Jack se sonrojó.
Kelvin estaba sorprendido y no podía reírse de su amigo, porque ella acababa de opacarlo, también solo dijo un comentario.
_ ¡Tu secretaria es indomable amigo, nunca ami, una mujer me rechazó una invitación a mi suite! _ ¡Ella no hablo, me entrego una mirada que yo no me reconocía y tampoco sabia como interpretarla, a sí que lo tome como un no definitivo y era eso!
_ ¡Dejala, acaba de lograr un gran mérito, por ciento veinte millones, la subestimé demasiado, ahora veo porque mi padre confía tanto en ella y la elogia siempre!
_ ¡Tu padre, tiene un ojo! ¡Jack, me retiro, tengo unas chicas esperando por mi compañía!
_ ¡Hablamos hermano, no hay de que preocuparse, esos bastardos están en nuestra mano y firmaron por idiotas!
Después que Kelvin saliera jack salió, quería subir y reprender a katty, por lo que hizo, se limitó, no cruzó la raya. En un lado ella tenía razón, él la utilizo de verdad, se lo deja pasar. Esta vez.
Jack llegó a su suite, su mente estaba perturbada.
No podía sacar la dulce voz de su cabeza, las palabras volvieron a sonar igual "¡Si no haré que tus bolas sean más grandes que tus pantalones!"
Jack sonrió y se enfadó más. Tomo un vaso, lo lleno de whisky. Se sentó en el sofá. La voz se repetía una y otra vez. Era como un virus en su mente.
Jack Bill
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