Luna Oscura. romance Capítulo 28

—Alex —grito con todas mis fuerzas, corriendo a su lado pero el se aleja cada vez más.

—espera ¡no te vayas! —siento como mis pulmones arden en busca de aire, como mis piernas comienzan a adormecerse.

El me sonríe con esa sonrisa que derrite a cualquiera y se despide con un gesto en la mano, pero en la mano tiene sangre y un dije que reconocería es de mi madre.

Me despierto con la respiración agitada y con sudor en mi cuerpo, frotó mis ojos y me doy cuenta que todo es verdad que no a sido una fantasía y siento un vacío enorme dentro de mi, todo está roto sin vida, me levanto a regaña dientes de mi cama y me voy al baño para ducharme, me desvisto y dejo que el agua me relaje y limpie todo mi cuerpo, salgo del baño y me miro en el espejo solo veo a una chica demacrada, con ojeras, pálida, sin vida suelto un suspiro y seco mi cabello, en el armario hay ropa suficiente para mi, me pongo unos jeans color negro, una camisa color rosa pálido y calcetines, vuelvo a la cama y me dejo caer.

*no llores Jane, no llores* me repito en mi mente una y otra vez, pero es inútil suelto una lágrima y siento ardor en mis ojos, me duele la cabeza y estoy hambrienta, pero no digo nada para que alguien venga a verme, quizás deba irme donde mi padre o irme lejos muy lejos, a otro lugar donde nadie me conozca y reír muy fuerte porque ya deje todo atrás mis sombras, mis llantos mi pasado, ya nada importará, seré libre si quizás haga eso, pero estoy muerta mental y físicamente..

No me importa si Luke me muerde y muero en el instante, si me desangra hasta morir, escucho pasos y olfateo el aroma de Luke.

—hola —dice entrando con una bandeja de comida, huele delicioso y mi estómago lo hace saber haciendo un estruendoso sonido.

—creo que tienes hambre, ten come —dice con una sonrisa, pero no me levanto, ni lo miro,toma mi brazo y me hace sentarme, pone en un mueble de madera la comida y la posiciona enfrente de mi.

—tienes que comer o te enfermeras, come Jane —dice con dura pero dulce ala vez.

Yo de mala gana tomo los cubiertos y empiezo a comer lentamente, pero mi estómago lo agradece, me termino el plato satisfecha y tomo el jugo de naranja.

—así está mejor —dice complacido con una sonrisa sincera.

—¿que quieres de mi? —digo con voz rota llena de tristeza, lo dije en voz tan baja que creí que no me había escuchado.

—quiero todo de ti Jane, me perteneces —dice seguro, pero yo niego con la cabeza cuando dijo que yo le pertenecía.

—lo eres pero de una forma que tu no entiendes —me mira por última vez y sus ojos rojos me miran como si fuera un premio precioso.

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