Más que un trato romance Capítulo 45

Heme aquí con casi 4 meses de embarazo muy notorio razón no se pero parece de más meses, estoy sentada en una de las sillas de los accionistas de grupo Lion's y lo peor no es eso es un bloque de hielo que me mira y está al frente de la empresa un bloque de hielo llamado William mi aún novio según tengo entendido y pese a su actitud fría me mira como si quisiera matarme y eso que no ha visto lo que está debajo de la mesa, si la uso de escudo y esconder mi panza. William está explicando el rendimiento que ha tenido la empresa pero no entiendo nada porque estoy más preocupada en que nadie noté nada y menos él, por la forma en que me mira de vez en cuando creo que me mataría y diría que lo engañe y no hay que olvidar a Jonathan que no me quita la vista de encima sabe que ocultó algo, sabe que estoy nerviosa, por lo que ya no puedo más y me llevo las manos a mis cienes.

- Hay algo que no entienda o ¿prefiere que lo explique todo de nuevo? -pregunta pero parece pues afirmación de William y parecen dagas sus palabras.

- Sí, digo no.... bueno no entiendo mucho pero lo poco que entendí es que el nuevo proyecto está funcionando muy bien hay ventas en....en todos lados ¿no? -digo nerviosa.

- Conque entienda algo ¿le es suficiente?

- Supongo que si -digo fastidiada y pongo una mano en mi mejilla apoyando el abrazo en la mesa y hago como que miro unas hojas, lo cual lo hace enojar más pero se aguanta la ganas de gritarme como la única vez que lo hizo, sigue hablando y luego habla Jonathan sobre la entrega de los Oscar a los cuales siempre se les ofrece el servicio de joyería a las y los nominados junto con los que hacen la ceremonia y no se que otros más, sigo sin prestar atención. Después de tanto parloteo pasan varias horas ya quería irme sentía calor y el aire me faltaba pero tenían que esperar a todos o por lo menos el de mi lado que puede tapar la vista a William y Jonathan, miro la hora y ya era la hora de la comida pero seguía aquí, cuando la puerta se abre y entra una mujer con un carrito de comida, aún no abría nada y ya me daba el olor a comida china.

Espero sea mi imaginación

- Espero no le importe que se trajo comida -comenta William mirandome.

- Claro que no, aunque la verdad no tengo apetito -le sonrió y el sonríe más pero era como una malvada esa sonrisa.

- No nos haga el desaire quedece.

No se lo que planea pero estoy segura que nada bueno pero que se puede hacer cuando todos te miran -esta bien los acompaño.

La señorita reparte la comida y si era comida china desde antes de que falleciera mi tía la aborrezco no soporto ni el olor y ahora se que era por el embarazo y ese idiota la trajo para vengarse de mi, llevo mi mano a mi boca tratando de disimular que estoy pensando.

Me las pagará lo juro

El olor es insoportable la saliva se me junta en la boca y una pequeña arcada me viene y sin importarme que me descubriera hago mi silla lo más lejos posible de la mesa y me pongo de pie y salgo casi corriendo de la sala de juntas, cuando llegue mire el baño por el pasillo y me dirijo a el escuchando la voz de William llamarme pero no me detengo lo que quiero es alcanzar a llegar al baño ya que otra arcada llega, veo la puerta entró y siento que me jalan y quedo de espalda a la puerta.

- ¿Por qué me ignoras Isa? -pregunta pero yo no digo nada, más bien no puedo- quieres terminar con el noviazgo -sus palabras están llenas de decepción por lo que mis ojos se llenan de lágrimas y una nueva arcada me hace inflar la mejillas- ¿te burlas de mi? O es que ya quieres tu libertad pero esa no la tendrás y tendrás que soportarme por más asco te de y sobre todo dejaré de ser caballeroso contigo -intenta besarme y no se de donde sacó las fuerzas y lo empujó antes de que ya no pueda contener el bomito apenas y llegó al lavabo se que no es para eso pero era lo más cercano- creo esto lo dice todo aún así seguirás atada a mi -lo escucho pero no podía dejar de vomitar y el estómago empezaba a dolerme y a marearme.

- Se que te dije palabras demasiado hirientes pero sólo quería estar sola y tu siempre estabas encima de mi -enjuago mi boca- no tienes que decirme que estoy atada a ti ya lo sé y ahora si me permites debo irme no me siento bien -empiezo a caminar hacia la puerta.

- Las cosas cambiaron -detengo mi camino- ya no te seré fiel.

- Bien -digo firme aunque no se porque ahora me dolía que lo dijera- pero no me tocaras jamás... no permitiré que me contagies de algo -camino de nuevo con paso firme aunque sentía las piernas me temblaban.

- ¿Y que hay de ti?

- No hay con quien te sea infiel así que puedes hacer lo que quieras -lo dejo en el baño y me dirijo al elevador mientras espero a que suba me sobo los costados de mi panza para ver si así se me pasaba en dolor, miro a los lados y veo a Jonathan que me estaba mirando y aplastó el botón rápido para ver si así llega más rápido, vuelvo a mirar y va hacia los baños y yo camino lo más rápido a la pierta de las escaleras esperando perderme de ellos, con cuidado y lo más rápido que puedo bajo las escaleras y al escuchar la puerta me escondo para que no sepan que estoy aquí suspiro al no escuchar voces pero mi tranquilidad se va cuando escucho pasos así que bajo de nuevo escaleras hasta que llegó a la puerta del otro piso soy alcanzada, me regresa al tomarme del brazo y veo unos ojos azules furiosos y con la otra mano toca mi vientre y sus ojos se llenan de cólera.

- ¿De quien es? -pregunta tratando de sonar tranquilo pero no hay nada de tranquilidad en él.

- Es... es... es mío -me suelto y trato de irme pero esta vez me jala con todo el enojo que siente y me estampa en la pared me quejo no por la estampada si no por el dolor provocado en mi vientre, y estampa el puño en la pared.

- No juegues conmigo... dime de quien es o aquí mismo te lo sacó.

Mis ojos se llenan de lágrimas, como podía decir eso pero estaba segura que lo aría, no digo nada sólo mis lágrimas caen estaba aterrada, ¿donde estaba Jonathan? Si él le dijo.

¿Y si le digo que es suyo?

- Acabas con la poca paciencia que me queda dímelo -ahora si empieza a grita y a sacudirme cuando siento que algo caliente empieza a bajar por mi pierna

- Basta Will -lo aparta de mi Jonathan- eres un inconciente está embarazada la podrías hacer perder a su hijo.

Su hijo....

- Necesito ir a un hospital -apenas me salen las palabras por el llanto ambos hombres me miran- tengo sangrado necesito ir a un hospital.

Jonathan empuja a William- eres un idiota -le dice se acerca a mi y me carga en brazos con cuidado, William se queda estático como ido- por lo menos abre la puerta o ¿quieres que se de sangre aquí?.... William -le grita y este regresa y abre la puerta y corre hasta el elevador y toca el botón para que llegue- ¿te duele mucho?

- Sí -encajó mis uñas al sentir una horrible punzada.

- ¿te empujó? -no digo nada ni yo creía que me hubiera estampado contra la pared- te hice una pregunta responde Isabela... ¿te empujó?

- Sí -digo llorando y el suspira pesado.

- ¿Es suyo verdad?

Se escuchan las puertas del elevador y entramos- si te dijera que es suyo ¿me creerás?

- Nunca dudaría de tu palabra.

- Si algo nos pasa no le digas que era suyo-el tiempo se me hacia que pasaba lento.

- No le diré, aunque se merezca el sufrimiento de que por su culpa paso lo que sea pasará.

- Gracias -el alivio me hace caer en un sueño profundo.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Más que un trato