La secretaria Indomable romance Capítulo 102

Entro en la habitación, ella está sentada en el borde de la cama. Su mirada perdida en un precipicio desconocido. No estaba ni lejos ni cerca. Pero estaba perdida en la pared, frente a ella.Me pare en la puerta para poder mirarla y estar completamente orgulloso de la mujer que tengo. Sin embargo, me llevé el susto de mi vida. Levanto la mirada y me encontré con los ojos nunca antes visto. 

Estático por un momento, sorpresa de la nueva aparición en ella. Me asusté, si fue bastante. Mi padre estaba perdido en un libro, la sonrisa se notaba en su cara, le gustaba lo que leía. ¿Pero a mí me gustaba lo que yo estaba viendo ahora? Sus ojos me miraron, no había fondo, tampoco precipicio, y altura. Me sorprendí al ver una mezcla de colores, por primera vez visto en alguien.

Enojo, culpa, melancolía. Todo en uno. La he visto, roja, de otros colores. Pero nunca que todo se mezclaran de una. Sabía quien era mi mujer, sabía con claridad que cuando se enojaba. No era ya una mujer, frágil, que se podía intimidar, sino una mujer que tenía treinta veces más poder, que una armada de guerrilleros de primera.

Se bajó de la cama. Y solo dijo.

_ ¡vámonos!

No me dio tiempo de hablar, y ella ya había cruzado la puerta. Me sorprendí de su rapidez, "pero esa mujer está embarazada, como que camino tan rápido". Se le olvidó que estaba embarazada, demonios esta mujer me está volviendo loco". Cuando salgo en su búsqueda, veo David y flev hablando con ella. Doy grandes calzadas, para llegar donde ella. 

_¡David, tienes que estar conmigo, no sabré si voy a ser prudente o no! ¡Por eso te pido que vengas, tu también flev te necesitaré, sabes más de mi territorio que yo mismo!

_ ¡si señora! _ respondió flev y David. 

Me preguntaba a donde será que esta mujer lo está llevando. Espera, no me está diciendo eso a mí, tampoco lo discutió conmigo.

_ ¿Adónde iras? _ dije yo, un poco enojado, por excluirme de su partida.

_ ¡A York! _ respondió sin vacilación. 

_ ¡pero estas...! _ no me dejo terminar e interrumpió mis palabras

_ ¡Embarazada, y eso no es una opción, o una escusa! ¡Si quieres proteger a tu hijo, encamínate conmigo!

_ ¡Acaso, iras a una guerra, ¿por qué yo debería estar para proteger a mi hijo? ¿No eres su madre, no es tu deber?

Su mirada, como una luna sangrienta, cayó sobre mí, por primera vez, mi columna vertebral, se puso rígida ante la mirada de una mujer.

_ ¡si quieres, puedo pasarte mi panza, así estarás más tranquilo! 

_ ¿Qué?

_ ¡vámonos! 

No me dejo decir nada más, cuando me tomo del brazo, y nos pusimos a encaminarnos, quería reclamar y protestar, pero ella no me dejo. Que mujer tan terca. Espera un segundo, no debería ser yo, el que la encamine es vez de ella a mí. Desde cuando soy un sumiso.

Katty Benger.

Recordé, todo mi pasado. Toda mi vida, siempre ha sido una mierda. No podía tolerar eso más. Esa misma historia no se volvería repetir, aunque me costara la misma vida. No debe volver. Me llené de una hora de emociones, complicada, que no podía entender, pero mis personalidades, batallaban en mi mente, lo que me enojaba mucho más. Sentí que estaba muy enojada, y eso afectaría a mi bebe. Que puedo hacer para mantenerme calmada. Grite e a mi propia mente que se detuviera, y me dejara pensar con claridad. Había pensado que solo en las historias de los lobos y vampiro, uno escuchaba a su lobo gritar o hablar desde su interior. 

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La secretaria Indomable