Matrimonio de primera romance Capítulo 133

Delfino abrazó sus propios brazos, lo miró con frialdad y dejó de hablar.

Apolo era caprichoso desde que era un niño, y había hecho amigos de varias profesiones, Naturalmente, él reconocía si había algo agregado en el vino.

Por lo tanto, le dio deliberadamente a Delfino la copa de vino anoche.

Aunque Delfino era una persona muy vigilante, dejaba de la indefensa a Apolo, por lo que fue atrapado.

Apolo fue culpable por él y dijo, -Bueno, lo admito, supe que había algo agregado en esa copa de vino...-

-Yo te arreglaré pronto.- Delfino lo interrumpió fríamente, y se volvió para regresar a la habitación.

Al escuchar esto, Apolo se sintió un poco intimidado, se preguntó si tenía que ser corregido después de hacer un buen trabajo.

Quería escaparse ahora mismo, pero no sabía si era demasiado tarde.

Delfino llegó a la puerta y descubrió que la puerta no estaba bien cerrada, con una grieta en la puerta.

Cuando salió antes, cerró la puerta con fuerza y también ​​escuchó el sonido de la cerradura cayendo.

Él abrió la puerta y entró, bajando la cabeza y vio una zapatilla junto a la puerta.

"¿Escucha a escondidas, pero no sabe cómo ocultarlo?"

Delfino recogió la zapatilla y la puso junto a la cama con la otra, luego se dio la vuelta y tomó una ropa del armario y se fue al baño.

Después de escuchar el sonido de la puerta cerrada, Yadira asomó la cabeza por la colcha.

Se oyó el sonido del agua corriendo en el baño, y Yadira se levantó de la cama con el cuerpo adolorido, recogió la ropa que había tirado al suelo, se la puso y salió con ligereza con los zapatos.

Después de salir de la habitación, se puso los zapatos y se fue como huyendo.

...

Tan pronto como Yadira salió del ascensor, ella vio a Apolo y Cerilo.

Cerilo se sentó en el sofá tranquilamente, al contrario, Apolo evidentemente estaba emocionado, sacudió la cabeza y luego agitó las manos, como estaba quejándose con Cerilo.

En realidad, ella había escuchado la conversación entre Delfino y Apolo en la habitación un momento antes.

Hasta ahora entendía por qué Noela se había mostrado reacia a hablar con Apolo.

Si fuera Noela, tampoco se haría amiga de Apolo.

Aunque Delfino tenía un personaje raro, al menos era más franco y honrado que Apolo.

Yadira se acercó secretamente, solo para escuchar a Apolo decir, -Seguro que le debí a este señor Delfino en mi vida anterior, así que me dedico a reembolsarle la deuda en esta vida, él es el jefe final secreto del Grupo Auge, pero siempre que esté ocupado, ignorará los asuntos y me los encomendará, lo más deprimente es que no pueda resistirme a él, en cuanto a lo que pasó ayer, yo también hice por él amablemente, ¿no solo quería tener sexo con ella? Yo...-

A mitad de su queja, notó que la mirada de Cerilo se posaba detrás de él, -¿Qué estás observando?-

Apolo siguió la mirada de Cerilo y se volvió para mirar hacia atrás, cuando vio a Yadira se asustó y dijo, -¡Joder! Tú... ¿por qué estás aquí?-

Yadira ladeó levemente la cabeza, tenía una expresión fría similar a Delfino, -Solo estoy de paso, tú sigues.-

En esta circunstancia, ¿cómo se atrevía Apolo a continuar? Podía decirle a Delfino y Cerilo que llamó a Yadira anoche para ayudar a Delfino.

Sin embargo, frente a Yadira, no se atrevió a decir eso.

-No... nada... solo que…- Apolo fue mirado por Yadira con sus ojos fríos, se sintió incómodo por todas partes.

Pensó que era realmente descuidado, la última vez que vi a Yadira, creía que debería ser una mujer de buen carácter.

Pero ahora ella lo miraba con tanta frialdad, inconscientemente sintió que encontró una pequeña sombra parecida de Delfino, lo que lo intimidó involuntariamente.

-¿El jefe final secreto del Grupo Auge es Delfino?- Yadira enarcó una ceja, -Entonces, ¿la carta de invitación a la entrevista que me envió el Grupo Auge antes también es el orden de Delfino?-

Apolo sintió que la situación era un poco mala, asintió y luego se negó con la cabeza rápidamente, -No... qué va, ¡por supuesto que fue mi idea!-

Yadira le respondió en un tono tranquilo, -Bueno, lo comprendo.-

Se dio la vuelta y se fue cuando terminó sus palabras.

Apolo estaba observando su espalda y le preguntó a Cerilo, -¿Por qué siento que he empeorado las cosas?-

-De acuerdo.- Cerilo asintió con la cabeza.

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