha casi lo olvido, nadie de la familia de la señorita puede saber si está aquí, y si insisten en entrar a la oficina, llamen a seguridad, no importa que la señorita no esté.

Sasha suspiró otra vez y Jacob la había notado, se divertía con Sasha, aunque realmente pretendía no decirlo, era mejor que lo supiera todo el mundo:

—Mi novia es la señorita, es todo, Benjamín les dirá algunas cosas que deben de saber.

Los asistentes salieron y Sánchez también, ya que debía obedecer órdenes y esperar a su compañero, y ahora comprendía la extraña pelea. Sasha se fue en silencio al sillón mirando por la ventana, Jacob no pudo descifrar si estaba enojada o no, pero al prestarle atención, parecía que estaba pensativa.

En la sala de reuniones los asistentes tenían su propia junta y Benjamin les entregó una carpeta a cada uno.

—A partir de hoy dejaremos de ser unos asistentes normales, así que deben de grabarse muy bien esos rostros, esas tres personas, porque nada del mundo deben de mirar a la señorita y mucho menos acercarse, deben de llamar de inmediato a seguridad —al leer lo que había en la carpeta, Teo y Elisa se quedaron sin palabras, en verdad su trabajo había cambiado aunque ya sabían que era un trabajo diferente por la rama del piso 20. Después de la reunión que tuvieron, llamaron a mantenimiento y pidieron escritorio y sillas para Sánchez y su compañero que aún no llegaba.

Después de trabajar un poco, Jacob miró a Sasha que aún miraba por la ventana:

—¿Estas preocupada?

—Si dijera que no, estaría mintiendo.

—Confía en mí, no dejaré que nada te pase.

Sasha volteó a mirar a Jacob, quien tenía una cara que sería lo que hizo sonreír a Sasha, ya que le daba una gran seguridad, quizá no sabía lo que pensaba Jacob o lo que sentía, pero de una cosa estaba segura y era que Jacob no le mentía.

—Gracias Jacob.

—De nada... hoy no tendré un beso en la mejilla.

Sasha se sonrojó y se volteó para no mirarlo:

—No, además ¿no tuviste suficiente con los dos besos que me robaste?

Jacob sonrió al verla tan tímida y a la vez lo estaba regañando, también le hizo recordar lo suave que fue el tacto de sus labios con los suyos, e instantáneamente llevó su dedo índice a sus labios, los tocó pero a la vista de los demás parecía como si estuviera pensando en algo y no anhelando, volvió a sentir los labios de Sasha sobre los suyos y después se regañó mentalmente y tuvo una idea.

—Eso quiere decir que estamos a mano, hice dos cosas hoy y te di dos besos, así que la próxima vez ¿recibiré uno?

—Claro que no —Sasha volteó a ver a Jacob y se quedó sorprendida al verlo relajado y sobre todo sonriendo, mientras veía su dedo sobre sus labios, era una vista hermosa para Sasha—, esos se reciben porque nace y porque haces las cosas sin recibir algo a cambio.

—No lo creo así, porque aunque hacemos las cosas para hacer sentir bien a otra persona, también lo hacemos para nosotros mismos.

—Entonces, me estás diciendo, que lo que hiciste el viernes fue porque te sentías mal por mí.

—Es normal vivimos juntos...

Toc, toc

Se escucha el sonido de la puerta interrumpiendo a Jacob.

—Adelante —dijo de mala gana, ya que había perdido una pelea con Sasha por culpa del que estaba detrás de la puerta.

—Señor, me disculpo por mi demora, pero también traje conmigo el dispositivo que encargó.

—Bien, Sasha, él es tu otra escolta Benítez. Benítez, ella es la señorita Sasha a quien protegerás cuando ella tenga que estar fuera, por favor entrégale el dispositivo.

Benítez asintió y se acercó a Sasha con una caja y se le extendió:

—Daré mi vida por usted, señorita, y este es un dispositivo móvil el cual puede usar sin ningún problema, esto incluye redes sociales y un GPS adicional que son importar que esté apagado el móvil, podremos localizarlo.

Sasha agarró la caja y abrió la tapa, era de la edición más reciente de smartphones:

—¿Entonces ya puedo llamar a José?

Ambos miraron a Jacob y este asintió, por lo que respondió Benítez:

—Claro.

—¡Gracias! —dijo entusiasmada Sasha y abrazó a Benítez, lo que hizo que Jacob pusiera una cara sombría. Benítez no entendía la razón de ese cambio, así que decidió salir.

—¿Por qué esa cara?

—No sé qué hice mal, pero hice enojar al jefe, tenía una cara que quizá me habría matado si no salgo —se quejó Benítez con Sánchez y este se rió de la desgracia de su compañero.

—Dime qué sucedió y quizá podamos encontrar la razón.

Benítez le contó todo con lujo de detalle y Elisa que escuchaba sonrió y dijo:

—Quizá el jefe se puso celoso de que tu recibiste el abrazo y no él.

Ambos miraron a Elisa quien se asomaba por el separador de cubículo, Benjamin la escuchó y dijo:

—No digas tonterías, Elisa.

—No las digo, es verdad, después de todo son novios, y es con la única que es atento, pese a lo que le hizo el jueves, aún se preocupó cuando la vio dormida.

Así siguieron hablando de Sasha y Jacob los asistentes y custodios, mientras tanto en la oficina Sasha terminaba de enviar los contactos a su nuevo celular, y en vez de llamar directamente a José, ella le envió un mensaje.

"¡Hola macho alfa doble!"

Envío el mensaje, no pasó un minuto cuando empezó a timbrar el celular con la llamada entrante y Sasha contestó un poco nerviosa:

—¿Hola?

José dio un suspiro al escuchar la voz de Sasha, hacía meses que no la escuchaba y estaba tan preocupado por ella todo este tiempo, así que lo invadió la felicidad y también se llenó de enojo.

—MUJER SIN SENTIMIENTOS, SIN CORAZÓN, EGOISTA, CASI ME VULEVO LOCO POR NO PODER LOCALIZARTE —le gritó enojado, Sasha no se sintió herida por las palabras de José sino con culpa, José tomó aire—, ojitos, ¿por qué me hiciste esto?, mírame, eres la única mujer que me tiene como un zombie.

—Lo siento mucho, José, yo no quería meterte en problemas, y tampoco quería que me encontrarán por si tenían tu celular hackeado.

—Bueno, sabes que supliqué a mi familia para que te localizara... espera, deja que les mando un mensaje antes de que me hagan cumplir mi promesa... ellos no te localizaron ¿verdad?

Sasha se rió porque ahora le preocupaba tener que dejar su carrera:

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