Más que un trato romance Capítulo 42

•Isabela•

Desde que fuimos por Jona al bar siento que él ya sabe la verdad y William también la sabe, pero nada a cambiado entre nosotros o bueno William trata de sacarme a citas y hacerme olvidar por momentos que estoy perdiendo a una persona muy importante, en la cama seguimos teniendo sexo y al fin me quitaron los puntos cosa que hizo feliz a William y el sexo de ese día fue más intenso y me besos de pies a cabeza de frente y por detrás, hasta me dio una mordida en una de mis nalgas que al día siguiente lo sentí como si me hubiesen puesto mal una inyección y él se reía de mi y después me pedía perdón por haberme mordido tan fuerte, Sophi a intentado acercarse a mi pero aunque se que es una buena persona no puedo olvidar que es una de los culpables que mi niñez no fuera normal por tanta habladuría, asi que así se me fue este mes.

- Aún no termino esperame un momento mi bella Afrodita -dice William sacándome de mis pensamientos justo ahora termine mi turno y no quería esperar a que pasará por mi, pero verlo allí en su escritorio revisando algo en la compu y unos documentos me dieron unas ganas tremendas de darle una mamada y que me diera una buena cogida sobre el escritorio, me estoy volviendo una ninfómana por qué en estos momentos retrocedo mis pasos sólo para poner el seguro y por todos los cielos ya estoy húmeda de sólo imaginar la escena.

William está muy centrado en su trabajo así que voy donde él y me pongo detrás para darle un masaje a sus hombros y siento como se tensa por un momento y luego se relaja.

- William quiero darte una mamada -digo y deja de teclear mientras su cuerpo se tensa de nuevo.

- ¿Por qué siento como si yo fuera la mujer enamorada y tu el bato que sólo se la quiere cojer?

Me da risa su pregunta o análisis de nuestra relación- no lo sé, pero me dejas chupartela.

- Maldición Afrodita me pones en una situación difícil - se queja.

Sonrío amplio- Vamos tu trabajas y yo te doy placer y me quito esta tentación -no le había dejado de dar masaje en los hombros por lo que me toma la mano para que me detenga.

- ¿Cerraste con seguro?

- Sí... -me pongo frente a él- deja me acomodó para puedas trabajar.

Me pongo de rodillas y me meto dentro del espacio del escritorio y jalo la silla, viendo como sonríe William negando con la cabeza, deja de verme y comienza su trabajo de nuevo así que desabroche el cinturón, desabrocho el botón del pantalón y bajo el cierre para terminar metiendo mi mano en el boxer y sacó su miembro que no está tan flacido como pensé, eso quería decir que también le excitaba lo que iba a hacer, tome esa parte masculina que da tanto placer y me acerqué metiendo lo más que podía dentro de mi boca sacándole un gemido y en eso tocan la puerta.

- ¡Mierda!... pasa -dice sabiendo que está cerrada la puerta y se acomoda la ropa.

- Esta cerrada la maldita puerta William -dice el padre de William y sonrió frustrada por la interrupción de mi fantasía, y fui a abrir la puerta ya que si va William será muy evidente tremenda erección.

- Lo siento creo que puse el seguro sin fijarme -le digo una mentira al señor William al abrir la puerta y mirarlo.

- ¿Sucede algo papá? -le pregunta William a su padre como si no hubiera estado haciéndole algo hace un momento, el señor William mira o más bien escanea la oficina tratando de encontrar si estamos haciendo algo.

- Sólo aviso que mañana vendrá el accionista externo por lo que se celebrará una junta extraordinaria.

Eso sí que es una gran noticia por lo que se ese accionista hace muchos años que no se presenta en la empresa y el señor Iván es quien es el representante de ese accionista.

- Bien, tendré los documentos que valla a necesitar.

- Eso espero -voltea a verme- linda si deseas mañana no vengas y pasa más tiempo con tu tía.

- Gracias señor William lo pensaré.

El asiente y sin que lo espere se acerca a mi y toca mi cabeza, es extraño ese toque transmite tristeza y pena, me le quede mirando por si veía algo en su mirada pero todo parecía que fue sólo percepción mía.

- Vallan con cuidado cuando estén de camino al hospital.

Y sin más salió de la oficina dejándonos solo, al mirar a William ya se había puesto de pie y camina hacia donde me encontraba.

- Pequeña pícara, está noche no te salvas que te de unas buenas nalgadas. Pero ahora vamos a ver a tu tía.

Salimos de la oficina, la verdad siempre he pensado que William es un hombre de cuidado que dentro de ese hombre lindo que me presenta hay un hombre peligroso que podría ponerme una mano encima si se enojara lo suficiente, quiza sea su mirada afilada que da cuando no está de buenas pero me da miedo apesar de ser comprensivo y tierno que es conmigo, llevarme con ti a Diana y recogerme para ir a su apartamento a descansar, pero debe de tener mucha resistencia ya que no soy tan fácil llevar o de persuadir, llegamos a la habitación de mi tía y ella sonríe al vernos buscando con la mirada si iba con nosotros Jona, es lo último que pide verlo de nuevo y hablar con él sólo unos minutos pero que yo sepa no ha venido a verla desde que llegó mi familia.

- ¿Cómo te sientes? - le pregunto para no quedarnos en silencio.

- Cada día más cansada, pero verlos juntos y sonrientes me da ánimos.

- Are reír a mi Afrodita antes de entrar.

Diana sonríe al escuchar a William y por esas cosas es que mi tía lo quiere para mi esposo o por lo menos que este a mi lado, yo aún no entiendo eso pero si la hace feliz yo estoy bien.

- Hija el agua se terminó podría a traer más por favor.

Asiento agarro la jarra y salgo de la habitación y busco el dispensador de agua el cual esta en la zona de las enfermeras, al regresar miro que Jona está sentado en la cama sosteniendo la mano de Diana y ella sonríe con lágrimas en los ojos.

- Ya sabes de donde sacaste los ojos grises son de familia y no olvides que tu descendencia piede tener los ojos de mi linda Isa.

- Creo que nunca podría olvidarlo -dice Jona dándole un beso el la mano a Diana y dejo el agua sobre la mesa de noche.

- Estoy cansada necesito dormir un poco.

Jona asiente y yo voy a sentarme junto a William quien toma mi mano y la frota con suavidad.

- Nos quedaremos con ustedes hasta que lleguen tus familiares - me susurro William evitando molestar a Jona, yo asenti y William me recargo en su hombro.

No se en que momento me quedé dormida pero al despertar estaba usando como almohada el regazo de William y mi estómago protestó por comida.

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