Matrimonio de primera romance Capítulo 162

Al terminar la reunión, Apolo siguió a Delfino, se dirigió al despacho del presidente.

Apolo dejó los documentos sobre el escritorio, se fue sin decir nada.

-Apolo.-

De repente Delfino lo paró.

Apolo levantó la cabeza y le preguntó, -¿Qué pasa?-

-Ve a casa y descansa.- Delfino supo que Apolo llevaba unos días haciendo horas extras en la empresa.  

Apolo lo rechazó directamente, y le dijo, -No, me gusta trabajar.-

Justo Cerilo estaba en la puerta para entrar, llegó a escuchar las palabras de Apolo claramente.

Su cara se puso un poco dudosa, ¿desde cuándo a Apolo le gustaba trabajar, estaba loco?

-Me voy a mi despacho.- Apolo se dio la vuelta y vio a Cerilo, luego se acercó y le dio una palmada en el hombro como un saludo.

La mirada de Cerilo persiguió a Apolo hasta que su figura desapareció en su vista, y luego le preguntó a Delfino, -¿Qué le ha pasado?-

-Está loco.-

Delfino bajó los ojos, su mirada se quedó en los documentos extendidos encima de su escritorio, dijo dos palabras sin querer, sin saber si estaba hablando de Apolo o de él mismo.

No se sentía nada bien estos días.

Y Yadira, ¿ya tenía decidida seguir su relación tan mal con él?

Cerilo notó que la mirada de Delfino estaba enfocada en el documento, pero realmente no lo estaba leyendo, estaba pensando en otras cosas.

Cerilo no sabía qué decir, solo se fue por un viaje de negocio, ¿y ahora qué les pasó a estos dos?

Se inclinó y se sentó en la silla del escritorio de Delfino,

-¿Para qué haces horas extras el fin de semana, vámonos a beber.-

Después de despedirse de Jaime y Fidelio, recibió la llaamda de Noela.

-¿Te acuerdas del director que te mencioné? Quería verte, justo hoy también tengo tiempo, ¿te parece bien quedar luego más tarde para tomar algo?-

-Vale.-

Yadira contestó inmediatamente.

Por casualidad ese director había quedado con otra gente en el Club Dorado, así aprovechando, quedaron en el mismo sitio para tomar algo y hablar de su guion.

Últimamente Delfino se convirtió en una máquina de trabajo, hacía horas extras todos los días, no sería tan fácil encontrarse con él en el Club Dorado.

Al pensar así, Yadira se quedó más tranquila.

Yadira y Noela quedaron en la puerta del Club Dorado.

Noela parecía venir de algún programa, aún llevaba maquillaje delicado en su rostro, pero el rostro también mostraba un poco de cansancio.

Yadira le preguntó con preocupación,

-¿Estás cansada últimamente?-

Noela contestó mientras caminaba,

-Bueno, sí que tengo bastante trabajo, pero aún me puedo tratarlo.-

No era que tuviera muchos trabajos, sino eran trabajos más apropiados para ella. Igual era por Delfino, como le trataba con buena actitud, le echó un cable.

Las dos seguían hablando, mientras se iban hacia la sala.

Llevaban esperando un buen rato, pero el director siguió sin aparecer.

-¿No viene todavía? Voy a intentar llamar.-

Noela llamó al director, no obstante, no lo cogió.

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