Matrimonio de primera romance Capítulo 1669

Kadarina se quedó pasmada un rato, luego se levantó y se dirigió hacia el dormitorio con agresividad.

Le acababa de decir a Juan que tenía una prometida, que nunca le amaría.

Si no lo rechazaba con firmeza ahora, se sentiría muy avergonzada.

Kadarina no entendía por qué se preocupaba tanto por su reputación cuando estaba con Juan.

Kadarina abrió la puerta y no lo vio allí. Oyó una descarga procedente del cuarto de baño.

Estaba allí.

Kadarina se dirigió al cuarto de baño y llamó a la puerta.

—¡Juan, sal!

Juan no contestó. Kadarina pudo oír cómo se ruborizaba vagamente.

¿Se estaba lavando las manos?

Kadarina decidió esperar.

Llamó a la puerta tan fuerte que Juan debió oírla.

Kadarina no había esperado mucho antes de que Juan abriera lentamente la puerta.

Preguntó con expresión nerviosa:

—¿Tienes prisa?

—¿Yo? —Kadarina se sonrojó, —Por supuesto que no. No soy esa clase de persona.

¿Cómo pudo decir eso?

¿Qué clase de pregunta era ésa?

Juan entrecerró los ojos:

—¿Qué clase de persona eres entonces?

—Yo... —Al ver que Juan tenía una expresión de perplejidad, Kadarina pensó que podría haberle entendido mal.

—No es asunto tuyo —Kadarina se apresuró a apartar a Juan, entró corriendo en el baño y cerró la puerta.

Juan se paró en la puerta y pensó en sus palabras. Entonces, comprendió lo que Kadarina quería decir hace un momento.

Se quedó quieto junto a la puerta y escuchó. Había silencio en el cuarto de baño.

Sonrió y dijo:

—Me voy.

Sentada en el retrete, Kadarina se culpaba por sus —pensamientos sucios.

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