Más que un trato romance Capítulo 14

Isabela

La tarde se fue rápido, y hoy fue uno de esos días que no se paró ni una mosca, así que Diana estaba muy parlanchina sobre la cita que tuve con William e hicimos unos cuantos remedios caseros para que se mejorarán rápido los aruños, no quería usar maquillaje si me tiraban alguna bebida quedarían expuestos pese a todo, así qué, a sacar los remedios de la abuela, creo que William se dio por vencido el día de hoy así que a relajarse hasta mañana.

La alarma suena y me levanto como cada mañana y hoy mi tía me tiene listo unos pasteles para adornar era lo único que me dejaba hacer, después del viernes me vale todo, sólo ya quiero que ese día termine, terminó de adornar los pasteles y pongo unos mini bigotes en una caja, quería llevarle a Jen y para comer yo, si Jonathan no va de nuevo me voy a estar durmiendo, hoy me pongo unos jeans negros y zapatillas negras, no tenía ánimos de vestirme a juego y la blusa una violeta nunca la usaba pero no tenía ganas de buscar algo mejor, una coleta alta y maquillaje muy sutil, salgo de casa y tomo el autobús cuidando mi caja de mini bigotes de chocolate, llegó y saludó a Jen.

- La novia ¿hoy no viene de buen humor?

- No quiero que llegue viernes -digo haciendo drama- pero traje algo -le enseñó los pequeños panes.

- Ya sabes que los veo y engordo pero... -toma unos cuantos- si no los pruebo me dará algo.

- Claro, nos vemos en la tarde o quizá si no viene mi jefe te de una vuelta -le guiño el ojo y me dirijo al elevador pongo el piso 15 y en cuanto me vio Edwar puso los ojos en blanco.

- ¿Qué te paso hoy?

- no tengo ánimos de ver que combina y que no, y quería andar un poco casual.

- bien, hoy es fácil el color a escoger.

- antes de olvidarlo, traje lo que me prestaron ayer.

Esta mañana no dure ni 10 minutos en el piso 15, al parecer hoy no hay salida con William y festejo internamente, al llegar a mi lugar de trabajo cacho a Jonathan escabullirse- ¿huye de mi jefe?

Se para en seco y voltea a verme y yo le sonrió- no, buen día Isabela, hoy estarás en presidencia tengo que salir de viaje y me llevaré a Margie ya que tiene más experiencia en estos viajes.

- Entiendo, por lo menos no estaré sola aquí ¿sólo será el día de hoy?

- No, serán jueves y viernes- iba a bromear sobre que me cambiarán a otro lado pero su cara sería me lo impide.

- Esta bien -caminamos al elevador y subimos al siguiente y último piso, es raro tanto silencio al salir lo sigo y Margie se estaba despidiendo de sus compañeras, al verme sonríe y me invita a acercarme me dice lo que tengo que hacer el tiempo que este aquí que sólo será prácticamente contestar el teléfono y hacer pasar a los socios o ejecutivos que tienen cita.

- que tenga buen viaje Margie -décimos las chicas y yo al unísono, se marchan y la afroamericana a mi lado da un suspiro

- que envidia tengo de Margie, salir de viaje aunque sea trabajo.

- Yo envidio a nuestra compañera eventual -me mira la rubia a mi derecha- trabajar para tu novio y darle los besos que se te antojen a la hora que sea

《Si supiera》

- ¿Lo crees?- pregunto inocente.

-y cuanto llevan de novios? -pregunta la afroamericana, me quedo patinando no se que decir pero soy salvada por el timbre del elevador de donde sale William y tres hombres.

- Busca otra forma de solventar hasta el fin de mes -dice sin prestar atención a nada más.

- Buenos días Señor Strelnikov -décimos las tres pero parece que reconoció mi voz porque voltea con el ceño fruncido y luego vuelve a con los hombres y pasan sin decir nada, las chicas se ríen.

- Qué formal lo saludas.

- Lo sé y creo que eso lo enojo -río nerviosa.

《Me lleva la que me trajo, me va a mirar como el lunes》

-y entonces ¿cuánto llevan?- insiste la rubia.

-poco antes de que el señor Iván tuviera el infarto, es sólo que lo rechace varias veces antes de darle el si- estoy nerviosa y juego con un lápiz.

- ¿Rechazaste a semejante bombón?

- Rechace al mujeriego, que era lo único que veía en él a un mujeriego.

- Isabela ven a mi oficina con la carpeta roja- se escucha. A William por el alta voz, las chicas me dicen cual es.

-enseguida vuelvo -tomo la carpeta y me dirijo a su oficina, tocó y espero a que me de el pase- aquí traje la carpeta William -me quedo parada al ver que aún estaban esos hombres.

- Trae la silla y siéntate a mi lado cariño -hago lo que me dice, los hombres sólo me miran hasta que carraspea William- cómo ven ya traje a alguien que no dudará en dar su sincera opinión.

- Es tu novia -dice hombre los hombres.

- Y me llamo señor al entrar -dice William y toma mi mano- muestren sus ideas.

Básicamente lo que quieren estos hombres es deducir impuestos y para ello no deciden si dar una fiesta o un regalo a cada empleado, me hace recordar que yo tiré varias playeras de unos trabajos.

- Yo diría que hay obsequios que terminan en la basura, y ¿cuál es tu propuesta? -miro a William el sonríe.

- Esta en tus manos, tenemos muchas joyas que no salen del exibidor así que pensé que podríamos tomar algunas y en lugar de esperar a otra donación podríamos regalarles a los empleados.

Abro la carpeta y ahí está la foto de un juego de pulsera y anillo- pero también serían perdidas de dinero para la empresa si hace eso ¿cuantos empleados hay?

- Me gusta tu idea cariño pero el señor tiene razón -continuó ojeando- pero podríamos hacer una encuesta de que prefieren si una fiesta o un obsequio, aunque se podría hacer un sorteo en la fiesta claro sin decir nada para así saber que prefieren -les enseñó un coyar de oro blanco con un pequeño diamante, lo vi en una película y al parecer no fue popular muy porque está aquí- no es necesario regalar millones, pero si algo significativo que le dara promoción a Grupo Lion's sin pagar.

- Supongo podemos intentarlo -dice el hombre de traje azul- le daremos su propuesta a su abuelo y padre.

- Gracias -se despiden los hombres y voltea a verme- ¿cómo van tus manos? -me pregunta pero no baja la mirada.

- Mucho mejor gracias... use algunas cosas naturales y parece que por lo menos mis manos ahora parece como sarpullido -le enseñó mi mano y él la toma y le da un beso.

- Me alegra que estés mejorando y no por pasado mañana -dice antes de que le diga que es lo que le preocupa.

- Debo irme -me pongo de pie y el me toma del brazo- ¿qué pasa?

- Hay algo que debes firmar o más bien verificar que este bien -de un cajón saca un sobre y me lo entrega al sacar las hojas veo que es un contrato, al comenzar a leerlo me doy cuenta que es mi contrato de novia, Tiene las cláusulas que le pedí pero tiene como finalidad un matrimonio de dos años el cual sólo yo podré terminar al llegar al segundo aniversario si así lo decido, eso me parece extraño pero recuerdo que es un mujeriego y tiene el ego muy grande para creer que estaré con él por voluntad.

- Crei que lo firmaría cuado aceptará la propuesta de novia.

- Cambie de opinión justo en el momento que me llamaste señor Strelnikov está mañana -solo por eso lo hace, hubiera preferido me gritara.

- Un error lo comete cualquiera.

- Eres mi novia para todo el mundo, no hay errores en esto.

- Supongo ya tienes una historia sobre cómo me pediste ser tu novia.

- No, aún intentaré que digas si, y hablando de historias ¿qué les dijiste a tus compañeras?

- Empezamos a salir un poco antes del infarto del señor Ivan y que te rechace.

- Bien -dice frío- firma y retirate.

Firmó como cada que he firmado un contrato en la empresa cada uno de ellos lleva mi huella digital, pero este se lleva mi libertad por más de dos años dependiendo cuánto duré el noviazgo, nunca había pensado en como me iba a sentir cuando lo firmará, pero ahora tengo emociones encontradas, con ganas de llorar y un gran nudo en la garganta, no digo nada sólo salgo de la oficina intentando calmarme, las chicas están entretenidas en los ordenadores y colocó la carpeta en su lugar.

- ¿Alguien está en problemas? -dice la rubia, me quedo callada porque sentía que terminaría llorando.

- Algo asi -digo despacio pero me escuchan- y creo que pronto llegará mi periodo tengo cólicos horribles -me tomo el vientre con una mano, mintiendo sobre todo.

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