Lo Mejor de Tu Vida romance Capítulo 4

Noelia respiró hondamente. Con la ayuda de Eva, de seguro todo le saldría bien.

—En realidad, Natalia no solo quiere que yo haga la audición en su lugar. Quiere monopolizar los recursos de actuación de la compañía con el privilegio que Felipe le ofrece. Por supuesto, esto no es la primera vez, así que tenemos que encontrar pruebas.

Sin esperar a que Eva hablara, Noelia continuó:

—Además, está embarazada. El bebé es de Felipe.

Eva maldijo:

—¡De veras son descarados!

Los dos la traicionaron, ahora incluso mandó a Noelia hacer la sustituta de Natalia. Lo que hacía de verdad se estaba pasando de la raya.

Noelia ya se dio cuenta de que no podía sufrir sola sin resistirse. Quería devolverles todo lo que le habían hecho de una forma doble.

Unas horas más tarde, Noelia, que llevaba un maquillaje ligero, una máscara y una gorra, apareció en el hotel designado de audición a tiempo.

Cuando entró en el vestíbulo, el agente de Natalia, César Castillo, se acercó y exclamó deliberadamente:

—Ay, ¿por qué estás tan enferma, Natalia? Sígueme ahorita para prepararte, ¡no dejes que el director Javier te espere demasiado tiempo!

«No esperaba que la actuación de Natalia fueran malas, pero su agente actúa muy bien.» Noelia pensaba en secreto.

Este dirigió estas palabras deliberadamente a fin de que todos supieran que la mujer con la máscara que él recibió era la misma Natalia.

Todavía no llegaba la parte que Noelia esperaba, así que ella no tenía prisa por revelarlo.

Tan pronto como la puerta del ascensor se cerró, César miró a Noelia con enojo y la reprendió con disgusto:

—¿Mira qué hora es? ¿Todavía te crees una estrella y apareces según tu horario?

Su tono exactamente era tan arrogante como el de Natalia, tratando a Noelia como una esclava que podía ser maltratada.

Si no hubiera sido engañado por la hipocresía de Felipe, si no se hubiera retirado y hubiera estado activa en el mundo del espectáculo, César, un insignificante, ni siquiera se atrevería a levantar la cabeza para mirarla, ¿cómo podría atreverse a gritarle de esta manera?