Más que un trato romance Capítulo 10

- No lo ara -frunzo mi ceño incrédula- sabe lo que perderá si lo hace, además, para tu garantía lo are firmar un acuerdo si llega a engañarte.

- Esto necesito consultarlo con la almohada señor Strelnikov, no se que decirle, si le digo si quizá mañana venga y le diga que no, que me arrepiento.

- Lo sé hija pero si lo haces, te aseguro que tú tía terminará sus días en el mejor hospital día y noche con medicamentos para mitigar el dolor y aunque le prometí a su familiar cuidarla, hay gastos que no podría costear gracias a la reputación de mis dos nietos, bueno tres, Susan es otra igual pero con los hombres.

Al escucharlo, se que mi tía tendrá muchos gastos y la panadería en algún momento dejará de funcionar y el sueldo que tengo aquí no ayudará mucho, se que el servicio médico cubre algunos gastos pero no se cuánto, pero aún tengo curiosidad por saber quien es ese familiar que también debe de ser mío.

- ¿Quien es ese familiar?

- Un primo lejano, que le tenía mucho cariño como si fuera su hermana, pero murió hace como 10 años casi después de que llegara tu tía a Estados Unidos -dice serio y le creo aún así necesito una consulta con la almohada.

- Aunque sea por el bien de mi tía, necesito pensarlo.

- Isa ¿siempre firmas sin leer? -su pregunta hace que mueva mi cabeza a un lado y haciendo un ojo pequeño al no entender porque hacia esa pregunta.

- No entiendo ¿porqué me pregunta?

Me da un folder amarillo al sacarlo y leerlo leo un contrato donde estipula que seré novia de William, no le seré infiel o se pagará una suma de trescientos mil dolares y una más sobre el monto a perder la empresa por incumplir con el contrato de la empresa asociada, entre otras cláusulas está otra donde sólo William podía romper el noviazgo, estaba bien redactado el contrato y salíamos los dos mal librados, si incumplíamos el contrato- yo nunca firme algo asi, esto debe de ser un erro -digo, pero no es un error allí está mi firma y mi huella digital, sólo una vez firme algo sin leer- su... ¿Susan me engañó?

- Si lo hizo, y como vez ya lo dio de alta el abogado, cuando supe no pude acer nada sólo darte la opción de ayudar con el hospital de Diana.

Mis ojos se llenan de lágrimas, quería romper el documento pero sabía que era inútil, puesto que era una fotocopia que fue escaneada para enviarlo como un archivo pdf, que más da ya firme, esto me pasa por confiada, el mundo entero se empeñaba en unirme a William, no soy nadie importante aún así me unen a él gracias a la brillante idea de ser su novia, el señor Ivan limpia las traicioneras lágrimas que ruedan por mis mejillas.

- Lo siento linda -dice con pesar, lo miro y sonrió aunque las lágrimas siguen bajando.

- Lo hecho hecho está -es lo único que digo y me terminó de secar las lágrimas y me retiro sin más, quizá estaba metida hasta el fondo en el fango de mi propia mentira pero no sería la única, dejaría en abstinencia a William no seré una novia llavero ¡no señor! quizá me intimida William cada que sus ojos brillan como si fuera su presa pero de que lo dejare sin sus amantes lo are, si yo no puedo ser feliz con alguien más el tampoco, esos eran mis pensamientos mientras bajaba las escaleras no quería tomar el elevador necesitaba pensar, y algo no iba bien, Susan no pudo hacer esto sola, Dios me perdone pero creo que fue idea del señor Ivan y su hijo, llegó a mi ligar y mi cel suena es la alarma de una nueva reunión de Jonathan, me aclaro la garganta antes de llamarle.

- Isabela aún estoy en la Junta que sucede -dice de inmediato al ver mi número.

- Dentro de media hora tiene otra junta.

- Intenta moverla y me hablas.

- Si esta bien.

Cuelgo y llamo a diseños donde me contesta un hombre y se notaba que era gay por la forma de su voz, le digo que necesito que atrase la hora de la Junta pero sólo puede hacerlo media hora no más, le llamo a Jonathan y sólo suspira diciendo que está bien, después de eso no tenía trabajo hasta que me trajera algo que archivar, no podía sacarme de la cabeza ese maldito contrato estaba atada a William y de nuevo comencé a llorar de impotencia 《es culpa mía por no leer lo que firmó》sacó unos clinex de mi cajón y me quedo con el pañuelo en la mano y dejó cabeza inclinada hacia delante sosteniendola con las manos, no se cuanto tiempo pasa estaba tan perdida en mis pensamientos sobre mi situación que no escucho el elevador.

- ¿Estás bien? -por la voz supe que era el señor Smith rápido me incorporo y seco mis lágrimas.

- Si estoy bien ¿tenía cita con Jonathan?- digo todo rápido.

- Estabas llorando, no me digas que te enteraste que te engañaba William y rompieron -dice serio con el ceño fruncido.

- No como cree, es por mi tía está enferma y aveces me sobrepasa y lloro -mis ojos se llenan de lágrimas de nuevo porqué le mentía a medias a este señor, la verdad es que había veces que lloraba en la noche por Diana pero ya me estoy haciendo a la idea de que pronto nos dejará.

- Lo siento, es fácil para mi decir que es por William lo conozco... Y no te preocupes tú tía se recuperará pronto, ya lo verás.

- Tiene cáncer y ya hizo metástasis en cada órgano vital, pronto se irá aunque espero siga sin dolor como hasta ahora -digo en sollozo.

- Lo siento mucho y ¿porqué no estas con ella el lugar de estar aquí?

- Por qué ella casi me obligó a tomar este empleo para distraerme, pero Jonathan tiene todo en orden salvó por sus citas que siempre olvida así qué sólo espero a que regrese con un poco de trabajo.

- Ya veo, una pregunta ¿eres enfermera o algo así? Lo pregunto por el uniforme del viernes

- Digamos que algo así, pero no ejerzo -por mi estúpida emofobia quince añadir- por razones personales y el viernes por error tuve que dar una clase de rcp y ya no puede cambiarme por eso estaba vestida así.

Al estar hablando él acerca una silla y se pone muy cómodo en frente de mi, jamás me había tocado que alguien se quedará, nada más saben que no está Jonathan y se van pero el señor Smith quería averiguar algo.

- ¿quiere un café?

- No gracias ya bebí 5 antes de venir aquí, y dime ¿cómo es William contigo?

Me le quedó viendo- ¿cómo es William conmigo?

- Sí, quiero saber cómo te trata -ya salió el peine ósea: ya salió la intención de estar aquí, pero ¿cómo es William?

- Bueno, es amable, respetuoso un caballero que no le gusta que abra la puerta del auto yo misma ¿ya le dije atento? -el niega con la cabeza- bueno atento, si algo no se y le preguntó deja de hacer lo que hace para enfocar su atención completa en mi, no es todo un amor porqué cuando se enoja me intimida hasta los huesos, no es como si todo el tiempo pase pero cuando lo sacó de sus cabales así pasa, nunca me a pegado ni siquiera a intentado hacerlo ni un sólo jalón me a dado por más enojado que este conmigo -la mirada del señor Smith está muy atenta a mi, no sabía que más decir porque era lo que había sido hasta ahora William y mis manos se van directo a mis labios al recordar el beso robado, alzó la mirada y veo unos ojos azules que me miran con el ceño fruncido- William ¿se te ofrece algo?

- ¿estabas llorando?

- Yo.... lo siento -digo en voz baja y bajo la mirada.

- Deberías de tener un poco de más tacto con tu novia hijo -dice el señor Smith levantándose y mirando su reloj- es hora que me valla ya empieza mi reunión, espero volver a hablar con usted señorita Arismendy.

- Cuándo guste señor Smith -se marcha y nos quedamos sólos William y yo, se sienta en la silla.

- ¿Estabas llorando por lo que te dije?

- quizás.

- ¿Qué quería el señor Smith?

- Venia con Jonathan o eso pensé, porqué después me pregunto cómo eras conmigo.

- Así qué vino a verificar sobre nosotros.

Algo cruza por mi cabeza- usted vino ¿sólo porque estaba aquí el señor Smith verdad?

- Que cambió, con el señor Smith me tratas de tú pero a solas soy usted -dice alzando una ceja.

- Aún no es mi novio -frunzo el ceño- así qué, a solas lo tratare de usted y sólo por llevar las apariencias con los demás lo llamaré más casual.

- Aún no... interesante -dice pensativo- eso quiere decir que estas considerándolo.

Saco un espejo para ver mi maquillaje ya que William no dejaba de verme, y me incomoda aunque siempre uso máscara de pestañas contra agua aún así reviso, sólo parecía un efecto humo, así que quito el exceso, mis ojos estaban rojos y un poco hinchados pero nada que de lejos se ocultara- quizá -en sus ojos apareció un pequeño brillo- pero se lo diré mañana, porqué hoy aún quiero decirle que no -su mirada cambio, y yo sonreí porque vi que lo ponía en aprietos, el teléfono suena y contestó como de costumbre.

-¿Will aún está contigo? -pregunta Jonathan.

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