La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 32

Al llegar a casa después de haber festejado. Sasha fue a su habitación, se dio un baño, se puso su pijama de seda que consta de un short cortito y una blusa un poco, holgada pero se amolda a su figura y una bata para tapar bien aunque también es de seda, saca un vestido y ropa interior del armario, ya casi dormida y se dirige a la habitación de Jacob. Al entrar mira a Jacob cerca de la ventana y al verla sonríe.

—No digas nada, no voltees hasta que yo esté dentro de la cama —Jacob negó con la cabeza y siguió mirando hacia el cielo estrellado, si pensaban que estaba hablando conmigo, pues sí lo estaba haciendo.

Jacob está preocupado por lo que Sasha le despierta, no está seguro de qué hacer si seguir o cortarle a Sasha las esperanzas, él está demasiado confundido de que al querer a Sasha me olvidara, pero tampoco quiere lejos a Sasha, ya que sin ella él se siente sólo.

—Listo —dijo Sasha cuando ya estaba debajo de las cobijas, Jacob no dijo nada y eso hizo que Sasha se preocupara—, ¿te sientes mal?

—No, estoy bien... hoy me divertí a pesar de ese maldito chicle.

Le dijo sincero, la verdad, hacía mucho que no disfrutaba de hacer algo aunque sólo fuera poco por el chicle.

—Me alegra que te divirtieras... —Sasha bostezó—, cumplí mi cometido con la cita, ahora es hora de dormir, general.

—En un momento voy, tú duerme.

—Buenas noches entonces.

—Descansa.

Sasha quiso dormir como le dijo Jacob, pero este día a diferencia de los demás sentía la ausencia del calor de Jacob y no se pudo quedar dormida, cinco minutos después Jacob se fue a acostar.

—No mires la pijama —le dijo Sasha.

—¿Por qué aún no te duermes?

—¿Por que no puedo? —Jacob abrazó a Sasha y la pegó a su cuerpo—, ¿no quieres abrazarme ahora tú?

—No, así estoy bien durmiendo de cucharita —aunque Sasha estaba nerviosa, también estaba cansada, sólo necesitó del calor de Jacob para quedarse dormida y Jacob se quedó dormido después.

Jacob miraba a Sasha quien llevaba una pijama de seda en color rojo, podía ver sus piernas el nacimiento de sus senos, por más que quería controlarse no pudo, el deseo le ganó a la cordura y la besó apasionadamente, Sasha le correspondía, lo abrazó, él la fue llevando hasta la cama, como la excitación creció en su cuerpo haciendo reaccionar a su miembro, le dolía pero quería disfrutar del cuerpo de Sasha, así que fue subiendo la blusa de seda despacio metiendo dejando ver sus senos redondos y pezones rosas erectos, comenzó a acariciar su seno con la mano derecha mientras que restregaba su erección en ella, la escuchaba gemir de placer, iba a meter el seno en su boca cuando despertó.

Es una pena que sólo fuera un sueño, pero sólo así podía darle una pista y qué es mejor que un sueño erótico, o como se lea, conoce húmedos, Jacob tenía el corazón acelerado y cuando cerró la mano tenía en realidad el seno de Sasha, aún dormido había metido su mano debajo de la fina blusa. Sasha aún seguía dormida, Jacob sacó de inmediato la mano, se separó de Sasha al notar a su amigo bien erecto tocando los glúteos de Sasha. Jacob se levantó de la cama y se dirigió al baño donde se echó agua fría en la cara.

«No debería de tener esa clase de sueños.... y menos sobrepasarme con Sasha.»

Al pensar en Sasha sólo recordaba la imagen de sus sueños.

—Maldita sea, casi dos meses durmiendo juntos y.... agh debo tranquilizarme.

Se tuvo que dar una ducha de agua fría, se puso un deportivo y salió de la casa a correr, ya que era lo único que mantenía su cabeza en otro lado. Pero al volver a la habitación y ver a Sasha aún dormida o más bien despertando.

—Jacob, me quedé dormida.

—No, ¿por qué no sigues durmiendo y te quedas en casa hoy?.

—¿Por qué?

—Para que descanses, mañana vuelves a ir conmigo.

—Bueno, aún así ya me voy a levantar, date vuelta.

—Te digo que te duermas, además voy a usar el baño.

—Entonces, voy a mi habitación, quiero hacer del baño.

Jacob fue al baño y aunque una parte de él quería mirar a Sasha, la cordura ganó, bueno hice lo que pude, pero la semilla ya está sembrada y sólo hay que esperar.

Sasha se fue a su habitación y se dio una ducha, se cambió olvidando el cambio de ropa en la habitación de Jacob, pero como no iba a ir con Jacob, se puso unos Jean y una blusa al cuerpo, bajó y fue directo a la cocina donde ya desayunaba Jacob.

—¿Por qué no me esperaste? —le preguntó Sasha un tanto enojada.

—Te dije que descansaras.

—Lo haré... ¿estás enojado conmigo?

—Claro que no, si estuviera enojado contigo, lo sabrías enseguida.

Sasha empezó a comer aunque aún estaba algo insatisfecha con la respuesta de Jacob, ya que Sasha sentía que estaba enojado con ella, así que sacaría lo de llevar su ropa a la habitación de Jacob.

—Jacob, sobre mudar mi ropa... lo haré hoy ¿está bien? —preguntó Sasha con zozobra.

—Sí, esta perfecto —dijo Jacob mientras terminaba el desayuno, pero en lugar de salir fue a lavarse los dientes, por lo que Sasha aprovechó para terminar el desayuno, al despedir a Jacob en la puerta, se dio cuenta que Jacob no la miró y que la brecha entre ellos se hacia más grande.

—¡Jacob! —al escucharla Jacob volteó a verla—, ten un buen día.

Jacob regresó el escalón, colocó su mano en la mejilla de Sasha, se agachó un poco para besarla en los labios, pero corrigió de inmediato y besó su frente, lo que dejó a todos sorprendidos.

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