La secretaria Indomable romance Capítulo 23

Mi respiración se cortó.Su mirada me penetraba hasta encontrarse con mi alma. me sentía tan pequeña frente al. Es la primera vez que me encuentro en esta situación con él, pero por alguna extraña razón estaba inmóvil, por más que intentaba moverme para salir de su brazo y ponerme ropa. ninguna parte de mi cuerpo me respondía. Es como estar frisada frente, a este hombre.

Cuando, por fin, mi cuerpo obedeció un mandato de mi cerebro. hizo pasos atrás para alejarme de sus brazos. El estaba vestido con ropa Sport. En mi mente llegaron numerosas cosas. Pero él, estaba con esta chica Fabiola en la villa. Que demonio hace aquí?.

_ ¡Jack, ¿A qué se debe tu repentina visita? Tu visita. _

Dije mientras buscaba algo que ponerme y sacar esta vergüenza. El, se quedaba mirándome de pie a cabeza. No decía ni una palabra. Lo cual, mi mente también me envió la señal de advertencia de salir corriendo.

Por alguna razón, mi cuerpo se detenía y no hacía de lado izquierdo ni la derecha. Tengo la impresión que le digo izquierda y se quedara postrada donde estaba mis piernas, no tenían fuerzas algunas. Me sentía tan débil. Me apoyé a la cabecera de la cama, después de ponerme mi piyama. 

Lo que aún no entendía, el porqué lo hice. Me puse algo muy sexy y provocador. Es como que yo esperaba que él apareciera, en mi habitación a media noche, mientras estoy con toalla.

Él no decía ni una palabra, se tumbó de espalda en mi cama. Mis ojos no podían creer lo que estaba viendo. Era un maldito sueño o una realidad.

_ ¿Quieres tomar algo?

 Le dije mientras no encontraba palabras para describir lo que estoy sintiendo ahora mismo. Acababa de estar con su hermano en una cita que digamos. Ahora este demonio sin jaula aparece de la nada en mi apartamento, en medio de la noche. Me costaba creer que él estaba de verdad en mi casa. 

Mire el reloj eran ya las dos de la madrugada.

_ ¡Santo cielo! Jack¿es muy tarde, no piensas macharte?

Se levantó de la cama. Su mirado cayó en mí. Claro con este traje tan sexy para dormir. Deja en deleite a cualquiera. Se acercó y me puso la mano sobre el hombro, acercándome a él, paso a paso. Mi cuerpo como una gata endemoniada le sigue la corriente.

Sentí como su mano recorría mi espalada y detenerse en mi cintura. Y la otra tenía mi mandíbula recta y mirándome fijamente, me tenía solo hablando con la mira, pero yo no entendía nada por más que buscaba entender una palabra de lo que salía de sus ojos. un fuego intenso se formó en su púrpura y como se oscurecía. y ardía en rabia. 

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La secretaria Indomable