Matrimonio de primera romance Capítulo 106

Grupo Auge.

Delfino estaba en una reunión cuando el móvil encima de la mesa de conferencias vibró de repente.

Bajó los ojos para mirar el móvil, con una sola mirada, el gesto frío de su rostro se alivió.

Inmediatamente, tomó el móvil y salió de la sala de conferencias.

Tan pronto como se fue, los empleados cautelosos que pertenecían a la gerencia comenzaron a hablar y le preguntaron a Apolo, -Señor Apolo, ¿quién llamó el presidente? -

- ¿Quién puede ser? ¡Su esposa! - Apolo podía adivinar que fue Yadira quien le llamaba sin mirar el móvil de Delfino.

- ¿El presidente también tiene esposa? -

-Que va, una persona con un temperamento así también se casó, pero yo todavía no... -

...

Después de cerrar la puerta de la sala de conferencias, Delfino contestó el teléfono.

Antes de que pudiera hablar, la voz de Yadira sonó, - ¿Dónde estás trabajando? Te llevaré el almuerzo. -

Su voz era originalmente suave, y en este momento redujo deliberadamente su tono, que parecía más suave.

¿Yadira quería llevarle el almuerzo?

¿La escuchó mal o le pasó algo equivocado a Yadira hoy?

- ¿Estás en casa? -

-Sí. -

-Entonces volveré a casa para comer. -

-Está bien. - De todos modos, la comida sólo era una excusa, no era su propósito real.

...

Al mediodía, “Fidelio” regresó a tiempo.

Yadira llevó la sopa a la mesa y le vio entrar al comedor.

-Vuelves en hora justa, ya puedes comer. - Yadira no había desatado su delantal, se paró en otro extremo de la mesa, mirándole con una sonrisa.

Delfino se sorprendió un poco, pensó que Yadira era un poco extraña hoy.

Pero él no lo demostró. La miró con calma, luego se sentó y comenzó a comer.

Yadira descubrió que “Fidelio” era muy concentrado cuando estaba haciendo algo, incluso comer, como si solo tuviera la comida frente a él y no mirara otras cosas.

Yadira sacó el móvil de su bolsillo y tomó una foto clara de perfil de “Fidelio”.

“Fidelio” giró la cabeza para mirarla con una sensación como había sabido lo que estaba haciendo por Yadira, sus ojos eran tan profundos como la tinta parecían poder ver la verdad.

Yadira estaba preocupada, ¡no debería haber notado que ella le tomó una foto furtivamente!

“Fidelio” simplemente preguntó, - ¿No quieres comer? -

-Todavía no tengo mucha hambre, come primero-, dijo Yadira mientras se quitaba el delantal y salió.

Después de que “Fidelio” terminó de comer y se fue, Yadira también se marchó.

Tomó el autobús a la casa de alquiler y, cuando se fue, había traído mucha comida de casa.

Fidelio estaba acostado en el sofá y jugando un juego, con una bolsa abierta de papas fritas en su mano, y las papas fritas estaban desparramadas por todos lados.

- ¿Almorzaste? - Yadira recogió cosas en el suelo mientras caminaba hacia él.

Fidelio levantó los párpados y la miró. - No. -

Yadira creó que este chico era demasiado travieso, debido a los juegos, se escapó de su casa al otro lado del océano.

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